Guatemala, primera misión, primer contacto con una dura realidad del mundo: el llamado tercer mundo.
Un mundo en otro tiempo lleno de vida, de cultura, de proyectos, de riqueza,.. Quedan los restos de toda la civilización maya, muy presentes en Nebaj, región ixil en el altiplano guatemalteco, que nos hablan claro, de lo que fueron.
El colonialismo, otro funcionamiento y luego el neocolonialismo ha ido utilizándoles y comíendoles hasta dejar-los en cueros.
Día a día viví allí, en propia carne, como el pez grande se come, se comio al pez chico. Quedan restos, quedaron restos de lo que fue sín duda una gran cultura, un gran pueblo.
I en el presente aquel era, es, un medio de guerra (ejército en la calle, patrullas de autodefensa civíl, guerrilleros en cerro del lado...), de utilización de unos a favor de los otros (trabajo temporal mal pagado en las fincas, prestación del servicio militar (solo los pobres)... minifundísmo, (el 80 % tiene el 20 % de las tierras,...)
En medio de todo ese macrocosmos, nosotros ERM, con un proyecto de educación informal (dentro de un programa integral salud-educación)un taller de morrales y tejidos con niñas y niños de 10 a 14 años. Trabajo en el microcosmos, los pies en el suelo y la mente en lo universal.
En el taller, nos marcamos y trabajabamos varios objetivos:
- aprendizaje de un trabajo manual.
- mantener un modelo cultural.
- commercialización de productos y pequeñas aportaciones economicas a la familia.
- aprendizaje de una gestión simple (calculo del precio de coste de un producto, precio de venta, gestión de una caja común, compra de materia primera, repartición de beneficios,....)
- formación de una identidad de grupo en una región donde estaba sistematícamente saboteado todo intento de contitución de un grupo.
Pero entre otros objetivos aquel que yo aqui hoy quiero destacar es todo el trabajo que hicímos en el sentido de ayudarles a valorar su trabajo y con ello su autoestima.
Mostrarles como su trabajo tiene un valor, un valor tambien económico que se traduce en un precio de venta y como este precio, tiene que ser justo, tiene que permitirles vivir en dignidad. Esa dignidad que se encuentra tan pisoteada en el tercer mundo debido a los intereses del primer mundo. El mayor volúmen de comercio que mueve el mundo, es el del comercio de armas que fabrica el mismo primer mundo, para vender en su mayor parte en el tercer mundo.
Necesidad de «aprender» a valorar lo que se es, lo que se tiene, lo que se hace, a fín de sentirse con la razón, con el derecho, de pedir que se valore lo que uno hace; lo que uno es; lo que uno tiene.
Aquellas balanzas con las que intentábamos buscar, equilibrar el peso del hilo, son también para mí, las balanzas que me dicen que el precio de mi vida, es el precio de tu vida y que el precio de mi trabajo tiene que ser el precio de tu trabajo. El precio del trabajo del sur tiene que estar en equilibrio con el precio de la balanza del norte. El pago por tu trabajo tiene que permitirte vivir con tanta dignidad como un trabajador del norte lo hace con el precio de su trabajo...
No volví de la misión, igual que fuí, no. No solo enseñe, o dí. También recibí y aprendí. Quizas el autoestima la aprendí de ellos, de la impecabilidad de sus mujeres, de esas mujeres ixiles que te encuentras tejiendo de rodillas en el suelo de tierra pisada, de sus chabolas, sus huipiles de colores, que luego son capaces de llevar con tanta dignidad y orgullo, llenando sus calles, plazas, caminos y campos de vida y color.
En cualquier programa, en cualquier proyecto de desarrollo que se realice en el sud y también en el norte, tienen para mí que estar presentes el trabajo de valores universales. Esos valores de aquí i de allí; esos valores que nos van a permitir vivir un día con justicia y dignidad. Y sin dúda el valor de la autoestima, de la autovaloración de uno y de lo propio, el respeto a la propia identidad es uno de los factores de paz.
valorização dos conhecimentos tradicionais, cultura minoritaria, identidade cultural
, Guatemala
Carmen Boix Casas es maestra y directora de escuela primaria y de ZER (zona escolar rural). Educadora en el proyecto de ERM en Nebaj 1990 y 1991. En 1994 responsable del programa "Niño a Niño"-ERM en Nebaj.
Texto original
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