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diálogos, propuestas, historias para una Ciudadanía Mundial

Capitalización: Las necesidades de equipamiento

Pierre DE ZUTTER

07 / 1993

Mi primera capitalización grande, aquella de Honduras en 1979, la hice con una máquina de escribir y papel, nada más. Solo, lejos de aquellos colegas con quienes había compartido la experiencia, rodeado de los documentos que había conservado, no tenía necesidad de mucho más. Otros se sentirían satisfechos incluso con nada más que papel y lápiz. No es por tanto indispensable contar con un equipamiento extraordinario para iniciar la capitalización. Pero…

Pero lo que nos interesa de la capitalización es la valorización y el recojo de las vivencias y conocimientos de un número máximo de actores, quienes no siempre tienen por oficio el de escribir. Ahora bien, los aportes de cada quien dependen en gran medida, al menos inicialmente, de poder expresarse enla forma que mejor le ayude a elaborar, aún cuando haya luego que preocuparse en hallar aquellas formas más adecuadas para compartir. La expresión oral, el dibujo, la mímica, la canción…: la capitalización debe poner el oído (y el registro) al serviciode aquello que mejor sirve a los autores.

Dentro de nuestras experiencias de apoyo a la capitalización, la primera prioridad de equipamiento se volcó así a aparatos para el registro de voces: grabadoras y casetes. Cuestan poco, ocupan poco sitio y son mu y útiles. Muy útiles porque la oral es una de las primeras formas de expresión del terreno.

Y le agregamos un aparatito que muy rara vez se encuentra en nuestras instituciones: una máquina de transcribir, es decir un instrumento con pedal que permite una mayor comodidad y calidad de audición, a fin de poder pasar de lo oral a lo escrito.

Este instrumento (que nuestras organizaciones casi nunca poseen, incluso aquellas que cuentan con toda suerte de equipos, porque siempre nos preocupamos más en producir mensajes nuestros que en recoger y ayudar a elaborar los de otros) es una clave esencial para el salto de lo oral a otras formas de expresión. Se le confunde a menudo con el dictáfono - transcriptor que permite a un gerente o jefe dictar su correspondencia a la secretaria, y que frecuentemente utiliza minicasetes. Lo que nosotros buscamos es un aparato que sirva al terreno y que acepte los cassettes estándares, los más comunes en la práctica.

La segunda prioridad de equipamiento es la computadora. Ya se a para el manejo de la documentación escrita ya sea para el apoyo a lo oral y a su transcripción.

Sin computadora, me tocó alguna vez desechar el producto de semanas de trabajo, simplemente porque el proceso de corregir transcripciones se había convertid o en una pesadilla insoportable. Efectivamente se tiene que retomar el texto diez, veinte veces, sobre todo cuando se quiere devolverlo a fin de estimular nuevos aportes, nuevas formas de decir las cosas. La computadora ayuda a reducir lo pesado de semejante trabajo. Incluso, le restituye una creatividad interesante.

¿Qué computadora y qué programas? Muchas son las posibilidades, por cierto, pero las condiciones básicas podrían ser las siguientes: un disco duro con una adecuada memoria (al empezar el tr abajo por el registro de lo oral, se llega fácilmente a bailar con millones de bytes; agreguémosle la documentación…) ; un buen procesador de texto (jamás he tenido necesidad de otra cosa para una capitalización, y los hay excelentes que ya son de dominio público) y un programita para la gestión visual de las principales operaciones a realizar (para no tener que « aprender » informática).

Finalmente, se completa con una pequeña impresora a fin de poder devolver. Con una de las más simples - más tijera y goma- pueden prepararse rápidamente, sin problemas, productos artesanales bien hechos, agradables a la lectura, estimulantes para los autores. La fotocopiadora permite tener varios ejemplares, pero no hace falta tener fotocopiadora propia.

Todo esto cons tituye el equipamiento básico, que se podría adquirir con unos dos mil o tres mil dólares. Con esto, he podido registrar una conversación en la mañana, y reproducirla al mediodía siguiente en forma de un folletito de 20 páginas, bellamente impreso.

Luego se puede mejorar. Por ejemplo, una computadora portátil es muy agradable en terreno. Se puede incluso soñar: un scanner permite recuperar dibujos campesinos, recoger las evoluciones de un « mapa parlante »; etc.

Palabras claves

informática, comunicación


, , Honduras

Comentarios

La computadora - que supone dependencia y una tecnología susceptible de fragilizar culturas locales - adquiere dentro de la capitalización una nueva dimensión, favoreciendo, facilitando y acelerando tanto la elaboración de conocimientos locales como el compartirlos con otros.

Notas

Traducción de la ficha « Capitalisation : les besoins d’équipement »

menciones legales