En realidad, no hablábamos en aquel momento de capitalización, sino simplemente de un « estudio ». Pero estaba claro que no se trataba de evaluar el Proyecto Piloto de Ecosistemas Andinos (PPEA)de Cajamarca-Perú, sino más bien de recoger los aportes que esta experiencia, con sus logros y fracasos, podía - según nosotros- ofrecer a los demás.
Nuestro equipo (con Grimaldo Rengifo, François Greslou y Oscar Martínez)era exterior al proyecto.
Ciertamente, Grimaldo y yo lo acompañábamos desde sus inicios, como expertos de corto plazo, contratados de vez en cuando para dar una mano, y como interlocutores privilegiados para todo tipo de debates. Ciertamente, teníamos ya (François también)un buen conocimiento de cierto vericuetos de su vida y pasión en los cinco años pasados. Por eso nos habían elegido. El responsable en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)de Nairobi, el del Instituto Nacional de Planificación (INP)de Lima y Alois Kohler, el jefe del proyecto, estaban de acuerdo sobre ese punto: No valía la pena hacer el estudio si no lo asumíamos nosotros, pues nosotros teníamos la confianza y el conocimiento.
Sin embargo, no habíamos vivido desde adentro ni el proceso, ni sus hallazgos y sinsabores, ni tantas decisiones que son las que revelan las cosas.
Capitalizar al otro, ¿es posible?
Pues ni hablar de querer trabajar como una suerte de equipo ampliado con los miembros del PPEA: su pilar, Alois Kohler, acababa de dejarlo, el financiamiento se terminaba y el proyecto estaba ahora bajo presión por las tensas negociaciones en torno a su eventual prolongación, y por los esfuerzos de grupos partidarios que querían controlarlo. Rara vez la lucha por la supervivencia es serena.
Estudio clásico / capitalización; interiores / exteriores; de hecho andábamos sueltos en plaza. Y sabíamos que se trataba de una oportunidad única para emprender un tipo de trabajo largamente soñado, pero jamás posible. Todo estaba por definirse: el método, los temas a tocar, los productos, su estilo y sumodo de difusión.
Comenzamos por el método, es decir por los objetivos, es decir por el (largo y a veces doloroso)debate de nuestros subjetivos, de nuestra manera de sentir dichos objetivos.
Primero fue la inmersión… en los papeles. Mirarlo todo y mirar de todo un poco. Las condiciones del Perú ya no permitían explayarse mucho en recorridos por el campo y era en la memoria del proyecto donde, sobre todo, debíamos sumergirnos. Afortunadamente, ella estaba abundantemente documentada: ahí descubrí las ventajas de cierto rigor y ciertos métodos de registro.
Recién después de habernos así empapados y de haber por tanto tomado cierta distancia respecto de nuestra imagen previa del PPEA, abordamos el gran dilema: ¿de qué ocuparnos? ¿qué ejes o temas escoger y para qué?
En los meses de preparación, a menudo habíamos debatido al respecto, pero ya nada resultaba evidente ahora que estábamos al pie del cañón: queríamos evitar un reparto por « temas » de acuerdo a nuestras especialidades profesionales y nuestros gustos; buscábamos un método que nos ayudara a abarcar y tratar la globalidad. Así como el viajero que recién llega a una zona desconocida, queríamos encontrar los « oteros », las lomas u observatorios desde donde contemplar el conjunto.
No logramos ni alcanzar suficiente claridad al respecto, ni ponernos realmente de acuerdo entre nosotros, pero decidimos lanzarnos. La historia de nuestro recorrido de viajeros-capitalizadores es larga y rica en enseñanzas, pero vuelve a ser individual. Por nuestras diferentes realidades y disponibilidades, el verdadero trabajo en equipo se detuvo allí y nuestros modos de hacer y vivir se hicieron más divergentes.
De mi parte, he vivido este periodo bajo presión y con entusiasmo.
Bajo presión, pues teníamos que seguir definiendo muchas cosas a fin de guardar coherencia en nuestros esfuerzos y en nuestros escritos, pero el ritmo de cada uno era muy diferente. Yo mismo demoraba como siempre el momento de decidir un estilo y una estructura, a la espera de « sentir » mejor qué decir y cómo, y con ello fastidiaba a los demás. Bajo presión, igualmente, porque los tesoros de la experiencia exigían meses y meses de trabajo imprevisto, a nuestras expensas.
Con entusiasmo, porque dichos tesoros eran un gran estímulo. También porque los productos iban adquiriendo forma y suscitaban reacciones, demostraban su utilidad. Así, sin esperar la publicación definitiva, Estuardo Regalado, el nuevo jefe del PPEA, imprimió localmente ciertos capítulos para animar debates.
metodologia, estudo de caso
, Peru, Cajamarca
Esta experiencia tiende a mostrar que una capitalización exterior puede ser útil. Dentro de ciertas condiciones: confianza (personal y en cuanto a enfoques)y conocimiento fueron criterios más importantes que la especialidad profesional.
Pero importa entonces establecer ahora muy claramente la diferencia entre lo que es interior y lo que es exterior. Tuvimos a menudo que volver a tomar distancia para evitar la mescolanza.
A mí me quedó en aquel momento el desafío por saber cómo sería una capitalización interior (tuve posteriormente oportunidad de apoyar algunas)y cómo serían dos capitalizaciones paralelas, una exterior y otra interior, con sus complementariedades, con ciertas reglas de juego a precisar, etc.
Me quedé también con una revelación: los textitos libres que yo había preparado a manera de aperitivo para cada capítulo del estudio y que habíamos finalmente reunido en un libro aparte (los « cuentos y recuentos »)tuvieron diez veces más impacto que el estudio mismo y por tanto una utilidad inmediata. ¡Se trataba pues de volver a aprender a contar!
El estudio realizado en 1989 en Cajamarca, fue publicado en dos libros en Lima, en 1990, por Editorial Horizonte y el PPEA=Proyecto Piloto de Ecosistemas Andinos. El primer tomo, de 110 páginas, se llama « Siete cuentos y recuentos sobre ecología -el científico, el campesino y la naturaleza »- y ha sido traducido al francés y publicado por la FPH=Fondation pour le Progrès de l’Hommeen sus Dossiers pour un Débat » N°12. El segundo tomo, de 382 páginas, tiene por título « Bondades y tropiezos de la ecología en el desarrollo de la sierra andina ».
Traducción de la ficha « Cajamarca 1989 : la capitalisation d’une équipe extérieure »