El medio ambiente y el fortalecimiento municipal en el marco de la cumbre de la ciudad en Estambul

En el marco de la cumbre de la ciudad en Estambul, en el programa de acción resaltan dos elementos a tomar en cuenta: uno, la necesidad de dotar de vivienda adecuada a toda la humanidad y el desarrollo sustentable de los asentamientos humanos; el otro el desarrollo de la capacidad institucional. Y en este gran apartado aparecen la descentralización y fortalecimiento de las autoridades locales así como la participación civil y responsabilidad gubernamental. Es pertinente reflexionar respecto de los retos que representa la factibilidad para llevar adelante esas propuestas de acción, sobre todo en un entorno económico (des)favorable. ¿Cómo conciliar los retos del desarrollo sustentable con el crecimiento de las ciudades (y por tanto la pauperización del sector primario en el mundo en desarrollo) y el fortalecimiento de las autoridades locales? Entramos de lleno en los terrenos del aprovechamiento de los recursos naturales en una perspectiva no-depredadora, en los temas de la descentralización política y puesta en práctica de una vida republicana plena, así como en el campo de la participación de la sociedad civil en la construcción de política sociales a nivel del municipio.

Los tres elementos están interrelacionados y nos remiten a lo que podríamos llamar un desarrollo sustentable del municipio. Si atendemos a los efectos se puede afirmar que desde ya las bases programáticas para la acción se encuentran deterioradas. Las 300 mil hectáreas de tierra que perdemos anualmente por efectos de la erosión, la tala inmoderada de los bosques y el mayor margen de la frontera ganadera, la importación de desechos tóxicos, y la falta de recursos hacen aparecer como una meta difícil de lograr. En ese sentido se requiere poner mas énfasis en proponer políticas que interioricen los costos ambientales bajo la premisa de que ’quien contamina, rehabilita’(y no ’quien contamina paga’, ya que esto ahora parece patente de corzo para afectar los ecosistemas). Qué mejor lugar que el municipio y las autoridades locales quienes se encargan de formular y poner en práctica esas políticas como un freno a la voracidad y la indiferencia respecto del futuro de la humanidad toda.

En cuanto a la descentralización y una vida republicana, es indispensable desarrollar políticas que coloquen en el centro el fortalecimiento de los gobiernos locales pero no para fortalecer cacicazgos de viejo y nuevo cuño, que pretenderían desarrollar feudos postmodernos que pondrían en riesgo la vida misma de la comunidad y la federación toda. Se requiere transferir autonomía, recursos y, desarrollo de un trato adecuado entre los tres niveles de gobierno. Poner en práctica programas de desarrollo que cuenten con presupuesto y que privilegien las necesidades regionales en armonía con la federación toda y evitar que en aras de la llamada ’vocación de desarrollo se atente contra el patrimonio de todos los Mexicanos y de la humanidad en su conjunto.

En cuanto a la participación de la sociedad civil en la formulación, ejecución y evaluación de políticas de desarrollo municipal, es indispensable no solo mejorar el marco legal para hacer de ello una práctica nueva y enriquecedora, sino desarrollar instrumentos que faciliten recoger el saber comunitario, que faciliten su traducción en política pública y luego entonces la comunidad será la garante de los recursos y el ejercicio republicano pleno. La capacitación y fortalecimiento de las autoridades locales toman entonces la dimensión clave para el desarrollo armónico entre ciudad y campo en el marco de un mundo en proceso de urbanización que requiere armonizar los usos de suelo para sobrevivir como naciones y como especie.