Los límites de la racionalidad occidental
08 / 1994
El propósito del trabajo es mostar las motivaciones del nacimiento y desarrollo de la ciencia empírica occidental y de su concomitante: la tecnología y las consecuencias inevitables de un saber puesto al servicio del programa baconiano que expresa la actitud del hombre europeo moderno: saber para poder. Los límites de ese saber se están encontrando en los graves desequilibrios ecológicos que ha provocado y en su incapacidad cada vez más manifiesta de prever las consecuencias colaterales negativas de su aplicación. La gravedad del asunto es que ya no se trata de un saber para poder, sino de un poder que requiere del saber para consolidarse. Una de las alternativas para salir del círculo de ese poder devastador es el saber tradicional, el saber de los pueblos heredado de siglos, en suma el de otras racionalidades que no la occidental. El trabajo comienza con una reflexión sobre la ubicación del planeta tierra en la inmensidad del espacio sideral y entre las innúmeras estrellas y galaxias. La tierra es apenas un punto insignificante. Pero la tierra es -hasta donde se sabe- lo único que ofrece condiciones de vida. Esas condiciones son sumamente frágiles. De allí que los desequilibrios ecológicos que se están ya percibiendo, algunos muy graves e irreversibles, sean motivos de preocupación e inquietud. El adelgazamiento de la capa de ozono y los huecos cada vez más grandes que se advierten en ella, el recalentamiento de la tierra por efecto de la quema de hidrocarburos, la polución ambiental y el envenenamiento de las aguas, la desertificación de las junglas, el empobrecimiento bio-genético y el aumento de la población y del hambre, son algunas de esas manifestaciones. Ha habido por cierto, catástrofes naturales que han conducido a la desaparición de especies. La historia de la tierra está llena de ellas. Pero los desequilibrios ecológicos que nos preocupan son causados por la acción del hombre. Y no del hombre de siempre, sino del que se halla en el proyecto baconiano de dominación y sometimiento de la naturaleza. Por eso examinamos las motivaciones de esa acción. Dentro de ese contexto vemos la ciencia y la tecnología como instrumentos de dominación. La legitimación de éstas como fuentes de saber neutro y desinteresado está siendo hoy seriamente cuestionada. El saber científico empírico no sólo está cuestionado socialmente, esto es, no ha traído el bienestar para todos los hombres como estaba en la ideología del progreso, sino que no es capaz de prever los efectos colaterales de su aplicación y cada vez más -como lo hemos señalado- se ha ido convirtiendo en instrumento y convalidación del poder. A tal punto que hoy el poder no tiene otra fuente de legitimación que el poder mismo. Hay ahora empero dos manifestaciones de que esta ciencia empírica es limitada, y es tal vez en lo que ha constituido su esencia: su incapacidad de predecir el destino individual de las cosas microfísicas y también de los grandes ciclos macrocósmicos.
ciência, ecologia
, Peru, Paises andinas
El Dr. Antonio Peña Cabrera es el filósofo peruano más lúcido y enterado en la crítica de la racionalidad occidental y de los límites de la ciencia con que cuenta la Universidads en el Perú. El PRATEC tiene el honor de contarlo entre sus principales colaboradores para el dictado del Curso de Agricultura Campesina Andina. El Dr. Peña hace ya varios años que desde su formación filosófica occidental trata de acercarse al mundo andino.
Conferencia dictada a los participantes del Curso de Formación en Agricultura Campesina Andina, resumida en el Informe de Actividades - 1992 del PRATEC "Criar y dejarse criar", publicado en Enero de 1993 y repartido a los participantes.
Pessoa referência
PEÑA CABRERA, Antonio, PRATEC=PROYECTO ANDINO DE TECNOLOGIAS CAMPESINAS, GyG IMPRESIONES S.A. in. LA CIENCIA, LA TECNICA Y LA ECOLOGIA. DOCUMENTO DE ESTUDIO, 1994/04 (PERU), N°27
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