Aumento de la productividad y abasto alimentario

Otro aspecto importante contemplado en el Capítulo 14 es el de la estrategia para el incremento de la producción de alimentos en una perspectiva de sustentabilidad agrícola. Aquí la Agenda 21 retoma muchas de las propuestas que los grupos e instituciones han venido generando en estos años, pero deja de lado los factores no estrictamente productivos de la seguridad alimentaria, soslayando los problemas de acceso a la producción de alimentos a partir del control en la distribución y a partir de las profundas desigualdades productivas que existen en el mundo.

Muchos diagnósticos han demostrado que la actual producción mundial de alimentos no es insuficiente. La producción por habitante de cereales en el mundo se ha incrementado al 50% entre 1960 y 1990. Por otro lado, los propios estudios de la FAO empleados como respaldo a la Agenda 21 muestran que bajo las actuales condiciones, sin ampliar mucho la frontera agrícola, sin incrementar mucho el uso de insumos químicos en la agricultura, podría lograrse un incremento de la producción suficiente para satisfacer las necesidades alimentarias de la gente.

El problema entonces ya no está tanto a nivel global, aunque por supuesto existan grandes diferencias regionales en el incremento de la producción. Está en los factores desestabilizadores de los sistemas de producción agrícola: la distribución de los alimentos, el control de la distribución de insumos y los factores económicos que obstaculizan la producción de alimentos. Estos problemas fueron abordados con mucho detalle en los Tratados Alternativos de las ONGs, pero en la Agenda 21 quedan en el vacío. No puede hablarse de una agricultura sustentable sin hablar de la distribución de alimentos en el mundo, sin hablar de los problemas del control de la distribución de alimentos.