08 / 1993
« Toma, encontré este documento en casa y te traje una copia ». Esto me ocurre todos los días y un poco por todas partes. En la medida en que mi oficio de apoyo al desarrollo tiene mucho de vendedor ambulante, de redistribuidor de informaciones de toda clase, provoca igualmente un flujo de fuentes ocultas.
¿Por qué ocultas? Información = poder; si uno no puede aprovechar para sí mismo ese tesoro, pronto surge la tendencia a acumular en secreto, para mañana o incluso simplemente para evitar que otros saquen de ahí un provecho personal. La naturaleza de nuestros sistemas de documentación, que redistribuyen mal y son sobre todo accesibles a ciertas categorías de gente, conduce a menudo a los productores de información desde el terreno a desconfiar de los banqueros de datos y de los saqueadores de tesoros.
Al difundir la información, y por tanto al valorizarla por el uso más que por el atesoramiento, se valoriza a sus autores y se les incita a compartir.
Siendo importante para la acción, lo es más aún para la capitalización de la experiencia. Para que la dinámica de ésta sea más rica, más colectiva, es entonces siempre útil proceder a la difusión inmediata de los hallazgos que se hagan dentro de la documentación.
Los posibles productos son de todo tipo. Ca da uno de los archivos que se elaboran en el curso del tratamiento documental puede así dar lugar a cierta circulación: la cronología, los personajes, los extractos significativos, etc.
¿Qué hace falta para comenzar? Mucho más que de abundancia, se trata aquí de calidad. Tanto de la información como de la forma de devolución.
En la capitalización del PRIV de Cochabamba, Bolivia, en 1991, nuestro primer documento sobre la cronología era todavía reducido, muy incompleto. Fue, sin embargo, más útil en ese m omento que el largo documento que poseíamos algunos meses después. Sus datos eran reveladores porque aportaban elementos ignorados y olvidados, lanzaban pistas para la reflexión, para la confrontación. Los vacíos eran entonces vividos como desafíos que los usuarios podían contribuir a cubrir. Por el contrario, era más difícil ubicarse dentro de la versión posterior y colaborar a mejorarla: estaba demasiado pletórica y poco clara. Además, quizás la cronología misma ya no haya sido tan importante en ese momento…
Existen efectivamente productos inmediatos que son sobre todo útiles durante una fase del proceso y se diluyen luego. Más vale no perder la oportunidad.
Existen asimismo productos inmediatos que adquieren poco a poco una dimensión nueva y puede n volverse tanto instrumentos permanentes de la acción como estímulos para una capitalización más continua, más periódica, más imbricada dentro de la acción misma. Sería el caso de productos por actores, más que por temas.
En la capitalización del PPEA d e Cajamarca, Perú, en 1989, toda la información existente había sido redistribuida en archivos por comunidades. Soñábamos con hacer lo mismo para el PRIV, en 1991. Desgraciadamente nos resultó imposible por la superabundancia de documentación, por el gran número de comunidades (más de 90) y también porque no pudimos priorizar esta tarea. Pero ¡qué útil hubiera resultado para cada técnico poder tener así acceso a toda la información del Proyecto sobre las comunidades con las cuales trabajaba! ¡Qué impacto hubiera tenido para los campesinos mismos y para su rol dentro de la capitalización el hecho de disponer de esa información! Y, más allá de la capitalización en marcha, ¡qué importante hubiera sido lanzar el hábito de una devolución periódica a cada comunidad, y grupo de comunidades, de la información que les concierne!
Todo depende también de la forma de presentación de esta información inmediata. Accesibilidad y placer juegan aquí un rol grande. Accesibilidad, para que la información sea comprensibl e y utilizable dentro de la realidad de cada uno. Placer, para que cada uno sienta ganas de recurrir a ella. Cositas de nada tienen entonces grandes consecuencias. Una presentación artesanal, pero en forma de folletito, multiplica el interés, mientras que paquetes de hojas grandes y engrapadas son a menudo apiladas para… más tarde o nunca. ¿No será porque no es muy cómodo llevarlas consigo al campo?
documentação, informação, comunicação, metodologia, acesso à informação
, Peru, Bolívia, Paises andinas, Cajamarca, Cochabamba
Alrededor de esta clase de productos inmediatos podría construirse aquel diálogo entre documentación y comunicación que es tan importante para la capitalización de la experiencia y que es también indispensable (pero casi siempre inexistente) para la acción misma.
El PPEA=Proyecto Piloto de Ecosistemas Andinosfue realizado entre 1985 y 1992 en Cajamarca, Perú, por el Estado Peruano y el PNUMA=Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambientecon fondos del Ministerio Alemán de Cooperación. El PRIV=Proyecto de Riego Inter-Valleses realizado en Cochabamba, Bolivia, por el Estado Boliviano y la Cooperación Alemana, desde 1977. La capitalización se hizo a base de un presupuesto de la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica, la GTZ.
Traducción de la ficha « Capitalisation : valoriser la documentation par des produits immédiats »