Estrategia de conflicto y estrategia de concertación -Chile

QUERCUM (Centro de Desarrollo y Estudios Jurídicos)es una asociación compuesta por abogados, educadores populares y estudiantes de derecho, que efectúa un trabajo jurídico popular en Santiago de Chile. Sus acciones se apoyan en las organizaciones populares, con vistas a prestar apoyo en la defensa colectiva de las comunidades, desarrollando la capacidad crítica de éstas. Forma parte del movimiento de servicios legales alternativos latinoamericanos, surgidos en el contexto del principio de los años 80 como una reacción ante los Estados represivos.

Jean DESIGNE: Ante el nuevo contexto político en Chile ¿se puede hablar de un cambio de estrategia en el QUERCUM, del paso de la estrategia de conflicto a la de concertación?

Manuel JACQUES: Nuestra estrategia de base sigue siendo la misma, pero a veces es necesario recurrir a la conciliación. Mediante la concertación, podemos dar fuerza de organización a grupos y a acciones dispersas. Hay que imaginar y debatir con la comunidad nuevas estrategias para la búsqueda de soluciones permanentes a sus problemas.

J.D.: ¿El hecho de evitar el conflicto no conduce a la neutralización del problema?

M.J.: En el caso específico de Chile, nos interesan las elecciones directas de autoridades locales. Si hay una voluntad organizada de la comunidad, los representantes locales deberán responder. Cuando la comunidad está organizada por sectores en función de una articulación permanente, se convierte en el verdadero poder local, y asume la autogestión. Pero hay que tener una gran claridad en cuanto a la estrategia a corto, mediano y largo plazo, para no dejarse absorber por el activismo.

J.D.: ¿De qué manera las poblaciones desfavorecidas pueden tener una participación real en este tipo de organización comunitaria?

M.J.: Voy a responder con un ejemplo. En Peñaloén, donde tenemos un centro de servicio legal, 700 personas invadieron un terreno. ¿Cuál es la diferencia entre una estrategia de ruptura y otra de acumulación de poder? La primera consiste en la ocupación simple, seguida de represión policial y de desalojo, con una posibilidad de éxito muy reducida para la comunidad. La segunda consiste en organizar previamente la comunidad y hacer todo lo posible para que la acción triunfe. Partiendo de la existencia de una ayuda financiera del Estado para que las personas que poseen una libreta de ahorro accedan a la propiedad, el comité comunal se organizó con el fin de que cada uno tuviera su libreta, prueba de la voluntad de ahorro y de la seriedad de las personas. El comité se dirigió en dos ocasiones al Ministerio de la Vivienda con el objeto de solicitar esta subvención para el grupo de personas, petición que no obtuvo respuesta. Entonces ocuparon el terreno y pidieron nuestra ayuda. Lo primero que hay que hacer es legitimar la ocupación y utilizar la legalidad informal como instrumento de lucha para legalizar la ocupación. Entonces llega el momento de negociar con las autoridades. Estas personas no son ni guerrilleros ni irresponsables, sino una comunidad organizada. Con la ayuda de los abogados, de campañas de firmas y de comités de apoyo, pudimos preparar el acuerdo de compromiso para comprar el terreno. Cuando se demuestra la seriedad del trámite, la represión se vuelve imposible. Cuando los expedientes están listos, es el momento de construir rápidamente las casas durante la noche, para institucionalizar aún más la situación. En el momento de la negociación, habrá que aceptar solamente a las personas que han adquirido su derecho, y no a las que llegaron en la última etapa. Para éstas, habrá que preparar otra ocupación más adelante. Esta estrategia es válida puesto que está basada en hechos concretos. Respondemos mediante una estrategia de concertación en función de la estratgia de conflicto. No se trata de abandonar el conflicto, sino de potenciarlo, de hacer posible el resultado que se persigue.