Existe un marco de ajuste estructural bastante desfavorable. Por un lado un Tratado de Libre Comercio que protege muy poco al sector forestal y que no permite ganar una posición de competitividad. Y por el otro lado un sistema legislativo que, sibien abre algunas posibilidades (al liberar y desregular actividades como los servicios técnicos forestales), conlleva por la misma liberalización de la normatividad riesgos fuertes. Un ejemplo es la posibilidad de instalar industrias sin necesidad de comprobar una fuente de abastecimiento. Pero en México un 35 a 40% de la capacidad industrial instalada está ociosa, en parte por falta de abastecimiento de materia prima.
Durante muchas décadas ha prevalecido un esquema extractivo, la llamada "minería forestal". Las industrias no están integradas con su abastecimiento, no hay un cuidado del recurso ni de la infraestructura necesaria para desarrollar la actividad. Encontramos masas forestales degradadas y escasas. La desforestación anual es de entre 300,000 y 800,000 hectáreas por año. El último inventario forestal nacional indica que las existencias forestales en los Estados "clave" andan por los 80 M3/ha, cuando hace unas décadas eran aproximadamente de 250 M3/ha.
El sector forestal mexicano compite en forma desigual por un lado con el Norte, con los dos más grandes productores del mundo, y por otro con el Sur, con países que extraen madera de los desmontes. Nuestros precios son de más del doble que los de esos países.
En la actividad forestal hay tres eslabones: la producción de la materia prima, la industria de transformación primaria y la industria manufacturera. Una primera apreciación muestra una desarticulación entre ellos. Si tomamos como centro de equilibrio la industria de transformación primaria vemos que hay un esquema compartimentado. La industria no toma como socios en su estrategia ni a sus abastecedores ni a sus clientes.
Uno de los principales costos de producción, es el transporte y la construcción de caminos (65% de los costos). En un país sin sistema ferroviario el transporte se hace sobre llantas. Los costos tienen que cargarse sobre las escasas existencias aprovechables de nuestros bosques, mientras que los caminos deben ser reconstruidos. Hay deficiencias que sólo se cubrirán a largo plazo y mediante grandes montos de inversión.
En la industria manufacturera, el tercer eslabón, hay ineficiencia. Las tablas en el mercado son de ocho pies o más, y las fábricas de muebles las cortan en pequeños pedazos. Esto indica que la madera delgada, torcida o corta, que actualmente no es comercial, podría venderse como materia prima para estas industrias. Hay en México grandes aserraderos automatizados, adecuados para aprovechar trozos largos y gruesos que ya no existen. Están trabajando conpoca eficiencia y altos costos. Desde el punto de vista de los intereses de los campesinos, conviene impulsar un modelo de integración regional de estos tres eslabones.
Tomado de la exposición de Gonzalo Chapela en el Taller sobre Políticas hacia una Agricultura Campesina Sustentable. México D.F. 2-3 de julio 1993. Taller organizado por RIAD-México: CECCAM, CNOC, UNORCA y GEA/Progama PASOS.
Actas de colóquio, seminário, encontro,…
CHAPELA, Gonzalo, RED NOCAF=RED NACIONAL DE ORGANIZACIONES CAMPECINAS FORESTALES, 1993 (MEXICO)