El arte de la pintura indígena revoluciona los zapatos deportivos de la empresa trasnacional Converse
07 / 2005
Pinotepa de Don Luis es un hermoso poblado enclavado en el suroeste del estado de Oaxaca, precisamente en la llamada costa chica en el Pacífico mexicano. Su superficie total es de 51km2. Su población total es de 6500 personas de las cuales aproximadamente el 80% son indígenas de origen zapoteco y mixteco. Cabe señalar que aunque hablan español, la lengua materna indígena es el medio de comunicación predominante. En este lugar el 80% de la población se dedica a actividades relacionadas con la agricultura o la ganadería.
Aquí, la densa selva semitropical simultáneamente es testigo y objeto vivo de las múltiples expresiones artísticas del lugar. Ejemplos sobran, como la elaboración de servilletas, huipiles (prendas femeninas tradicionales compuestas por varios lienzos que se unen entre sí con ribetes, telas de otro color o bordados hechos a mano) y bolsas tejidas en el ancestral telar de cintura construido con palos de madera, en el cual hábiles y pacientes manos femeninas tejen hilo por hilo cada figura. El teñido de prendas textiles con colores obtenidos del caracol a través una técnica milenaria y la música y la danza tradicional, son otros ejemplos vivos de la cultura local. Pero nada caracteriza más a Pinotepa de Don Luis que el tallado sobre la superficie convexa de la jícara (vasija y fruto que nace del árbol jícaro, parecida a la calabaza) sobre la cual hombres y mujeres dan rienda suelta a su creatividad. Por ello, no es casual que en este lugar haya nacido un grupo de artistas gráficos que hizo posible la creación del taller donde las nuevas generaciones pueden aprender la técnica del tallado y ampliar sus conocimientos a otras técnicas como el grabado en metal, en madera, en linóleo, etc., usando los clásicos colores blanco y negro o mezclando colores vivos.
Se trata de un largo proceso en el cual podemos citar un punto de referencia. Hace diez años Noe (el presidente de la asociación) comenzó a impartir clases de artes gráficas en forma gratuita y voluntaria, por amor al arte. De esta manera respondió al apoyo económico y moral que su abuelo le brindó para que él estudiara profesionalmente lo que más le apasiona: la pintura. Convencido del talento que rebosa en este lugar, decidió en el año 2000, hacer una invitación abierta a su comunidad para trabajar en las artes gráficas, principalmente a las personas mayores por su larga experiencia en el tallado de la jícara. Curiosamente fueron los jóvenes los que abrazaron esta iniciativa con mucho entusiasmo. Fue entonces que, en una asamblea comunitaria celebrada de acuerdo con los usos y costumbres del pueblo, se llegó al consenso sobre tres puntos esenciales. Primero, crear una organización de grabadores a nivel municipal; segundo, solicitar al ayuntamiento un espacio en el centro del pueblo para enseñar y trabajar las variadas técnicas del grabado y la pintura; y tercero, abrir conjuntamente canales de difusión de sus creaciones artísticas. Con éxito, les fue otorgado un espacio en el interior del salón de usos múltiples municipal. Finalmente en el 2004 el grupo se instituyó como Asociación de Grabadores Mixtecos A. C., debido a que como organización civil se abría la posibilidad de tener acceso a apoyos económicos para la adquisición del material necesario para su trabajo.
Doce son los miembros de esta asociación y se trata de un grupo muy joven con edades que varían entre los 16 y los 45 años de edad, y la mayoría no rebasan los 30 años. Casi todos comenzaron a trabajar estas técnicas en la adolescencia. Unos han sido becados en los cursos del Taller de Artes Plásticas “Rufino Tamayo” de la Ciudad de Oaxaca dirigido por el reconocido pintor oaxaqueño Juan Alcázar. Otros aprendieron de sus padres y después se instruyeron en otras técnicas. Pero todos han sabido desarrollar su habilidad innata y consolidar una profunda relación de reciprocidad que les permite retroalimentar constantemente sus conocimientos individuales y colectivos. Menuda sorpresa se llevaron cuando poco tiempo después, se les presentó la oportunidad de redimensionar el arte de la pintura en México a través de una colaboración directa con una de las más grandes empresas transnacionales de calzado deportivo a nivel mundial, el grupo norteamericano Converse.
José Zaga (presidente del Grupo Converse de México) pretendía transformar la apariencia y el sentido del clásico zapato deportivo, y pensó en convertirlo en un alebrije (artesanía mexicana hecha de papel y pintada con colores alegres y vibrantes que representa a un animal imaginario, conformado por elementos físicos de varios animales diferentes). Para ello, José consultó a Juan Alcázar (Coordinador del Programa de Talleres Comunitarios en Oaxaca) sobre cuál sería el equipo de artistas con las características necesarias para realizar esta tarea. Entonces Alcázar, conocedor de la diversidad artística de la región y del espléndido trabajo pictórico del grupo de grabadores mixtecos, consideró que estos podían cubrir las expectativas de la empresa Converse. Así, se concertó una entrevista entre ambos grupos quienes acordaron colaborar para crear un nuevo tipo de zapato deportivo, un zapato-obra de arte, pintado a mano por los propios indígenas mixtecos. Y aquí fue donde nació el proyecto Pintando Pasos como un espacio novedoso para plasmar ideas, preocupaciones, sentimientos y estados de ánimo de este grupo de artistas
En agosto 2004 llegaron los primeros pares de zapatos deportivos listos para ser pintados por los entusiastas pintores. Una de las bondades que reconocen los artistas mixtecos de esta novedosa superficie es que el zapato deportivo es un espacio tridimensional que posee diferentes partes como la lengüeta y los orificios de las agujetas para darle vida a sus inspiraciones. Los grabadores cuentan con libertad total para elegir una temática y expresar en su obra lo que ellos desean. A algunos les gusta pintar peces de todo tipo, mariposas, plantas, caballos, flores, etc. Otros plasman su estado de ánimo, pueden pintar con colores muy vivos si están alegres, o con colores más sobrios o formas abstractas si la tristeza los invade. Para unos, el origen de la pintura sobre el zapato-obra de arte proviene directamente de las ideas plasmadas en el tallado de la jícara. Ellos logran también captar e imprimir la algarabía de sus fiestas populares enmarcadas por la belleza natural del lugar. En concreto, los grabadores mixtecos plasman lo que florezca en su mente y corazón. Cada par de zapatos-arte es irrepetible, y por ello, cada uno de los zapatos lleva la firma de su autor como sucede con toda obra de arte.
Estos jóvenes trabajan día a días con mucha disciplina, apoyados en los valores que la comunidad les ha inculcado y acompañados siempre de los consejos de su experimentado maestro y amigo Noe. Gracias a esto, la comunidad los reconoce como jóvenes responsables, trabajadores y con un gran futuro por delante. La comunidad ve con muy buenos ojos el proyecto Pintando Pasos porque gracias a que logran difundir su arte ancestral se le da renombre al pueblo y los grabadores obtienen un ingreso que contribuye al sustento material de sus familias.
Estos intrépidos mixtecos se muestran agradecidos con la empresa que confió en su trabajo, pues hasta la presente etapa del proyecto, Converse les ha brindado gratuitamente tanto la materia prima como los canales de distribución y les ha entregado el 100% de la venta total de cada par de zapatos-arte. Hasta ahora se han pintado alrededor de mil pares que han sido distribuidos en países como Francia, Alemania, Estados Unidos, México y Japón en un precio que oscila entre los 200 y 300 dólares por par. Además, Converse está exhibiendo en distintas partes del mundo una colección de estos zapatos-arte. En estas condiciones, los miembros de la asociación se muestran contentos y optimistas al mostrar su trabajo artístico mixteco, no sólo dentro de Oaxaca y México sino también a nivel internacional.
Consideran que el trabajo manifestado en los zapatos-arte es una forma de decirle al mundo que los indígenas mixtecos existen. Es una manera de reafirmar su identidad cultural y de reconocerse orgullosamente como indígenas, como una innegable muestra de toda la capacidad creativa que encierra esta cultura prehispánica y que se actualiza constantemente.
Además, este grupo contribuye a que otros grupos de artistas difundan su trabajo, pues han incluido en su acuerdo con Converse a una organización de mujeres tejedoras, las cuales tejen cuidadosamente cada una de las bolsas en las que son envueltos los zapatos-arte al ser vendidos.
Para ellos no existen límites en cuanto a los espacios para desarrollar una obra pues reconocen que si un taller productor de huaraches mexicanos (sandalias abiertas tradicionales, normalmente elaboradas en cuero) les hubiera propuesto pintar este calzado típico, de igual manera hubieran aceptado el reto.
A pesar de que el proyecto ha crecido, los grabadores mixtecos no se dedican exclusivamente a pintar zapatos-arte sino que siguen trabajando otras técnicas, pues de hecho, la pintura de zapatos deportivos no es lo que más los apasiona. Cada uno posee un gusto peculiar por distintas técnicas con las que se identifica y a través de las cuales puede expresarse mejor. Entre los gustos más recurridos se encuentran el grabado en metal o madera y la pintura al óleo. De hecho, estas técnicas exigen mayor tiempo y dedicación. Por ejemplo, un grabado toma alrededor de una o dos semanas, dependiendo de la técnica, el tamaño, el número de colores, la superficie y la habilidad de cada grabador. Mientras que la pintura de un par de zapatos-arte consume entre dos o tres días de su tiempo, dependiendo también de la temática, el estado de ánimo de cada artista y del tamaño del zapato.
Tampoco los zapatos-arte son lo único que comercializan, ya que los grabados son emitidos periódica y colectivamente y se venden por carpetas. Cada carpeta con doce grabados es vendida aproximadamente en 3500 pesos (aproximadamente US $350 dólares). En estos trabajos también es libre la elección de la temática, la técnica y la superficie. Una vez terminada una carpeta, ésta se hace llegar a diferentes empresas, personas u organizaciones interesadas o son vendidas en exposiciones. En contraste, las jícaras se venden de manera individual porque cada grabador las talla en el taller o en su propia casa.
Merece reconocimiento la sensatez y madurez con la que el grupo está asumiendo el proyecto Pintando Pasos, pues hasta ahora el grupo de grabadores mixtecos no ha firmado ningún convenio con la empresa. Esto no sucederá hasta que no sean revisadas cuidadosamente cada una de las cláusulas. Si no se presenta ningún inconveniente, probablemente se firmará el convenio por dos años y será renovado a su término, dependiendo de la evolución del proyecto.
Sin embargo, el objetivo prioritario del grupo no es el acuerdo con Converse sino integrar a más gente a este esfuerzo colectivo y construir, en un mediano plazo, un taller propio. De hecho el grupo completo está ahorrando una parte de los ingresos obtenidos para comprar un terreno. La expectativa es crear no sólo un taller sino también un Museo de la Jícara porque éste es el único lugar del país donde se graba este tipo de vasija vegetal. Se pretende crear un espacio donde se puedan apreciar las diferencias generacionales en el grabado de la jícara pues existen niños que desde la edad de 12 años ya practican esta técnica. Por otro lado, en un largo plazo, se tiene planeado crear un Instituto Comunitario de Cultura donde se instruya por igual a jóvenes y adultos sobre artes graficas, danza, música, gastronomía tradicional, etc.
Desde la reflexiva mirada de estos prometedores artistas, el trabajo que llevan a cabo contribuye a la transformación de la cultura mixteca. En ese sentido, su experiencia la califican como positiva porque consideran que su cultura se va enriqueciendo con nuevas formas, va tomando otro color cuando la comparten con todo aquel que busca aprender de sus conocimientos y costumbres. En palabras de Noe, para los grabadores mixtecos “la cultura es como una pintura al óleo a la que ellos le añaden, con su trabajo, un color nuevo que se mezcla con los otros para hacerla más rica en matices”.
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, México, América Latina, Pinotepa de Don Luis, Estado de Oaxaca.
Integración regional en América Latina : Chile, Colombia, México
Recientemente las culturas originarias que sobreviven en América Latina han resurgido relativamente de la situación de marginación a la que fueron confinadas en muchos planos, incluido el cultural. Esta condición ha sido heredada del proceso de conquista y colonización europea en estas tierras. Estas culturas están revitalizado su papel de sujetos transformadores de la sociedad y de su propio entorno. Ejemplo de ello es la Asociación de Grabadores Mixtecos Unidos, A. C. que ha decidido plasmar su arte y su cultura en el zapato deportivo de la empresa trasnacional “Converse”, es decir, en un espacio propio de la cultura no indígena. La comercialización en Norteamérica, Europa y Asia de las obras de arte realizadas en éste rincón de Latinoamérica introdujo a los grabadores mixtecos en la llamada “globalización”. Sin embargo, ellos le imprimieron otro significado convirtiendo esta experiencia en una forma atípica de ingresar al mercado mundial. Se trata de una experiencia novedosa que no significó el sacrificio de su identidad sino una opción para reafirmar sus raíces mixtecas en medio de un proceso de integración global que amenaza con retomar símbolos de las culturas indígenas para reducirlos a simples mercancías. Sin duda, el amor a su tierra, a sus tradiciones y a sus lazos sociales, el carácter comunitario de sus planes y esa fraternidad que guardan entre sí, no han podido ser desmembrados por el dinero ni por la fama obtenidos a partir del proyecto Pintando Pasos.
Más información en: www.grabadoresmixtecos.org.mx y www.converse.com.mx Esta ficha fue realizada en el marco del desarrollo de la alianza metodológica ESPIRAL, Escritores Públicos para la Integración Regional en América Latina.
Entrevista
JACINTO LEYVA, Noe, LOPEZ MENDOZA Ildefonso, MARCIAL CRUZ, Antonio, HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, Mauricio, BAUTISTA PLAZA Miguel Ángel y SÁNCHEZ CRUZ Fernando quienes son miembros de la Asociación de Grabadores Mixtecos Unidos, A. C. Hidalgo No. 1, Colonia Centro 71750. Pinotepa de Don Luis, Oaxaca, México. Tel: (52 954) 54 20 290
grabadoresmixtecos@yahoo.com.mx
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