Proceso organizativo de la Coordinadora Latinoamericana del Campo - CLOC

Esse documento traça um histórico dos processos de organização que estiveram na origem da formação da CLOC. Além de seu histórico, podemos encontrar aqui as pricipais definições de seus congressos, suas formas e estruturas de organização, seus temas centrais, os desafios e estratégias organizativas, as campanhas, as articulações com outras organizações sociais, as proposições de modelos de produção e agricultura, etc. Temos aqui uma visão de conjunto da evolução dos elementos que se articulam no programa da organização.

Parte I

En su caminata la CLOC fue afinando sus definiciones políticas y mecanismos organizativos, con puntos de llegada en el II Congreso realizado en Brasilia (3 al 7 de noviembre de 1997); el III en México D.F. (6-11 de agosto 2001), y en interacción con el proceso de Vía Campesina, particularmente a partir del II Encuentro realizado en Tlaxcala, México (18-21 de abril 1996), y el IV Guatemala (7-12 de octubre 2005).

En el II Congreso, en Brasilia, se puso particular énfasis en señalar los retos generales ante el momento histórico. Entre ellos destacan los siguientes:

• Vincular nuestras luchas inmediatas, reivindicativas, relacionadas con las necesidades del campo, con un proyecto estratégico nacional, de largo plazo;

• El peso social del campo disminuye a cada día con el modelo neoliberal. Por eso es fundamental que llevemos la lucha a las ciudades. Tenemos que impulsar luchas junto con otros sectores sociales de los excluídos, de los trabajadores urbanos;

• Necesitamos crear alternativas de participación de la juventud y de la mujer, tanto en alternativas económicas de trabajo y renta como en alternativas de participación en la dirección política de nuestras organizaciones;

• La necesidad de formación de cuadros es una necesidad urgente y permanente, si queremos que nuestras organizaciones crezcan y avancen;

• Debemos mejorar nuestro método de práctica política. Estamos acostumbrados a hacer buenos discursos, documentos, reuniones, congresos, pero somos todavía débiles en hacer y realizar planes de lucha masivos;

• Recuperar la práctica cotidiana de los valores éticos de una nueva sociedad, que va creando el hombre y mujer nueva. El neoliberalismo con su hegemonía en la sociedad y predica solamente el individualismo, el egoismo y el consumismo;

• Recuperar nuestra cultura popular nacional como un valor fundamental. No caer en la trampa de practicarla sólo como folclore o recuerdo de los antepasados. La cultura es el elemento fundamental de integración y unidad social de los pobres. Debemos apelar a la cultura como un instrumento de pedagogía de las masas.

En el III Congreso, en México, se avanzó en las definiciones políticas, cuyos puntos centrales son los siguientes:

• La lucha por reconocer y mantener el papel central de las comunidades indígenas y campesinas en la definición de lo que queremos por sociedad;

• La lucha por la soberanía alimentaría como un principio;

• El levantar con fuerza nuevamente las banderas de la Reforma Agraria;

• Asumir que la defensa de la biodiversidad y de las semillas campesinas es fundamental en las luchas que estamos dando;

• Impulsar la defensa de los derechos campesinos, definidos éstos desde nuestras propias visiones, y no según lo que los Estados o los organismos internacionales dicen reconocer;

• Definir que las luchas y los procesos de construcción sólo tendrán éxito si incorporan a hombres, mujeres y jóvenes;

• Impulsar activamente la mayor participación de mujeres y jóvenes.

Los desafíos en ese perido se dan principalmente en torno de cómo enfrentar la ilegalidad y la marginación impuesta por los centros de poder y de cómo elevar los niveles de organización y movilización. Las luchas y movilizaciones deberían tener al menos las siguientes características básicas:

• Basarse muy fuertemente en las acciones que puedan impulsarse desde lo cotidiano, a fin de poder ejercer la resistencia cada día, a cada momento, y posibilitar así una mayor masividad;

• Depender fundamentalmente de medios propios y fuerzas propias, como una forma de garantizar continuidad;

• Construirse en torno al concepto de autonomía, entendida ésta como la capacidad y la determinación de actuar sin pedir permiso ni apoyo de las autoridades, fijar tiempos y agendas propias;

• Unir e integrar los distintos elementos de las luchas. Reforma Agraria, Derechos humanos, Semillas, comercio local, migración, etc. son diferentes aspectos de una misma lucha.

El IV Congreso, en Guatemala, fue un momento para realizar un balance del proceso de más de una década de construcción de la CLOC y afinar los lineamientos de cara a los cambios registrados en este lapso.

En la lectura de este nuevo escenario se destacó, por un lado, la “reestructuración” que se viene registrando en el campo por la irrupción masiva de los grandes capitales financieros y transnacionales con el consecuente acaparamiento de tierras, territorios, recursos naturales, biodiversidad y conocimientos, a la vez que imponen la mercantilización del agro a todo precio; y de otro lado, la creciente deslegitimación del neoliberalismo; la reactivación de las luchas de protesta y recomposición del tejido social; el ascenso de gobiernos con respaldo de fuerzas populares; entre otros aspectos. Con este telón de fondo, respecto a las definiciones conceptuales se estableció:

• Desarrollar la lucha económica y la lucha política, entendidas como cambio del sistema y no solo del modelo;

• Combatir los mecanismos del capital financiero internacional y de las grades empresas multinacionales que hacen parte de una política de exterminio de desarticulación de la agricultura y de las organizaciones campesinas;

• Luchar por un modelo de producción de alimentos saludables, con visión agroecológica, recuperando conocimientos ancestrales, comprometida con el bienestar de quien produce, de quien consume y de quien es responsable por la preservación de la biodiversidad, actual y futura;

• Rechazar y combatir el uso de productos transgénicos por parte de las empresas multinacionales, además el uso de agroquímicos y la introducción de semillas de estériles, como el terminador;

• Oponerse a los esquemas de patentamiento de la vida, de nuestros recursos genéticos y monopolio del conocimiento;

Luchar por la seguridad y soberanía alimentaría que garantiza una distribución equitativa de alimentos saludables, mediante la promoción de un mercado ético y solidario;

• Luchar por la construcción y consolidación de un poder popular incluyente y democrático en el que participen todos los actores sociales involucrados;

• Orientación socialista, como alternativa al capitalismo (imperialismo, agro-negocio, latifundio), donde pueda florecer la vida en todas sus dimensiones y contra cualquier forma de explotación y opresión.

En cuanto a las políticas de alianzas acordó que la CLOC debe tener claridad de que no puede lograr su meta de construir alternativas al neoliberalismo, sin trabajar junto con otros movimientos que comparten nuestros valores y principios. Debemos siempre, ampliar y fortalecer vínculos con todos los movimientos sociales que se oponen al imperialismo y neoliberalismo, en especial con:

• Movimientos vinculados a la Vía Campesina

• Movimientos vinculados al Foro Social Mundial

• Movimientos de Jóvenes y Mujeres

• Movimientos ambientalistas /ecologistas

Aunque la CLOC mantendrá relaciones estrechas con la gran diversidad de movimientos y organizaciones para fortalecer la lucha contra el neoliberalismo y construir alternativas a la globalización, manteniendo una fuerte identidad como movimiento de campesinos, mujeres rurales, trabajadores rurales, pueblos indígenas y afrodescendientes rurales.