El punto de vista de los gobiernos locales en la Cumbre de Habitat II-1-

Los días 2 al 14 de junio 1996 tuvo lugar en Estambul, Turquía, la II cumbre mundial del hábitat, organizada por la ONU. Por primera vez, se estableció un espacio donde diversos sectores sociales pudieran expresar su voz junto a la de los gobiernos de los países adscritos en Naciones Unidas.

De esta manera, durante esos días y luego de significativos procesos previos de articulación y elaboración de propuestas, tuvieron lugar reuniones de parlamentarios, de gobiernos locales, de fundaciones, de representantes del sector privado, de académicos, de ONG, entre otros, que buscaban influir desde su especificidad en los resolutivos finales de la Cumbre.

Resalta, por su importancia, la asamblea mundial de ciudades y autoridades locales realizada los días 30 y 31 de mayo en la ciudad de Estambul, organizada por el Grupo 4+, conformado con tal fin por diversos organismos representativos del movimiento municipalista.

Tal vez, el hecho de mayor envergadura fue la culminación de un importante esfuerzo de unidad mundial de diversos organismos de autoridades locales de los diferentes continentes que esperan ser reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas como miembros con plenos derechos.

La integración del grupo de los quatro (G4+).

Diversos esfuerzos se emprendieron por algunos organismos municipalistas a partir de 1992 en el marco de la cumbre del medio ambiente, que se verían cristalizados una vez que el Grupo 4+ -integrado inicialmente por la Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA), la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU), la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) y la red latinoamericana de asociaciones nacionales de municipalidades- logra articular el proceso previo a Hábitat II conjuntamente con organismos regionales y continentales de autoridades locales, dando vida al comité directivo de autoridades locales para Hábitat II, que integra, además de los anteriores, a la cumbre de las principales ciudades del mundo (SUMMIT), asociación mundial de grandes metrópolis (Metrópolis), la Organización de Ciudades Acabes (ATO), Eurocities, Citynet de Asia y el Pacífico, la Unión de Ciudades Africanas, y al organismo principales asociaciones de gobiernos locales de Norteamérica.

La reunión, además de emitir una carta de declaración ante la cumbre, reafirmó el compromiso de asociación y acción articulada entre los participantes, por medio del Grupo 4+ que se constituirá [...]en una coordinación permanente del movimiento de ciudades y autoridades locales, dotado de una presidencia rotatoria que tenga la autoridad de representación de su comunidad y actuando por delegación de un consejo de presidentes, provista de un secretariado propio financiado por las organizaciones que las compongan.

Asimismo, se establece la necesidad de conformar:’[...]un estatuto que le permita evolucionar hacia alguna forma de federación que reúna al conjunto de organizaciones internacionales de ciudades y autoridades locales, reconocida institucionalmente por las Naciones Unidas’. Con ese fin, fue adoptada una estructura básica de articulación continental, y fue electo como presidente el chileno, alcalde de Santiago, Jaime Ravinet, uno de los principales promotores del Grupo 4+.

LA DECLARACION DE LA ASAMBLEA DE GOBIERNOS LOCALES.

El Grupo 4+ presentó a la Cumbre una declaración en la que se pronuncia por ’la necesidad de familiarizarse[...] con los modos de gobierno y de gestión adaptados’ a un mundo de vida urbano y, complejo, cada vez más interdependiente, lo que ’provoca la universalización de las aspiraciones al respeto de los derechos fundamentales ’y la lucha contra la exclusión.

Frente a lo cual, será necesario -plantea la declaración- revisar los modos de pensar y de actuar, a fin de implementar asentamientos humanos viables, solidarios, más sanos y más seguros’, todo ello bajo el principio del desarrollo humano durable.

Para alcanzar este objetivo, la asamblea se pronuncia por la necesidad de emprender todos los esfuerzos posibles por ’que las ciudades se preocupen más y mejor de la integración social y- de la lucha contra la exclusión -lo que- debería incluir acciones destinadas a comprometer a todos los sectores y grupos sociales en el proceso de gobierno municipal, incluyendo la preparación presupuestaria’.

Asimismo, se plantea colocar al centro de la atención, las políticas de descentralización bajo los principios de autonomía, subsidiaridad, proximidad, bajo la consideración de que un asentamiento humano de un nivel dado es tanto mejor gestionado en tanto que las decisiones que le conciernen son tomadas a su nivel (según el principio de autonomía); y es tanto mejor gobernado en tanto que las instancias que lo dirigen son próximas (según el principio de proximidad) y son designadas sobre bases democráticas.

En tanto que, la subsidiaridad significa que ’las decisiones sean tomadas por el nivel más cercano a los ciudadanos (municipalidad o ciudad) y que sólo lo que el nivel local no pueda atender sea referido a un nivel superior’.

Asimismo, se considera que la participación local debe entenderse de manera complementaria a los esfuerzos de los Estados y de los otros actores:

[...] reconocer a las colectividades locales un rol estratégico en el incentivo a la expresión y a la movilización de las energías locales, en la participación de la población en la responsabilidad de sus asuntos propios y en la implementación de las estructuras materiales e institucionales necesarias para el desarrollo local[...]

Se establece también, la necesidad de fortalecer a las autoridades locales garantizando legalidad en su instalación, competencias suficientes, capacidad de gestión, recursos, capacitación, un marco jurídico que garantice la representación real a nivel local.