"En los últimos 15 años, la agricultura nacional ha ido perdiendo sistemáticamente su mercado interno. Especialmente se han visto afectados los mercados de granos y oleaginosas, de productos pecuarios, cárnicos y lácteos y segmentos agroindustriales importantes como cereales para desayunar, botanas congeladas, frutas y hortalizas en conserva, carnes procesadas y mariscos enlatados."
Como resultado: el abandono de estas actividades e importantes carteras vencidas, el crecimiento de las importaciones agropecuarias y de alimentos procesados generando un déficit significativo en la balanza comercial del sector, importaciones de alimentos básicos en los años ochenta, pérdida de la autosuficiencia alimentaria, incremento de importaciones de alimentos procesados de los años noventa.
"A las deficiencias estructurales, propias de la agricultura subdesarrollada de los años 70 y 80, se suma la política de apertura comercial y de tratados comerciales, especialmente el TLC, que elimina los apoyos, subsidios y protección de nuestros productos agrícolas."
La estructura de la producción agrícola del país continúa concentrada en el renglón de granos y oleaginosas. Del total de hectáreas cultivadas, 45% representan a cereales, 6% a oleaginosas, 11% a legumbres secas, 16% a forrajes, 2% a hortalizas, 5% a frutales.
El mercado interno interesa por la posibilidad de fincar en el crecimiento y desarrollo de la agricultura nacional y regional más equilibrado, y la necesidad de establecer una política gradual de reconversión productiva y tecnológica de la agricultura que le posibilite competir con las importaciones, con políticas para proteger el mercado interno de la competencia externa desleal o de altos subsidios.
Cabe preguntarse si se puede reactivar la agricultura dinamizando el mercado interno?
El ingreso promedio en México no alcanza los 3 mil dólares per cápita al año. El ingreso está altamente concentrado: 20% de los hogares de menos ingresos recibe el 2.9% y 20% de los hogares de ingresos más altos recibe el 57.7% del ingreso nacional. Probablemente unos 40 millones de habitantes están por debajo de la línea de pobreza y cerca de 20 millones están ubicados en la extrema pobreza, situación que puede agravarse con el creciente desempleo.
Por las estadísticas demográficas, el mercado interno mexicano es un mercado en expansión. La poblacíon actual es de 90 millones de habitantes. Con una tasa de crecimiento del 2% anual, alcanzará los 100 millones para el año 2000. Poco más de la mitad de esta población tiene menos de 20 años, aspecto muy importante si se considera que los jóvenes puede adoptar nuevos hábitos de consumo alimentario.
Sin embargo, 50% de la población vive bajo los estándares de pobreza, y un 20% se encuentra en condiciones de pobreza extrema.
El mercado mexicano es pequeño, la clave de su expansión radica en el desarrollo futuro de la clase media; es un mercado altamente heterogéneo, en niveles de ingresos, distribución geográfica, en términos culturales y hábitos de consumo.
Las clases alta y media alta mantienen un patrón de consumo alimentario que demanda primariamente productos lácteos, carnes, frutas, hortalizas y alimentos procesados. En segundo lugar se demandan productos con base en granos básicos: maíz, trigo, frijol y arroz.
70% de la población se puede caracterizar como urbana.
El área metropolitana de la Ciudad de México tiene una población de 20 millones de habitantes, 23% del total de la población nacional.
Los productos agrícolas siguen diferentes rutas de distribución y alcance geográfico, dependiendo de sus precios, calidades y naturaleza.
El mercado local no va más allá de las cabeceras urbanas cercanas, con productos perecederos producidos por la economía campesina (productos étnicos y de primera necesidad, granos básicos).
El mercado regional puede llegar a tener influencia en varios municipios (todo tipo de productores agrícolas, pecuarios, artesanos, etc.), con mayor diversidad que en los mercados locales, y todo tipo de medios de transporte. Es probable que el sistema de transporte esté íntimamente asociado al sistema de control en la distribución, fijación de precios y formas de liquidación a los productores primarios.
El mercado nacional de productos agrícolas se refleja en las grandes movilizaciones de productos agrícolas de unas zonas a otras, de los centros de producción a los grandes centros de consumo directo, o de consumo industrial (todos los productos agrícolas y pecuarios cereales, granos forrajeros, oleaginosas, productos perecederos, ganado en pie, leche fluida, etc.).
Granos y oleaginosas
Uno de los problemas históricos es el rezago en la producción de granos y oleaginosas. "Durante los años 70 y parte de los 80 se buscó tenazmente alcanzar la autosficiencia en granos básicos. Las reformas de política que comenzaron a operar en el sexenio de De la Madrid, abandonaron este objetivo y las exportaciones de granos básicos crecieron vertifignosamente durante la segunda mitad de los ochenta. El retiro de subsidios, abandono de precios de garantía para todos los granos, excepto maíz y frijol, aunado a una política de apoyos especiales generó un récord coyuntural de producción de granos básicos.
Sin embargo, los acuerdos del TLC obligan a México a importar una cuota de 2,500 ton anuales de maíz y se ve muy difícil defender el mercado interno con producción nacional en el mediano y largo plazo, en especial debido a que el proceso de desgravación implicará remover todo tipo de aranceles al año 2008."
En el caso de la soya, observamos incremento de la demanda y caída de la producción nacional, con incrementos en las importaciones (cerca de mil millones de dólares, especialmente desde los EE.UU.).
Ganadería
Ante la caída esperada del ingreso per cápita, el mercado de estos productos se contraerá.
Las importaciones de carne de bovino incrementaron con la apertura comercial. "El aporte de la producción nacional al mercado interno se mantuvo entre 90 a 95% a finales de la década de los ochenta, pero bajó a 70-75% en lo que va la década de los noventa."
En el caso de la leche, "la cobertura del mercado interno con producción nacional bajó del 71% en 1987 a 65% en 1993... la tendencia importadora se incrementará si el sector productivo nacional no reacciona y se hace competitivo."
El mercado interno de frutas y hortalizas también recibe las amenazas del exterior: Estados Unidos, Chile, Argentina, y países asiáticos, compiten por calidad y precio, orientándose fundamentalmente a los consumidores de más altos ingreos.
Por disminuir el ingreso per cápita, puede contraerse la demanda de estos productos.
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, México, América Latina
Complementar con ficha (II)
Resumen de la ponencia presentada por Pablo Ramírez Moreno, Profesor del Depto. de Economía Agrícola de la UACh, en el Congreso Nacional Agropecuario y Forestal, organizado por la Universidad Autónoma Chapingo y el Congreso Agrario permanente, del 27 al 30 de marzo de 1995.
Livro
RAMIREZ MORENO, Pablo, UACH, El mercado interno como reactivador de la agricultura nacional, UACH, 1995 (MEXICO)
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