Entrevista a Fernando Ossandón, ECO EDUCACION Y COMUNICACIONES, Santiago

Es difícil aislar el tema de la concertación de la contratación de servicios. No recuerdo algún trabajo donde se diga, "nosotros y ustedes pensemos algo juntos y a partir de eso hagámoslo juntos"; no recuerdo ninguna experiencia que tenga ese extremo de concertación. Pero en un contexto de contratación de servicios hay experiencias que si responden a esa dinámica. Las más significativas en este sentido han sido: Contratación de los servicios de ECO por parte del FOSIS para confeccionar cartillas educativas. Prestaciones de servicios al MINVU para el Programa de Vivienda Progresiva. Asesoría solicitada por la Dirección de Desarrollo Comunitario de Conchalí para la difusión e información de programas sociales. Asesorías al INJ y al MIDEPLAN. Talleres regionales de comunicaciones solicitados por el Ministerio Secretaría General de Gobierno. Algunas de estas concertaciones han sido vía contrataciones, otras a traves de concursos. A veces tambien hay licitaciones, pero son más o menos amarradas, porque al convocante le interesa que el trabajo lo haga ECO. Todo esto se logra por una combinación de factores, donde hay un reconocimiento a las personas, más el prestigio que tiene ECO en las materias que son de su competencia. Tambien hay cosas que ECO ha buscado, sugiriendo ideas. ¿Nos satisface esta relación? Desde el punto de vista marco, el estado tiene que diseñar ciertos campos de acción. Como todas las ONGs, aspiramos muy fuertemente a no ser invitados a ser meros ejecutores de esas políticas, sino que a tener opinión en su diseño. ¿Cómo se da y cuanto se da esto? Es variable. Por ejemplo, las contrataciones con el MINVU son formales y determinadas; sin embargo ellas consisten en invitarnos a proponer el diseño de una política. En este caso, nuestras propuestas fueron bien acogidas y evaluadas, pero es evidente que buena parte de ellas no han sido puestas en práctica. El MINVU choca con un estado poco moderno que le impide muchas veces hacerse cargo de las ideas que surgieron de nosotros hacia ellos. En el del programa "Entre Todos" del FOSIS ha habido invitaciones a seguir reflexionando el tema del diagnóstico y a hacer algún seguimiento. Tambien uno puede reconocer en el FOSIS y en el INJ una capacidad de escucha respecto a lo que nosotros tenemos que decir, por ejemplo, en cuanto a la manera de trabajar con los jóvenes. No podemos entonces dibujar una tendencia. Este tipo de trabajo ha sido fruto de bastante esfuerzo. Entre el 90 y el 91 nos dimos bastantes cabezasos, pero de repente en el 92 nos comenzaron a llamar. Este esfuerzo fue algo compartido con la institucionalidad. Respecto a los municipios, aunque con la municipalidad de Conchalí nuestra relación ha sido intensa, su percepción de las ONGs hace inviable el trabajo. Los municipios tienen una visión muy estática, nos ven como meros ejecutores, son muy rígidos, y son muy pobres. Se acercan a las ONGs para allegar más recursos. ¿Cómo quisieramos que fueran los vínculos con la institucionalidad? Me parece peligroso tener una suerte de convenio permanente. Pudieran pasar solamente por el filtro de las personas o de las adhesiones políticas, o por alguna forma de corrupción. Quisieramos que la relación, si va a ser permanente, fuese entre la ONG y el organismo estatal pertinente, y no por mediación de determinadas personas. Debería ser tambien más transparente e institucional, y no tan centrada en confianzas personales. Hemos tenido relaciones, por otra parte, con los medios de comunicación. En este caso no ha habido una real acogida a los temas de discusión que les hemos propuesto. Con los empresarios hay recelos mutuo y curiosidad. En un seminario que organizó Participa se presentó el resultado de un estudio de la relación ONGs-empresarios. Según el estudio sólo el Hogar de Cristo tiene una relación buena y estable con ellos. Hay hasta cinismo en los empresarios. En su discurso aparentemente uno encuentra sintonía, una apertura a la ONG que llama la atención, y uno quisiera entusiasmarse. Pero cuando se informa con quienes trabajan, las únicas tres "ONGs" con las que se vinculan los empresarios son el CEP, Paz Ciudadana, y la Fundacion Kast, o sea ellos mismos.