01 / 1993
Difícil entender cómo está constituido ese "gigante enfermo" que chupa la energía de las sociedades humanas, los ecosistemas, los mantos petrolíferos, para llenar al planeta de deudas, pobreza, sobreproducción y contaminación, a los países de automóviles, industrias y vacas, y a la atmósfera de CO2, metano y demás.
¿Son los Estados Unidos, son las siete potencias industrializadas, que han venido bloqueando los esfuerzos de otros? ¿son las transnacionales y las agencias financieras internacionales y las tecnocracias nacionales? ¿Es, más allá de las entidades, una ética enferma con respecto a los recursos y los congéneres? ¿Cómo se personifica, a estas alturas de la historia, el gigante enfermo?
El pequeño monstruo de cada quien
En todos los países un amplio sector de la población tiene ya una visión "distorsionada" de lo que es vivir bien. El bienestar se asocia con cierto nivel de consumo. El trabajo que lo hagan máquinas. La dieta carnívora. La movilidad. El acceso a bienes y servicios cada vez más lejanos de lo alimenticio, habitacional y convivencial. En la medida en que se vaya modificando esta idea de bienestar y que vayamos cambiando nuestras prácticas cotidianas podremos ir pagando la deuda que como humanos tenemos. Hay que erradicar no sólo la pobreza sino también la riqueza.
Quedarse en las agendas y los pronunciamientos o llegar a las acciones
Numerosos documentos sobre medio ambiente y desarrollo han sido elaborados por las ONGs. Bastante trabajadas están ya las propuestas, en términos generales. 30 acuerdos alternativos, una Agenda Ya Wananchi, etc. ¿Cómo aterrizar tanta "lucidez"? Parece ser muy seductor permanecer en el discurso crítico, denunciar atropellos y elaborar propuestas utópicas. No parece tan fácil alimentar procesos concretos. Incidir en la realidad rural, en las condiciones de vida dentro de las ciudades, en las políticas oficiales, en la restructuración del poder a nivel global. De hecho quienes están batallando en las comunidades o las colonias no pudieron en su mayoría estar presentes en Río `92.
En la búsqueda de pragmatismo parecen existir sin embargo algunos peligros, pues puede fácilmente perderse de vista el sentido fundamental de nuestro esfuerzo.
El potencial de las ONGs
En Latinoamérica las ONGs se han centrado sobre todo en proyectos regionales o locales. Apenas recientemente han empezado a incidir en algunas políticas a nivel nacional. Para movernos en el nivel macro hay dos tipos de instancias que habría que trabajar: las instituciones gubernamentales y las ONGs del Norte.
* En México, cada sexenio se abren coyunturas específicas por la presencia de determinados funcionarios en determinadas instituciones. No existe una estrategia clara respecto a cómo aprovechar esos espacios.
* En una época en que el poder de los gobiernos nacionales tiende a ser sobredeterminado por las agencias internacionales, en un marco de globalización político-económica, las ONGs del Sur necesitamos aprovechar un canal que ha mostrado una enorme capacidad de interlocución en esos niveles: las ONGs del Norte. Trabajar para sensibilizarlas y tejer alianzas concretas. Pueden ser un vehículo efectivo para canalizar nuestras propuestas y demandas.
ONG, ecologia, política de desenvolvimento, modelo cultural, luta contra a poluição
, México
Reflexiones después de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. Junio de 1992
Literatura cinzenta
ALATORRE, Gerardo, GRUPO DE ESTUDIOS AMBIENTALES, 1992 (Mexico)