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diálogos, propuestas, historias para uma cidadania mundial

La experiencia de las Comunidades de Paz en Colombia

Papel de las ONG y dificultades en la negociación con los actores armados

Gerardo ALATORRE

05 / 1999

’O estás conmigo o estás contra mí’: tal es la lógica que, aplicada por la guerrilla o los paramilitares, rige la din mica de violencia en que se encuentran sumidas diversas regiones de Colombia. Muchas comunidades se han visto obligadas a abandonar sus poblados. Es el caso de numerosos pueblos del Urab Chocoano, que se desplazaron hacia el Urab Antioqueño, donde permanecieron durante un período de entre 9 y 18 meses.

Buscando una estrategia de retorno, establecieron contacto con varias ONG de Colombia e internacionales, así como con la Iglesia. A fines de 1997 se emprende el programa de Comunidades de Paz, sustentado en el establecimiento de compromisos por parte de cada comunidad y de los actores políticos y militares para garantizar que las comunidades se mantengan al margen de las movilizaciones armadas y que los grupos armados se abstengan de intervenir en tales comunidades. En estas negociaciones son los agentes externos quienes han asumido la representación de las comunidades.

Cincuenta y tres comunidades se establecen, reagrupadas, en 8 asentamientos cercanos a sus lugares de origen. Algunos campesinos empiezan a cultivar sus propias parcelas. Tanto el gobierno como algunas ONG ofrecen apoyos a las familias en la fase de establecimiento, pero sólo las segundas cumplen. Las ONG brindan muy diversos apoyos: un acompañamiento para brindar seguridad a los productores; un apoyo psicoafectivo a niños y mujeres; capacitación en salud, saneamiento ambiental y aprovechamiento de recursos naturales; y la entrega (por parte de OXFAM) de alimentos y diversos insumos y herramientas para fortalecer la producción agrícola y pecuaria de autoconsumo en parcelas y huertos familiares.

La dependencia que tales apoyos en alimento podrían generar se amortigua tanto por el hecho de que en ningún caso los apoyos cubren las necesidades, como por el retiro progresivo de la ayuda (un ejemplo es la reducción de 1/11 de la ayuda cada mes, para retirar todo apoyo al cabo de un año). La presencia permanente de los agentes externos da paso a una presencia m s espor dica, mediante visitas. Cabe añadir que la acción de las ONG se desarrolla en un ambiente hostil, debido al rechazo por parte de diversos sectores, como el de los comerciantes. La presencia de las ONG establece una situación de transparencia, en la que cualquier suceso relevante se conocer en el exterior.

La fr gil viabilidad de las Comunidades de Paz se juega en torno a la posibilidad o imposibilidad de manejar la neutralidad ante los grupos armados. El concepto mismo de neutralidad ha sido objeto de muchas críticas. En ocasiones, se ha preferido hablar de ’cultura de paz’ o de ’derecho a la no violencia’. El intento de un gobernador de establecer por decreto la neutralidad de todo un municipio contribuyó a desvirtuar su significado. La guerrilla no puede aceptar f cilmente que el pueblo se declare neutro, cuando en teoría la lucha guerrillera estáal servicio de los intereses populares. Sin embargo, habiendo resentido claramente los efectos del abandono del territorio, se muestra bastante dispuesta a aceptar la neutralidad, con tal de posibilitar el retorno de las poblaciones. Quiz vea perspectivas de reimplantarse a mediano plazo.

Uno de los elementos que han favorecido a las Comunidades de Paz es el hecho de que todas las cartas están sobre la mesa. Todas las iniciativas relevantes se dan a conocer a los grupos armados. Todo se habla y todo se pacta.

En cuanto a los factores de riesgo, cabe señalar la existencia de fisuras en el cumplimiento de los compromisos. El ejército no ha cumplido su compromiso de garantizar la seguridad en las regiones, probablemente por falta de capacidad. Para las comunidades no siempre es f cil mantenerse totalmente al margen de las movilizaciones armadas, dadas las relaciones familiares que existen con los combatientes de los diversos grupos en presencia. Los compromisos de la guerrilla quedan en entredicho cuando se constata, por ejemplo, que en el caso de la inserción de antiguos milicianos a las comunidades, algunos realmente buscan insertarse, pero otros no. Hay quienes permanecen cerca de los asentamientos y actúan como informantes. Adem s, la guerrilla ha realizado algunas incursiones selectivas y poco visibles, para eliminar a ciertas personas. Sin embargo, en el discurso se defiende a las Comunidades de Paz y se las presenta como un triunfo propio. Por su parte, los paramilitares tamb

ién han hecho incursiones y existen elementos que sugieren que están intentando infiltrar a su gente dentro de las comunidades.

Sin embargo, en términos generales ha habido un aceptable cumplimiento de los compromisos, lo que permite que las comunidades de paz se hayan mantenido durante veinte meses, y que exista un creciente interés en diversas comunidades desplazadas por retornar a sus lugares de origen, siguiendo el ejemplo.

Palavras-chave

construção da paz, não violência, guerilha


, Colômbia

Comentários

En medio de un panorama extremadamente complejo, las comunidades de paz aparecen como la punta de una hebra que podría llevar a deshacer algunos de los nudos que tienen sumida a Colombia en la violencia. Un aspecto crucial es la creciente responsabilización de las comunidades de paz en la gestión de sus asuntos políticos, ya que actualmente dependen de los agentes externos para negociar con los grupos armados. Recordando la manera como se realiza el tr nsito hacia la independencia económica, uno puede imaginar un proceso mediante el cual los agentes externos podrían retirarse gradualmente, brindando poco a poco a las comunidades los elementos, habilidades e informaciones necesarios para negociar con éxito. Los líderes locales podrían quiz empezar a asistir a las negociaciones como oyentes. ,Resulta descabellado pensar en tal posibilidad?

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