Del monte a su mesa

Cuna y centro neurálgico del Imperio Inca

El Cusco es un centro económico, cultural y turístico de primer nivel en Perú, con renombre a nivel mundial debido su cercanía con la ruinas de Macchu Picchu. La población de la ciudad del Cusco es de aproximadamente 300,000 habitantes y crece a una tasa anual de 4%.Se ubica aproximadamente sobre los 3,350 m.s.n.m. y es considerada una de las ciudades más altas del mundo. En tanto, en el Departamento del Cusco habitan 1.208.689 personas, un 5,2% de la población total del Perú que asciende a 23 millones de habitantes.

El Cusco fue la capital y sede de gobierno del Imperio Inca, convirtiéndose en la ciudad más importante de los Andes. Se desconoce la fecha aproximada de su fundación, pero los vestigios indican que desde hace 3000 años está habitado, lo que la convierte en la ciudad habitada más antigua de toda América.

Caminos del Inca es el nombre que recibe el extenso sistema de caminos, construido durante el Imperio Inca, que convergen en la ciudad del Cusco. Una de las rutas más conocidas es el Capac Ñam o Camino Real, que, en sus 5200 kilómetros nacía en Quito, Ecuador y llegaba a Tucumán, Argentina, pasando por el Cusco. Este complejo sistema de caminos no hace sino dar cuenta de la relevancia que tenía, durante ese período, establecer contactos, intercambios, comerciar con otras zonas, en fin, generar conectividad.

Menos intermediarios y un espacio propio de intercambio

El Cusco posee una intensa actividad comercial, los mercados bullen de gente, colores y olores, pero detrás de esa intensa actividad subyacen conflictos propios de toda actividad humana. Desde hace unos años, los productores de la región del Cusco entendieron que sus explotadores ya no eran los terratenientes, sino los comerciantes intermediarios que llevaban sus productos a la ciudad, esto generó la necesidad de generar un espacio propio libre de la presencia de los intermediarios.

Un intermediario subía en aproximadamente un 200% el precio de los productos que traía al Cusco para su comercialización, es así como, organizados en la Asociación Regional de Productores Agrícolas del Cusco (ARPAC), los productores comenzaron un lento proceso para relacionarse directamente con los consumidores del Cusco.

Comenzó entonces la tarea de convencer al Ministerio de Agricultura para que cediera un recinto ferial los días sábados. Éste tiene unas 7 hectáreas, y el Mercado de Productores ocupa un poco más de la mitad.

En sus comienzos, recuerda Loayza, uno de los mayores retos fue ganar la confianza de los consumidores, debido a la poca experticia en el tema, los productos no tenían la mejor presentación y el mercado mismo estaba espacialmente desordenado, el tiempo y la experiencia han revertido esta situación.

En tiempos de de sequía hay unos 1300 productores cada sábado, en épocas altas unos 2500 productores, con un promedio de aproximadamente 2000 por sábado.

Todos los productos que se venden en el mercado son exclusivamente de la región montañesa del Cusco, no se permite el ingreso de productos de otras regiones, para impedir la entrada de intermediarios al mercado. Las frutas, por ejemplo, vienen del valle de la Convención y del valle de Yanatile, en la provincia de Calca; las carnes proceden de las alturas del Chumbivilca, Espinar, hasta la llanura Anta; y las cebollas de las provincias que rodean al Cusco.

El acceso a un puesto en el mercado esta estrictamente regulado, cada uno de los productores tiene una credencial certificada por el Ministerio de Agricultura y entregada por la ARPAC. En un principio, el proceso de certificación generó corrupción, por lo que hubo que hacer más estrictos los controles, hoy, quienes cometen alguna irregularidad son expulsados definitivamente de la organización, así, además de controlar la calidad se regulan los precios, manteniendo ciertos estándares básicos. Además, los estatutos de la organización impiden que quien tenga un puesto en el mercado tenga otro en algún mercado de la zona. Aún así, actualmente la ARPAC cuenta con cerca de 20 mil productores inscritos, que abastecen al 20% de la demanda del Cusco, entre 20 y 25 mil consumidores por semana.

Además, y para atraer a los consumidores se ha hecho publicidad con los propios productores entregando volantes por las calles, se han organizado corridas de toros, festivales, etc.

Mejorando las condiciones de vida de los pueblos de montaña

No está en los planes de la ARPAC que los campesinos se trasladen a vivir a la ciudad, sino que se queden o retornen a sus lugares de origen y sigan produciendo para alimentar a las ciudades con productos de calidad. Una calidad dirigida además al consumo familiar y no sólo para destinar lo mejor a la venta.

La ARPAC calcula que en promedio, los productores han duplicado sus ingresos desde que participan en el mercado. Así también han tenido acceso a capacitaciones para mejorar los procesos productivos, alternativas al uso de pesticidas, y otros.

Durante las mañanas, desde las 4 am que abre el mercado hasta las 2 pm se atiende a los compradores, desde allí en adelante se generó un sistema de trueque entre los productores a fin de que no vuelvan a sus localidades con productos sobrantes. Este es, sin duda un modelo propio e innovador, el mercado ya no sólo es un lugar de venta de productos, sino que se ha convertido en una instancia de trueque, lo que, sin duda repercute en un mejor aprovechamiento de la producción y se evitan pérdidas.

La ARPAC tiene dirigentes en las 13 provincias del Cusco, existen ARPACs provinciales que funcionan con asambleas que nombran a un dirigente para representarlos en la dirigencia distrital. Además, en el mercado hay organizaciones por líneas de productos, cada línea de productos tiene su pequeña organización, ARPAC sección carnes, por ejemplo, resuelve los problemas internos de la sección.

Nuevos desafíos, nuevas luchas

Entre los problemas que aún presenta la organización se encuentra la falta de un espacio más adecuado para el intercambio, el fortalecimiento de la ARPAC y principalmente la necesidad de capacitación para la buena atención al consumidor. Hasta el momento el buen funcionamiento del mercado se basa en la buena voluntad de todos, en ese sentido falta una profesionalización de los procesos y mayor apoyo por parte de las autoridades, las que se han ido uniendo al proceso en la medida en que ha ido funcionando.

Entre las metas de la ARPAC se encuentra el poder crear mercados de productores en otras partes, si bien ya están presentes en Quillabamba, Yanatile, Sicuani y Espinar, la idea es expandir esta experiencia a nivel nacional. Así también se busca crear las condiciones para poder exportar los productos, sin embargo, ello requiere mejorar, previamente, las condiciones generales de la población productora.