La erupción del Volcán Nevado del Ruiz en Colombia - 7-

El Estado colombiano optó por crear una entidad nueva "Resurgir" con el objeto de que tomara en sus manos las tareas de la Reconstrucción. El gobierno de Belisario Betancur nombró como gerente a un urbanista privado Pedro Gómez Barrero.

En el contexto de falta de legitimidad del gobierno agravada por los hechos del Palacio de Justicia una semana antes y por la imprevisión causante de la catástrofe de Armero, era necesario imprimirle dinamismo a ésta entidad y mejorar la imagen del gobierno. Por eso quizás se creyó que Gómez Barrero era la persona ideal teniendo en cuenta su trayectoria de urbanista privado y de político liberal. Era una persona clave en las elecciones que se llevarian a cabo en 1986 para elegir el nuevo presidente.

Las políticas de Resurgir se centraron en tres aspectos:- Reasentamientos Humanos. - Reactivación de la Economia. - Rehabilitación psico-social.

Frente a éstas políticas, nosotros nos planteamos la hipótesis de que el Estado Colombiano si bien es cierto dió un soporte material y físico importante a la reconstrucción, olvidó la construcción de comunidad, de sujetos autónomos y relegó a un segundo plano la rehabilitación psicosocial. Esto trajo como consecuencia una reconstrucción en la que se excluyó al sujeto social y específicamente a los pobres del proceso de toma de decisiones. En total se pusieron en marcha 720 proyectos en 10 de los sectores afectados en el Norte del Tolima y Caldas.

Estos proyectos se referían al desarrollo social, al habitat urbano y rural, a la prevención de riesgos, a la infraestructura de servicios y a la reactivación económica.

El costo total del plan de reconstrucción fué de 264 millones de dólares. El plan de la reconstrucción se centró en la ciudad regional de Lérida. Esto obedeció menos a las necesidades reales de los sobrevivientes y más a los intereses económicos y politicos de la región.

El interés de los grandes hacendados era reconstruir rápidamente la región agrícola y poder contar con la mano de obra que garantizara llevar a término las cosechas. Para los científicos reconstruir en el mismo lugar era impensable teniendo en cuenta la zona de alto riesgo que constituye Armero.

Para los políticos Lerida constituía un importante lugar de votación liberal y por eso querian que allí se hiciera una nueva ciudad.

Después de muchas discusiones Resurgir tomó la decisión de reconstruir a Armero en Lérida y se echo a andar esta ciudad que se centró en la reconstrucción material, hecha con los mejores arquitectos urbanista de Bogotá pero que al dejar por fuera de las decisiones y de la participación a quienes allí iban a vivir produjo como resultado una ciudad "fantasma".

Es una ciudad con buena infaestructura de calles, de servicios públicos (con excepción del agua que es de muy mala calidad), pero donde la mayor parte de las edificaciones que se hicieron fueron sobredimensionadas y están vacías. Despues de 10 años al recorrer sus calles, nos encontramos con una ciudad que a primera vista da una apariencia de progreso pero en cuyo interior viven personas que afrontan la pobreza cotidiana al no encontrar fuentes de ingreso. Una ciudad silenciosa, como sin vida. La ciudad industrial que se imaginaba no despegó. Las microempresas en su mayoría fracasaron.

De uno de los barrios que se construyó en éstos diez años "El Minuto de Dios" se han vendido el 50% de las casas y la gente se ha ido a otros lugares buscando trabajo y porque allí no se sienten a gusto.

No se observa la identificación con la ciudad. Tal vez el error mas grande estuvo en haber excluido a los pobres del proceso de toma de decisiones sobre la reconstrucción.