Aspectos operacionales de una definición sobre agricultura sustentable en México

En opinión de Enrique Provencio, la aplicación de una política de desarrollo sustentable para la agricultura requiere enfrentar y resolver la gran fragmentación y desintegración sectorial que existe en la política mexicana.

¿Cómo hacer una política de sustentabilidad rural que supone otro diseño institucional y supone una articulación que supere no sólo las diferencias, sino también las pugnas intersectoriales y por tanto interinstitucionales que se presentan a la hora de aplicar una política concreta?

Primero, la dificultad para integrar un modelo que no sea tan ortodoxo o tajantemente planificador o liberalizador;

Segundo, la dificultad para recomendar políticas concretas que difícilmente son de aplicación generalizada;

Tercero, la dificultad para aplicar en la práctica políticas que requieren un diseño institucional distinto al que realmente tenemos en México.

Otros problemas en el caso de México:

El ambiente económico no es propicio ni siquiera para mantener la producción a secas mucho m enos para impulsar medidas sustentables. Eso está significando una contracción de los ingresos de la mayoría de los productores rurales, y por tanto reproduciendo condiciones de pobreza rural.

No existen prácticamente programas que propicien la conservación, restauración o la limpieza de suelos contaminados por el uso de agroquímicos. No existen programas que incentiven de manera abierta el uso más sustentable de los bosques etc.

Si no tenemos socialmente formas adecuadas de resarcir a los productores rurales o de compensar a los productores los costos que significa la sustentabilidad física, no podemos esperar entonces que los propios productores asuman sobre sus propias espaldas todos los costos de la sustentabilidad física de la agricultura.

Un problema más serio, ¿está la sociedad mexicana realmente dispuesta y en condiciones de aceptar el costo económico de una agricultura sustentable? porque los servicios ambientales que proveen los sistemas rurales nos beneficia a toda la sociedad en su conjunto y no nada más al productor. ¿Estamos o no dispuestos a subsidiar a la agricultura, para que los productores estén en condiciones económicas de sacar adelante todos los pedidos de la sustentabilidad?

Se necesita entonces una especie de acuerdo social que ubique, como uno de los puntos centrales de la discusión nacional, si estamos o no dispuestos a pagar por la sustentabilidad rural.