¿Dónde están los sapos, las culebras y las ranas del Parque Nacional El Cajas?

Flor María Salazar es actualmente concejala ’por casualidad’ y se desempeña como presidenta ocasional del Consejo Cantonal del Municipio de Cuenca, Ecuador. Según cuenta Flor María, esto último ha sido una ’divina experiencia’ y muy gratificante, porque había trabajado siempre en el Magisterio y nunca antes había intervenido en política. Ella no pertenece a ningún partido político, ni toma parte en las campañas electorales actuales porque nunca le gustó : ’ni siquiera en la mía tome parte así que yo no sé como es que gané’. La verdad es que a ella fundamentalmente le interesa el bienestar de las personas. Flor María había frecuentado el Cajas desde que sus hijos eran pequeños, hace más de cuarenta años y le gustaba muchísimo porque era un bosque tupido, acogedor, lindísimo. Pero con los años lo han depredado de tal manera que ahora las lagunas, por ejemplo, están en zonas completamente despejadas, rodeadas de paja, cuando antes estaban rodeadas de bosque. La situación actual da mucho dolor ’porque realmente el Cajas no es la mitad de lo que era en lo que a bosque se refiere’.

Antes, había aves, había unos animalitos cuadrúpedos, llamados ratones de campo, que son marsupiales o que parecen marsupiales porque tienen las patitas delanteras muy cortas y las traseras larguitas y tienen rabito como los ratones; siempre se les había visto corretear y se creía que eran conejos o que eran cuyes ya que casi nunca se les alcanzaba a ver el rabito; habían culebras, había sapos, ranas, una cantidad de animalitos. Pero ahora, debido a la siembra de pinos han desaparecido los sapos porque el terreno se vuelve inhóspito para ellos y se mueren los huevitos. Entonces estos animalitos han desaparecido de la zona. ’Se ha perdido mucho en el Cajas’, dice con preocupación Flor María Salazar.

Actualmente, el Municipio ha emprendido un proyecto para rescatar esta zona y se ha construido un espacio para la Policía Forestal : una chocita donde van a estar los policías porque ellos van a controlar que los carros cargados de material peligroso para la zona no pasen por ahí. Por ejemplo, no se permite el paso de tanqueros de combustibles -ni llenos ni vacíos-, no se permiten camiones que transporten sustancias tóxicas, ni sustancias que puedan atentar contra el medio, por el peligro que el carro se vuelque y las sustancias se rieguen o que haya una explosión que pueda alterar el ambiente.

Se han hecho algunos refugios, algunas cabañitas y se ha abierto una cafetería y, desde luego, la atención en el Cajas ha mejorado mucho. Se atiende con calidad y esto para el turista que va por allá, vale mucho. Los técnicos, sobre todo Franklin Buchelli, desde que se hizo cargo del Parque Nacional del Cajas se han dedicado a hacer viveros de árboles nativos. Ahora hay un bosque lindísimo de lo que llamamos el árbol de papel para resembrar; hay que esperar el crecimiento de estos árboles - que deben tener un metro de altura - para proceder a la resiembra. La capa de humus que tenía la zona, también se ha perdido y el recuperarla va a costar por lo menos cien años.

’Logrando todo lo propuesto en el Proyecto, el Cajas va a volver a ser una maravilla otra vez’ afirma Flor María, a pesar de la gran depredación que se ha hecho con motivo de la peregrinación por la Virgen del Cajas, por las famosas apariciones. Nunca antes se ha producido una depredación tan grande como la que ha sucedido en este tiempo, pues aparte de destruir el ecosistema, introdujeron especies que no corresponden a la zona, como los pinos enanos, que ni siquiera guardan armonía con el medio y son dañinos para ese biosistema, que es tan frágil.

Ha habido aportes para buscar que la UNESCO declare al Parque Nacional del Cajas como Patrimonio Natural de la Humanidad, con lo cual se podría lograr la protección internacional sobre la zona.

La administración actual ha sido coherente con la protección al ambiente, no solo de El Cajas, sino en general de todo el Cantón. La primera campaña, de Fernando Cordero Cueva, para alcalde de la ciudad tenía como slogan ’Un millón de árboles para Cuenca’. Y apenas se hizo cargo de la Alcaldía, puso en práctica esa aspiración. ’Ahora por cualquier pretexto en Cuenca se siembran árboles’, dice con una sonrisa.

El deterioro ambiental era muy grave, no solo en el Parque Nacional del Cajas, sino en otros lugares de primordial importancia para Cuenca. Por ejemplo, la laguna Zorrocucho y las orillas de los ríos. Se comenzó por recuperar las orillas de los ríos. Ahora, ’Cuenca tiene kilómetros de parques lineales que son preciosos’, además que durante el ejercicio de la Alcaldía anterior, se declararon bosques protegidos los que rodean a la ciudad, sobre todo en las zonas donde ha habido peligro de deslaves, donde ha habido sumideros. Entonces, la ciudad está rodeada de bosques prácticamente. La desventaja es que mucha gente ha sembrado eucaliptos en lugar de especies nativas.

Ahora, en la parroquia de Santa Ana, donde se ubica el relleno sanitario, la Empresa Municipal EMAC, está dedicada a plantar un bosque sobre el relleno. Además, se sembraron árboles en sus alrededores también. Antes de empezar a hacer el relleno ya estaba rodeado de un bosque naciente, con arbolitos de un metro de altura.

Todo este trabajo emprendido por la administración municipal nos demuestra que su preocupación fundamental es recuperar los bosques. ’No es por el milagro de la Virgen que se pusieron los ojos en el Cajas, porque ahí mismo nacen las fuentes de agua y vida para la ciudad’, dice Flor María.