Durante mucho tiempo me pregunté cómo volver más accesibles y asimilables aquellos testimonios transcritos que iba devolviendo a sus autores. A menudo eran páginas y páginas y los propios autores tenían dificultades para ubicarse en ellas. A veces, las dejaban simplemente de lado. Otras, las retomaban pero sufriendo, sin sentirse a gusto en ellas.
Por supuesto hacía intentos por el lado de los títulos y sub-títulos. Pero, ¿cómo estructurar sin traicionar algo que es producto de una conversación y no de una ponencia? El hilo conductor no es aquí el mismo. Para que los títulos clásicos - es decir temáticos- tengan sentido, hubiese tenido que hurgar aquí y allá para reunir todo aquello que versaba sobre el mismo hecho o sobre el mismo concepto. Cuando lo hacía, me daba cuenta que mi rol excedía el de un colaborador y que me ganaba la tendencia a hacer decir lo que a mí me parecía importante. Por querer estructurar, me proyectaba yo mismo más allá del autor, mientras a él le correspondía más bien escoger yexpresarse a través de alguna estructura si así lo deseaba.
La reflexión sobre la naturaleza del testimonio dentro de la capitalización de experiencia me llevó luego a una pista de la cual tiendo a usar y abusar ahora. ¿Qué es el testimonio? No es la dem ostración de un saber o de una posición. Es más bien el relato de un pensamiento-acción que se vive y se elabora en el diálogo y sus rodeos. Entonces, me puse a buscar títulos y sub-títulos de relatos más que de ponencias.
Había cualquier cantidad para e scoger: una anécdota, una frase, una fórmula, muchos dichos del testimonio podían convertirse en títulos. ¡A tal punto que, en un momento dado, habíamos llegado al abuso de poner uno cada dos o tres párrafos!
Pero la cosa andaba. El lector se hallaba mej or allí, y sobre todo encontraba el deseo de picotear aquí o allá.
Hemos seguido pues por esta senda, tratando de que los títulos pudieran ya no estructurar ni resumir, sino expresar el itinerario del relato, su ritmo, y atraer al lector. Así, de extract o en extracto, varios títulos (numerados) terminaban por formar una frase, un mensaje.
Por ejemplo, « 38. Con la fusión, la organización comunal tiene ahora un solo interlocutor… 39. …y el trabajo es más integral; ya no son sólo las parcelas. »
Sería f also decir que todo esto no plantea problemas. En primer lugar, porque no es el autor quien hace la primera elección y nosotros influimos en aquello que él pudiera querer decir. Después, porque « eso no es serio », aparentemente.
De hecho, hemos comprobado que los autores entran poco a poco a corregir y mejorar sus títulos y que estos les ayudan a aceptar mejor el estilo oral adaptado, en vez de querer retomarlo todo bajo formas más « serias »: en la medida en que los testimonios comenzaban a ser compartidoslocalmente, el placer de los demás lectores terminaba por legitimar tales formas de expresión.
Actualmente esos títulos tienen un doble rol: se ofrecen como aperitivos en el Indice y se convierten en guías y descansos dentro del texto mismo.
comunicación, metodología
, Bolivia, Paraguay, Paises andinas, Cochabamba
En la búsqueda de otro estilo de título, la experiencia de transcripciones de toda clase nos condujo a intentar usarlos incluso en publicaciones finales. Con errores: en la transcripción de un taller en Paraguay, desemboqué en una lista de 105 sub-títulos, uno detrás del otro, sin ritmo. Con el hallazgo de numerosas posibilidades. En el primer libro de la capitalización del PRIV de Cochabamba, en Bolivia, jugábamos entre varios estilos. Así, el muy serio capítulo 14 (« Aportes y desafíos desde la experiencia en Organización ») tiene 4 sub-títulos (« De la fase de acompañamiento… » « …a la negociación… » « …de un Proyecto Campesino de Riego… » « …con su redefinición de responsabilidades y modalidades »), los cuales tenían a su vez otras formas de sub-sub-títulos.
Los títulos citados en el resumen provienen de un testimonio del PRIV=Proyecto de Riego Inter-Vallesde Cochabamba. El PRIV es realizado entre el Estado Boliviano y la Cooperación Alemana, desde 1977.La capitalización fue hecha con apoyo presupuestario de la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica, la GTZ. El primer libro de esta capitalización es « Dios da el agua, ¿qué hacen los proyectos? - manejo de agua y organización campesina », Hisbol-PRIV, La Paz, 1992, 250 páginas. El libro de Paraguay es « Trabajo de campo en desarrollo rural », editado en Asunción en 1991 por el PPUT=Proyecto Planificación del Uso de la Tierra(Ministerio de Agricultura y Ganadería/GTZ alemana) y la Cooperativa Colonias Unidas.
Traducción de la ficha « Capitalisation : comment sous-titrer des témoignages »