04 / 1998
El Concejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible es una entidad no lucrativa que agrupa a diversas asociaciones e individuos. Desde 1993 está abocada a trabajar por una silvicultura que resguarde las funciones ecológicas del bosque, sea viable económicamente y genere beneficios económicos para las comunidades rurales. El CCMSS busca incidir en cuatro niveles: el de los productores rurales (ejidos, comunidades indígenas y pequeños propietarios), el de sus equipos y direcciones técnicas, el gubernamental y el del sector empresarial vinculado con la transformación y comercialización de la madera y sus productos.
LA CERTIFICACION FORESTAL EN MEXICO.
Después de la CNUMAD en Río de Janeiro, existe un marco favorable, desde lo internacional hacia lo nacional, que modifica las políticas de uso de los recursos naturales y reorienta los créditos y apoyos. Algunos acuerdos internacionales firmados por el gobierno mexicano establecen ciertas políticas de fomento que podrían ser utilizados por las organizaciones forestales campesinas y sus empresas para solicitar apoyos. Esto puede ayudarles a hacer frente a la inmoderada y apresurada apertura comercial y retiro del Estado.
El mismo proceso de globalización económica está abriendo ciertas posibilidades de mercado que las empresas comunitarias podrían explorar para su beneficio. En este sentido se ubican los esfuerzos por desarrollar nichos de mercado "verdes", "orgánicos" o "certificados" en los cuales se reconoce y se internalizan los costos de un manejo cuidadoso de los recursos naturales, a partir de una base social que lo sustenta. Este nicho de mercado es una alternativa real para la silvicultura comunitaria mexicana.
EL GRUPO 2000 COMO UNA INICIATIVA DE ACTIVACION DE MERCADO ALTERNATIVO
La expansión del mercado de productos con etiqueta "verde" requiere la existencia de una "masa crítica inicial" de consumidores con una clara conciencia sobre las implicaciones económicas, ambientales y sociales de este tipo de producción. En Alemania, Holanda, Austria y Norteamérica, grupos ambientalistas y organizaciones de consumidores organizaron campañas (boicots)en contra de la compra de maderas tropicales derivadas de la deforestación. Estas no han logrado alterar los flujos comerciales internacionales, pero sí han ejercido una influencia en los patrones de consumo, a la que ahora están respondiendo varios comercializadores.
En México, el interés de los grupos conservacionistas por la protección de los bosques todavía no se refleja en una demanda nacional por productos derivados de un manejo forestal sustentable. Aunado a ello, está la reticencia existente en los empresarios mexicanos y en el mercado nacional por impulsar un cambio profundo en los procesos de producción, transformación y comercialización forestal. Un manejo sustentable podría neutralizar algunas presiones adversas a la producción forestal comunitaria, al tiempo que se aprovecharían los mercados existentes en los EUA, Canadá y Europa.
La Certificación Forestal sólo podrá apoyar la construcción de un futuro más sustentable si logra involucrar a los consumidores, industriales, ambientalistas y organizaciones forestales ejidales e indígenas en un proceso para elaborar políticas públicas forestales adecuadas a los recursos existentes en el país, así como en un proceso objetivo de participación vía la comercialización y preferencia de madera y sus productos provenientes de Unidades de Manejo Forestal Certificadas.
A nivel nacional, el reto es conformar un programa de certificación que sea incluyente, plural, voluntario, sin compromisos políticos, ni partidistas y que considere tanto a los productores asociados en cualquiera de las dos redes nacionales forestales existentes (MOCAF y UNOFOC), así como a aquellos que son autónomos.
La ventaja que los productores podrían obtener con un Certificado se debería reflejar en un mejor precio para sus productos y un mecanismo de mercado preferencial. Sin embargo, a nivel mundial y nacional es todavía largo el camino para que los productos provenientes de un "buen manejo forestal" sean, en primer lugar, conocidos, y en segundo, apreciados y preferidos.
La certificación se puede expresar gráficamente como una cadena de producción donde sus eslabones son los productores, los industriales, los comerciantes y los consumidores. Los últimos tres grupos pueden ser nacionales e internacionales, es decir, el comercio interno y el de exportación.
Existe ya un número pequeño de productores forestales mexicanos que han sido certificados y varios más con potencial para ello. Por otra parte, los volúmenes comercializados son todavía reducidos y este flujo se deriva de una demanda de los consumidores y de la industria comercio internacionales, los cuales compran directamente a los productores mexicanos. Dentro del país empiezan a desarrollarse estos eslabones: un industrial mexicano le compra a productores mexicanos y exporta a comerciantes y consumidores internacionales; no está presente aún el consumidor nacional.
Ante este panorama, el Concejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible A.C. (CCMSS)ha lanzado la iniciativa "Grupo 2000". Es una propuesta de vinculación de los sectores involucrados en la producción, transformación y comercialización de la madera certificada o en proceso de certificación e implica un compromiso voluntario de apoyo mutuo entre los productores y los empresarios del ramo.
Las Unidades de Manejo Forestal certificadas o e proceso de certificación encontrarían en el Grupo un estímulo en términos de comercialización. Por otro lado, los industriales y comercializadores que asumieran darle salida a madera certificada y sus productos se adelantarían en obtener una ventaja cada vez más competitiva en el mercado.
Es muy importante que las Unidades de Producción certificadas encuentren en ello beneficios directos y concretos para que otras Unidades puedan hacer el esfuerzo de llevar a cabo un buen manejo forestal y solicitar la certificación. Para ello, es vital que el sector empresarial y el público consumidor prefiera sus productos y esté dispuesto a contribuir de esta manera a la salvaguarda de los bosques y la actividad productiva.
Existen algunas organizaciones de productores que se muestran interesadas en la obtención de su Certificado. Unas están más lejos que otras de lograrlo, pero llama la atención que sean los productores los más sensibilizados en este sentido.
Es un reto formidable para la búsqueda de reunión de voluntades: primero, al interior de las fuerzas campesinas, actualmente dispersas; posteriormente con los empresarios y, en última instancia, con el público consumidor. De ahí pende el futuro de un sector económico, de recursos naturales hasta ahora sólo relativamente renovables y de millones de familias marginadas del desarrollo.
madeira, organização camponesa, ONG, desenvolvimento rural
, México
El Foro (de cuya Memoria fue extraída la presente ficha)fue organizado por Estudios Rurales y Asesoría Campesina A.C. y la Universidad Autónoma de Nayarit, en octubre de 1996.
Actas de colóquio, seminário, encontro,…
ALATORRE, Enrique, Concejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible A.C., El papel de las organizaciones civiles en la promoción del desarrollo rural en México, ERA, 1996/10 (México)
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