No solo los derechos reproductivos preocuparon a las mujeres que participaron de la Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing

Durante la Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing, realizada en el mes de setiembre de 1995, por espacio de casi tres horas el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo Enrique Iglesias y la vicepresidenta ejecutiva Nance Birdsall se reunieron con integrantes de Ongs latinoamericanas comprometidas con el Movimiento de Mujeres, entre las que se encontraban la Coordinación Argentina de ONGs, para analizar mecanismos de participación de las ONGs en convenios bilaterales

No fue el único acercamiento de los organismos financieros internacionales: las ONGs tambien tuvieron un espacio con el presidente del Banco Mundial y voceros del Fondo Monetario Internacional se preocuparon por declarar, que incrementar la participacion de las mujeres en las decisiones economicas debía ser uno de los objetivos de la Conferencia

Sin embargo a pesar de estas presencias y declaraciones que ponen en evidencia la creciente importancia de las organizaciones de mujeres en el escenario mundial, no es suficiente lo que se ha avanzado en el tema de los derechos economicos de las mujeres

El Caucus de Justicia Economica, integrado por mujeres de ONGs que sesionó en Beijing como uno de los grupos de presión sobre los gobiernos, señaló que la globalización y las políticas de ajuste eran las mayores amenazas que sufren las mujeres. En este sentido no fue casual que en las reuniones previas a Beijing y durante la misma Conferencia, los gobiernos se refusaron a tratar con profundidad las causas estructurales que llevan a que el 70% de los pobres del mundo sean mujeres

En este sentido la Plataforma de Acción, cuya importancia radica en los compromisos que asumen los gobiernos con posterioridad, es contradictoria. Por un lado promueve un mayor poder para las mujeres y expresa preocupación por la situación de las pobres, pero por otro le falta un análisis y un lenguaje que una las políticas económicas globales con las causas estructurales de la brecha creciente entre ricos y pobres

La postura sustentada en la Conferencia por la mayoría de los representantes de los gobiernos lo evidencia. La delegada argentina Zelmira Regazzoli hizo omisión a toda referencia a la pobreza. En cambio Hillary Clinton en su inteligente y sentido discurso se sensibilizó con la problemática de las mujeres pobres y abogó por formas de ayuda. Sin embargo, la primera dama de Estados Unidos en ningun momento ligó las políticas macroeconómicas de su país con esa pobreza que tanto la conmueve

Para expresar su posición, el Caucus de Justicia económica impulsó una manifestación relámpago en el Hall Central de la sede de la conferencia para sorpresa de las delegaciones oficiales

Como dice el lema de las latinoamericanas, las mujeres se proponen no limitarse a la retórica "invitadas o no, las mujeres de todo el mundo se están movilizando para influir en las estructuras economicas y harán responsables a sus gobiernos y a las instituciones financieras y de comercio internacionales, de sus necesidades y prioridades. Las mujeres se proponen liderar un cambio hacia un órden económico equitativo y sustentable y no descansaran hasta que su llamado por una transformación profunda en el sistema económico sea escuchado".