« Don Cilico mira una vez más los papeles y se decide:
- Ingeniero, ¡no entiendo para nada sus listas! ¡Mejor déme la mía! »
En la capitalización « Dios da el agua, ¿qué hacen los proyectos? » el ingeniero civil Luis Salazar cuenta esta « respuesta » de los camp esinos-indígenas de Cochabamba en Bolivia a uno de los esfuerzos del PRIV. El Proyecto había « organizado » los miembros de la comunidad en orden alfabético con el fin de facilitar su manejo por computadora de los derechos al agua de riego que iban adquiriendo con su trabajo. ¡Pero el orden escogido no correspondía a nada para los campesinos!
La anécdota es una de las que sirven a Lucho para presentar cómo el Proyecto fue descubriendo progresivamente las realidades y lógicas de la organización campesina c on la cual trabajaba. A partir de muchas respuestas así (verbales, activas, pasivas, de toda clase)elabora enseguida una visión de la organización campesina útil a este tipo de proyectos: la « comunidad » como estructura socio-territorial, como actriz principal de su « desarrollo », como socia principal del proyecto que la apoya.
¿Está completa esta visión? De ninguna manera. Pero se trata de un conocimiento para la acción que al mismo tiempo ofrece varias pistas para que otros puedan enseguida profundizar mejorar, contribuir a un mejor conocimiento del campesinado en general, de las organizaciones populares, del campesinado cochabambino en particular.
Su texto y el de sus colegas ofrecen en realidad una cantidad impresionante de material para transformar la visión clásica que existía en muchos ámbitos sobre el campesinado en Cochabamba. Y finalmente lo hacen mejor que un estudio, porque no parten de categorías preestablecidas de análisis sino del proceso de confrontación-diálogo entre las propuestas del Proyecto y las respuestas campesinas. Lo cual permite despertar el interés en todo tipo de público, ya sea por los descubrimientos que se expresan, ya sea por las preguntas explícitas e implícitas que aparecen.
He ahí algo de lo que se puede esperar de u na capitalización de la experiencia: conocimientos sobre todo y para todos.
Sobre todo. El ingeniero civil no se limitó a « su parte ». El debía trabajar con los campesinos y ello le obligó a hacer el aprendizaje de su organización. No tiene las palabras d el sociólogo, ni las del antropólogo. Su objetivo no es describir la organización campesina sino contar cómo la descubrió y lo que cree haber aprendido. Y contando-reflexionando toca muchas cosas, lo que le permite aportar a todos.
Para todos. Ahí hay pa ra los responsables de proyectos, para los especialistas en riego, para los técnicos de terreno, para los investigadores en ciencias sociales, para los propios campesinos que podrían, a través de lo que se cuenta, comprender mejor los deseos y creencias de los ingenieros y desarrollar así su capacidad de negociar con ellos.
La experiencia vivida no necesita ser « integral » ni « interdisciplinaria » para tocar de todo. En la medida en que se inscribe en la vida de los actores locales, en donde todo está ent relazado, puede ser especializada al tiempo que descubre la globalidad. Por lo tanto, capitalizar la experiencia no debería limitarse a considerar aquello que concierne a la propia rama de uno sino tratar de expresar todo tipo de hallazgos, de dudas, de desafíos encontrados, aún cuando no se expresen en el lenguaje « apropiado ». A menudo es esta expresión, desde la práctica y sus palabras, la que ayuda a atravesar muchas barreras entre disciplinas.
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, Bolivia, América Latina, Paises andinas, Cochabamba
Dentro de esta búsqueda de conocimientos sobre todo y para todos hay un componente importante para el ejercicio de la democracia, por lo menos en los Andes. La cultura andina equilibra la delegación de responsabilidades y de poderes con un gran esfuerzo de « control social » que se expresa en las prácticas de asambleas, en incontables actividades colectivas, en la característica « abierta a todos » de las reuniones, de las formaciones, etc.
Una capitalización sobre todo y para todos, mejorando la circulació n de la información en el seno de las organizaciones locales, en el seno de los proyectos, debería ayudar a reforzar la capacidad de « control social » y así, un mejor funcionamiento de la democracia.
El PRIV=Proyecto de Riego Inter-Valleses realizado en Cochabamba-Bolivia por el Estado boliviano y la Cooperación Alemana, desde 1977. La capitalización fue financiada por la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica, la GTZ. El libro mencionado fue publicado en La Paz por Hisbol-PRIV, « Dios da el agua, ¿qué hacen los proyectos? - manejo de agua y organización campesina »; 250 páginas. Los autores son: Humberto Gandarillas A., Luis Salazar V., Loyda Sánchez B., Luis Carlos Sánchez E. y Pierre de Zutter.
Traducción de la ficha « Capitalisation : des connaissances sur tout et pour tous »