español   français   english   português

dph participa da coredem
www.coredem.info

diálogos, propuestas, historias para uma cidadania mundial

El eco del tambor es la percusión de la unidad afrocolombiana

Reconocimiento y respeto de la diversidad. Por una valoración de la historia cultural de los Afrodescendientes en la lucha por la libertad, el territorio, la familia, la dignidad y su identidad.

Martha CANTOR

10 / 2003

En Colombia, uno de los grupos étnicos más importantes es la población afrocolombiana, cerca de 10.5 millones de personas que se encuentran localizados en los territorios ancestrales del Pacifico Colombiano, en San Andrés, Providencia, Santa Catalina, Costa Caribe, Valles Interandinos, en las zonas campesinas del País y en los grandes centros urbanos, como Bogota, Cali, Cartagena, Medellín, Barranquilla, en la amazona, pie de monte amazónico en la Orinoquía entre otros lugares de la Nación. Este grupo cultural desciende de los africanos traídos por la fuerza como esclavos y sobrevive a pesar de la invisibilización que se mantuvo incluso después de la abolición oficial de la esclavitud en 1851 y que empieza a romperse solo hasta 1991, cuando existió para la nación al incluírsele en la Constitución Nacional como grupo humano con derechos específicos.

La constitución colombiana de 1991 fue necesaria para que la Nación reconociera a esta población el derecho a ser considerado como grupo étnico diferenciado, reconocimiento que se va a desarrollar en la Ley 70 de 1993 conocida como la Ley de las comunidades negras de Colombia.

ECOTAMBOR es una Organización afrocolombiana de cobertura nacional; es miembro activo del proyecto de construcción de la Conferencia Nacional Afrocolombiana y reúne a un número significativo de Afrodescendientes que en la actualidad impulsa su unidad con respecto a sus propuestas de desarrollo. Ecotambor trabaja sobre dos ejes básicos:la agenda afrocolombiana que tiene como centro fortalecer la participación afrocolombiana en la formulación de los planes de etnodesarrollo y de desarrollo y el reglamento interno de los Consejos Comunitarios responsables de concertar y aplicar los acuerdos y compromisos de las comunidades.

Carlos Rúa, representante de la organización, asegura que la lucha permanente de los afrocolombianos por hacer valer sus derechos se renovó con la ley 70 de 1993, pero anota que estas luchas tienen su origen en el legado de los Afrodescendientes, en la experiencia ganada en la luchas por la libertad, la organización de palenques, el derecho a ser tratados como personas, la defensa y supervivencia de su identidad

Rua, opina que las comunidades Afrocolombianas, tanto en el campo como en las ciudades, estructuran unas reglas de juego para solucionar sus conflictos, crean y recrean sus normas de justicia. Para él y para la comunidad a la que representa, todas las sociedades y los pueblos tienen un ideal de justicia y el suyo se centra en el reconocimiento de los aportes Afrocolombianos en la construcción de una justicia propia, fundamentada en la lucha por la libertad, la defensa de la vida y el derecho a ser tratado como gente. Eso no significa que no haya una identidad como colombianos; por el contrario, la autoafirmación de la identidad presupone las relaciones multiculturales y pluri- étnicas.

Como pueblos ancestrales, perseveramos en dos planos de trabajo:de un lado, la construcción de proyectos políticos propios, la unidad interna, los procesos autónomos y de autoabastecimiento. De otro lado, se proponen alianzas estratégicas y relaciones con otros sectores de la Nación que comparten la lucha por un Estado Social de Derechos fundamentado en el reconocimiento de la diversidad y la pluralidad. También, existe en la actualidad una disputa con el Estado a causa de la reglamentación de la ley 70 de 1993. Por medio de esta han titulado legal y colectivamente 4 millones de hectáreas definidas, mientras que 1,5 millones de hectáreas están en proceso de certificación porque hay megaproyectos en desarrollo, títulos privados, títulos de entidades públicas o títulos coloniales de propiedad que obstaculizan su legalización.

¿Cómo llegaron a legalizar los títulos de propiedad que ascienden a 5.6 millones de hectáreas en las zonas de asentamiento interetnicos (es decir, pobladas por indígenas y negros)? Resolviendo las tensiones por medio de la concertación y respetando las formas culturales propias de impartir justicia, pues sus formas de organización particulares, así como sus hilos parentales han permitido a la población conquistar otros espacios, incluso los urbanos, y defender también desde allí sus derechos (no existe el forastero, existe el caminante, existen los que están andando, pero todos tienen derecho al territorio… existe una practica de justicia ancestral afrocolombiana que permite delimitar el territorio, resolver su uso racional y proyectar sus relaciones de producción desde la equidad, desde la solidaridad y desde el respeto mutuo al que trabaja.

Pero su problemática más sentida en la actualidad se relaciona con el índice elevado de desplazamientos obligados (más de 500.000 desplazados han dejado forzosamente sus tierras), solo en el Pacifico Colombiano han sido desplazados mas de 80.000 personas Afrocolombianas como comenta una de las mujeres que hace parte de ECOTAMBOR y que está afectada por este proceso de desarraigo.

Los Afrodescendientes esperan avanzar en un proceso de caracterización intra étnica, incluir a su comunidad en los planes de desarrollo e inversión de nivel local y nacional y reagruparse étnicamente respetando la legitimidad construida. Para ello, tienen como eje central las decisiones adoptadas por consenso, la protección de su autonomía y la construcción de identidades a través del fortalecimiento organizativo basado en la defensa de una agenda común de propósitos y el desarrollo de acciones concertadas.

Palavras-chave

Colômbia, Bogotá

Comentários

La concepción de justicia de los pueblos afrocolombianos implica el reconocimiento a su propia organización social y su sistema normativo particular; aunque existen acuerdos y leyes destinadas a su protección y reconocimiento, se quedan en el papel, no se aplican en la vida diaria. ¿De qué justicia se puede hablar si las leyes existen el estado Colombiano vela por su violación, incumplimiento y el afianzamiento de practicas de justicia oficial afianzadas en la impunidad, estamos frente a un estado permisivo que no formula políticas de atención diferenciada ni desarrolla formas de reparación de los efectos nocivos del conflicto armado .

Tal vez el mayor atentado a la noción de justicia nacional y particular que manejan los grupos étnicos afrocolombianos se relaciona con el apoderamiento de sus territorios para aprovechar las riquezas que ofrece su diversidad con fines lucrativos y particulares. Eso lesionada gravemente el derecho a la autonomía y a la territorialidad de la comunidad y afecta directamente sus derechos fundamentales. Esta es la razón esencial

de los altos índices de desplazamiento, que inician una larga cadena de pobreza, deficientes condiciones de vida en núcleos familiares, abandono infantil y ruptura de la organización familiar y del tejido étnico como estructura básica social.

Notas

Ficha realizada en el marco del Primer Congreso Latinoamericano Justicia y Sociedad de octubre de 2003. Si se desea mayor información puede contactarse con Carlos Rúa en la dirección electrónica:ecotambor@yahoo.com

Entrevista con RÚA, Carlos.

Fonte

Entrevista

ILSA (Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos) - Calle 38 No. 16 - 45, Bogotá, COLOMBIA - Tels: 57 1 288 0416 - 57 1 288 4772 - Fax: 57 1 288 4854 - Colômbia - www.ilsa.org.co - ilsa (@) ilsa.org.co

menções legais