Entrevista a Jaime Torres, VICARIA PASTORAL OBRERA, Concepción

Se creó a nivel regional una comisión coordinadora entre ONGs y gobierno, pero las formas de relacionarse de ambas instituciones no se modificó con el trabajo de esta comisión. Al comienzo había interes de hacer cosas juntos pero no se concretizaron las vías. El gobierno desarrolló sus planes y programas sin tomar en cuenta lo que proponían las ONGs. En discuciones con el FOSIS vimos que el gobierno no ayuda a consertar sinó a dividir. La política de licitación del gobierno produce un gasto de energía enorme entre las ONGs, que terminan compitiendo entre si. En cambio podría haber una política de concertar en torno a temáticas específicas, en zonas geográficas que ameritan esfuerzos multidiciplinarios. Hay lugares en la región, como son Penco, Tome y Lota donde se podrían concertar esfuerzos. Nosotros lo hemos planteado, pero el gobierno busca licitar, además de que estas licitaciones se reparten con un juicio muy poco tecnico, tratando de dejar a todo el mundo contento. Las ONGs deberían establecer planes de desarrollo, de estrategias aunadas. Incluso la coordinadora le pidió al gobierno una investigación donde se estudiara el rol de las ONGs en la región. Pero el gobierno dijo que no había recursos. El sentimiento que queda es que uno es sólo un contratista del gobierno, y de que no hay un esfuerzo de concertación. Por otra parte, el mundo empresarial ha entrado a disputar recursos que podrían ser de las ONGs. Han licitado muchos proyectos SENCE, pues la Cámara del Comercio compró los liceos tecnicos al gobierno. Así entran en competencia con las ONGs. Colaboración no hay. Quizás se pudiera lograr algo en relación con los problemas de los sectores más pobres, de manera que el empresario entregue algún tipo de material, pero no lo hemos implementado y las relaciones son más bien distanciadas.