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diálogos, propuestas, historias para una Ciudadanía Mundial

La Universidad Tierra Ciudadana tiene que ser capaz de mostrar el valor de lo único, al mismo tiempo que nuestras similitudes

Carla ESTRADA JOPIA

01 / 2009

Para ello, se requiere valorizar la experiencia, aprender de las prácticas y asumir que todos somos aprendices, enfatiza Marco Vargas.

Marco Fidel Vargas Hernández, trabaja en el Centro de Investigación y Educación Popular, CINEP en procesos educativos en el Magdalena Medio en Colombia.

En este momento, acompaña la escuela campesina del Magdalena Medio en educación no formal y en educación formal acompaña las escuelas básicas integrales sostenibles, EBIS. Actualmente, además colabora en la creación de una facultad de educación que permita fortalecer todos los procesos educativos de la región.

¿Cómo concibe el perfil de un líder social?

Yo creo, no tanto en perfiles, sino más bien en cambios culturales, creo que hay que buscar un líder que tenga una nueva concepción de la vida, del mundo, que sea un líder que cuide la vida, que cambie sus relaciones con él mismo, con la naturaleza y que cambie sus relaciones con el ser humano.

Cuando digo que cambie sus relaciones consigo mismo me refiero a que comprenda que todos los problemas que hay en la humanidad nacen al interior del ser humano. O sea, que nosotros somos responsables humanamente de lo que esta pasando en la vida. Que si hay problemas de contaminación, son creados por el mismo hombre, que si hay problemas de violencia, son creados por el mismo hombre o nacieron en el mismo hombre, así como la opresión y la injusticia.

Hay que cultivar y reflexionar sobre el sí mismo, sobre nuestros deseos, necesidades, miedos, intereses y conocerse a sí mismo. Mediante esa reflexión extraer las claves del sujeto y el líder como actor social y como agente trasformador. Creo que el líder debe ser un hombre con una nueva forma de relacionarse con la naturaleza, de cuidarla, de saber producir evitando la destrucción, saber relacionarse con ella de una forma más estética, más espiritual, reconocer que el hombre es un ser natural, es un animal también, que no se puede desprender de esa naturaleza, pero tiene que tener una nueva conciencia en esa relación. Y con el otro ser humano, bueno, tiene que abandonar las relaciones de opresión, de dominación, dejar de estar en relación con el otro para dominarle, para reconocer en el otro un ser humano que es igual que uno.

Desde su experiencia, ¿cómo puede ser un aporte a la conformación de una Universidad Tierra Ciudadana?

Las escuelas y los trabajos que nosotros hacemos se realizan en zonas de conflicto, donde los líderes han sufrido mucho la violencia, nacieron, viven y han padecido la violencia. Eso puede dar una prospectiva al mundo de qué es lo que no se debe hacer, y de donde están las equivocaciones de la vida. Eso puede ser un aporte, no desde lo negativo, sino un aprendizaje de cómo hay que cuidar la vida y cuánto vale.

¿Su propuesta entonces es aprender de la experiencia?

Exacto, desde este contexto de violencia hemos aprendido a querer tanto la vida, a valorarla tanto y a reconocer que lo primero es la vida y su humanización…

¿Cómo se construye conocimiento a partir de la experiencia? Usted habló de experiencia, teoría y simulación.

Un líder se va construyendo como líder cuando tiene un proyecto de vida y este proyecto de vida hay que construirlo y simularlo. Este proyecto de vida, el buen vivir, la buena vida, uno se la imagina, la reflexiona y eso es simulación, pero esa simulación del buen vivir hay que volverla práctica y para eso, uno tiene la experiencia de lo que ha vivido, de lo que es posible, el aprendizaje de la vida se hace en la acción y por eso es tan válida la experiencia, y por eso tiene que ir de la mano con la simulación. Pero también es necesario comprender desde la teoría si es posible realizar ese deseo, ese sueño, ¿cómo es posible?, ¿cómo hacerlo gradualmente?, ¿qué etapas se tienen que realizar?, porque la teoría nos puede dar métodos, instrumentos, nos puede volver más lógicos para lograr nuestras deseos o utopías. Por eso es necesario cruzar la experiencia, la ciencia y las nuevas realidades.

¿Cómo visualiza una Universidad Tierra Ciudadana?

Creo que sobretodo hay que valorar a los aprendices, quienes van a participar tienen todos una experiencia desde cada contexto, son múltiples, todos entramos a aprender, porque queremos un mundo diferente, y necesitamos construirlo. Por eso, es necesario saber cuáles son esas realidades, cuáles son los deseos, los sueños; desde los pescadores, por ejemplo, cuál es su filosofía de vida, porque la experiencia nos muestra filosofías de vida. Hay que conocer esas filosofías de vida que se busca mantener, o que están luchando por mantener en un mundo de globalización que esta siendo arrasador, homogéneo, que niega esa multiplicidad de miradas.

Ante este nuevo contexto, ¿cuáles son los nuevos desafíos de los líderes sociales?

Hay nuevos desafíos, porque esta sociedad todo lo quiere volver consumo, todo lo quiere volver mercado, todo tiene valor de mercado, el aire, el agua, el cuerpo, la mirada, ¡todo lo vuelve mercado, todo lo quiere consumir! Mientras que, la cultura, la filosofía de la vida, por ejemplo en el caso del pescador que lo que quiere es una vida de placer, de contemplación, de goce, de comunidad, como observamos en nuestra salida a terreno, se contrapone a eso.

Hay una confrontación de dos formas de vivir, y la universidad desde su reflexión académica tiene que contribuir a consolidar esas formas de vida sin que se subvaloren, sin que se desprecien, sino que se reconozcan como formas tan dignas como lo es el mercado.

Pero que la academia realice ese cambio requiere un esfuerzo…

Las academia tiene que replantearse sus propuestas, no puede quedarse trabajando solamente para una forma de vivir como la del mercado, tiene que contribuir a fortalecer esa multiplicidad de formas de vivir, como la africana, como la de los campesinos, porque los campesinos tienen derecho a vivir su vida y son igualmente dignos que las negritudes, que los financieros, etc. Los financieros también tienen una visión de la vida que debe ser respetada, no vamos a decir que todo el mundo debe vivir de la manera en que lo hacen los campesinos o pescadores, pero la humanidad es pluralismo, multiculturalismo, finalmente lo importante es que todos somos humanos y nos tenemos que valorar y respetar. ¡Creo que ahí esta el nuevo liderazgo!

¿Cuál es el rol de un centro de educación popular en este proceso?

Nosotros acompañamos, construimos conocimiento con ellos, construimos propuestas de vida para los territorios y vivimos, aprendiendo de ellos.

En lo que si quiero ser claro, es que cuando hablamos de comunidades de aprendizajes es que todos somos aprendices, o sea, aprende tanto el campesino, el pescador, el profesional, el investigador, todos en las mismas condiciones. Nosotros llegamos con nuestra caja de herramientas que nos dio la academia, una caja de herramientas conceptuales, nocionales, teóricas, para comprender lo que está pasando y comprender a la gente, contribuir a la comprensión, pero no mucho más porque finalmente estamos en las mismas condiciones que ellos.

¿Cómo se forma al formador?

Para mí, el formador tiene que formarse para aprender a resolver los problemas de la vida, o sea que su tarea y su contribución es ayudar a resolver problemas, construir hipótesis de salidas, hipótesis pertinentes, que digan algo serio a la gente, pero que se puedan realizar en la vida, o sea que en la práctica se puedan demostrar reales, viables.

El formador debe formarse en la teoría, en la práctica y en la acción, tiene que ver, analizar y actuar…es el método, observar, mirar problemas, hipótesis y acción para construir nuevas realidades.

Como Universidad Tierra Ciudadana, ¿cuál cree que son los desafíos?

Para mí, el desafío es en dos niveles, primero un cambio de conciencia, hay que trabajar la conciencia, no se trata de concientizar, tiene que haber un cambio de desde lo interior, tenemos que ver qué somos y ser responsables de nosotros mismos.

Luego, el desafío más profundo es el cambio de paradigmas, al reconocer que vivenciamos una misma patria que es el mundo, que somos ciudadanos de una misma tierra, salir de nuestros comunitarismos, de nuestros países y fronteras imaginarias, para reconocer que todos estamos hechos de la misma sangre, de una misma estructura, al tiempo que somos diferencia, una unidad pero al mismo tiempo una multiplicidad.

¿Qué hacer para englobar la multiplicidad sin perder la particularidad?

La Universidad Tierra Ciudadana tiene que mostrar que el ser humano hoy, se esta globalizando y mundializando. Todos los seres en el cosmos somos únicos, nadie es igual que otro, y nunca existirá alguien como tú. Somos tan únicos, somos tan diferentes, pero al mismo tiempo somos lo mismo. Esta concepción la trabajamos en la escuela, mostrando el valor de lo único pero al mismo tiempo de nuestras similitudes, todos queremos reconocimiento, todos queremos ser amados, tenemos miedo a la exclusión, a la violencia, todos nos necesitamos, somos parte de una misma comunidad humana. Trabajar sobre eso es crucial y por eso es tan importante el manejo del conflicto, el aprender a dialogar, creo que son los retos del nuevo paradigma.

¿En su experiencia, cómo se lograr ese cambio?

Nosotros trabajamos en proyectos que nacieron de las mismas comunidades y les pertenecen, pero acompañamos a la gente y también hacemos una mediación pedagógica para que nazca el sujeto, el ser humano que hay ahí, luego, que el sujeto se vuelva participante de su propia vida, que el ser humano se transforme en actor y cuando se transforma en eso y comienza a participar se vuelve un ciudadano…

¿Cómo es el proceso?

El proceso es reflexión y acción. Nosotros llegamos a un territorio no a una sala de clases, planteamos, ¿cuáles son sus problemas que tiene?, los identificamos con ellos y vemos cuál es su solución, cuál es la manera que ven ellos como la más pertinente para solucionarlo. Ahí él va descubriendo que tiene que asumir su vida y cuando la asume comienza a ser un actor. Tiene que participar y tiene que volverse un ciudadano responsable porque tiene que relacionarse con otros para solucionar los problemas. La solución no está en uno sólo, está en varios actores.

En los primeros encuentros comenzamos reflexionando sobre el sujeto interior, tenemos talleres, módulos ya escritos. Y ¿cómo hacemos esta valorización?, empezando por querer el cuerpo, con danza, plastilina, música de la región. Usted no puede construir un ciudadano si no asume su propio territorio, desde el propio cuerpo. Luego de asumir su territorio cuerpo, se asume su casa, su vereda o municipio. Pero lo importante para nosotros es que no puede haber ciudadano si no comienza por el propio cuerpo.

Hay que bajarle a la razón para darle al cuerpo, a la emoción, al afecto, hay que darle una justa proporción a cada una de estas dimensiones. Siempre llegamos a la conclusión de que parece que somos más cuerpo y emoción que razón. No puede haber vida si dañamos el cuerpo, la tierra, no puede haber ciudadano que destruya su cuerpo.

¿Cómo reaccionan las comunidades ante esta nueva visión?

El entusiasmo es notable, porque es vital, llamamos a eso bio-pedagogía, aprender en la vida, para la vida, es la pedagogía del aprender a vivir. La finca campesina, por ejemplo es un cuerpo también, es el lugar que da el alimento, hay que valorarlo y respetarlo, permitir su destrucción es un suicidio.

El proyecto de vida de una comunidad debe ser su finca también, su casa, todo. Pero esa finca no la define un solo individuo, primero lo hacemos en pequeños grupos, luego en redes de campesinos, y así identificamos qué tipo de finca queremos en la región. Una vez que logramos identificar un proyecto de finca, ¡a trabajar por ella!

Palabras claves

educación popular, formación, líder, valorización del conocimiento práctico, valorización de la experiencia


, Colombia

dosier

Universidad, educación popular y formación de líderes sociales

Comentarios

Es innegable que el hombre, con su acción devastadora ha malgastado los recursos, ha puesto en riesgo el ecosistema y ha oprimido y matado a seres humanos y animales. El estado en que se encuentra el planeta exige entonces que comencemos a explorar nuevas sensibilidades y los líderes sociales no están ajenos a ello. Resulta necesario el comenzar a cultivar nuevas formas de relacionarnos con el planeta, pero imperativo cambiar nuestro modo de relacionarnos con el ser humano. A este imperativo se refiere Marco Vargas, al gobierno del respeto a la diferencia, de la equidad, a la recuperación de los afectos, las emociones, en fin…lo que nos hace ser humanos.

Notas

Esta entrevista fue realizada durante el encuentro Universidad, educación popular y formación de líderes sociales, realizado en Reñaca, Chile, del 8 al 13 de diciembre de 2008.

Fuente

Entrevista

Marco Fidel Vargas Hernández, Centro de Investigación y educación popular CINEP, Cra 5 # 33a-08. La Merced, Bogotá - COLOMBIA - +571 245 61 81 - macofi (at) yahoo.com

ALMEDIO - 2, traverse Baussenque, 13002 Marseille, FRANCE Almedio Consultores. Norma 233, Maitencillo. Comuna de Puchuncaví. Va Región, CHILI - Fono: (56)32 277 2231 - Chile - www.almedio.fr - info (@) almedio.fr

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