Antecedentes y contexto
Los extranjeros piensan que Japón no tiene asentamientos precarios, pero el capitalismo moderno depende en última instancia de la explotación del pobre que vive y trabaja en pésimas condiciones.
Hace cuatro años, un estudio del gobierno japonés descubrió que Japón tenía 25.296 personas sin hogar, que vivían en los parques de las ciudades, en las riberas de los ríos, cerca de las estaciones de trenes, en cyber cafés y otros espacios públicos. De entre ellos, más de 40% vivía en los parques. La prefectura de Osaka tiene la mayor población sin hogar del país: 7.700 según las cifras oficiales y más de 15 mil extraoficialmente. Desde la década de 1990, muchos se han ido a vivir a los parques, cuando se produjo un rápido aumento del desempleo debido a la crisis económica. La recesión y el desempleo son las principales causas de la condición de los sin hogar.
Cuando las personas en condiciones socialmente vulnerables y sin hogar actúan colectivamente y crean comunidades seguras en los parques públicos, el hecho representa un factor de protección para su salud física y mental y una gran capacidad para organizar sus habilidades para sobrevivir y su resistencia civil. Pero las autoridades desalojan violentamente las carpas y a quienes duermen sin comodidades en ellas, retiran y destruyen sus pertenencias de modo de “limpiar” los parques de personas sin hogar y “tener bonitos espacios públicos”, lo que los obliga a tratar de sobrevivir sin certidumbre alguna en las calles, de modo que, al dispersarse, también aumenta el riesgo de que desaparezcan. Según las palabras del Gobernador “…[Por culpa de los sin hogar] las niñas ya no pueden practicar gimnasia ni ejercicios en los parques durante la tarde”: los pobres son víctimas de violencia física pero también de prejuicios y sufren de una profunda exclusión social. Más aún, se le niegan muchos otros derechos, como el derecho a voto, a ser parte del sistema nacional de seguro de salud y a obtener licencia de conducir o pasaporte a un ciudadano sin dirección registrada. Los jornaleros cuyo desempleo es crónico no pueden recibir beneficios por desempleo ni postular a asistencia social, que exige que los beneficiarios mantengan una dirección permanente. Las administraciones de los servicios sociales no cumplen con entregar a los ciudadanos japoneses ni el mínimo nivel de subsistencia que les garantiza la constitución. Cuando una persona llega a ser sin hogar y ya no dispone de una dirección, le resulta casi imposible encontrar trabajo, y por consiguiente, asegurarse un medio de subsistencia para tener un lugar donde vivir.
Perspectiva específica de las redes y alianzas
Desde la década de 1990, cuando la economía asiática se fue cuesta abajo y llevó al rápido incremento de quienes dormían en las calles, unas treinta organizaciones relacionadas se unieron para formar una red nacional que ayudara a las personas de la calle a tramitar sus quejas y lograr una mayor independencia.
Para los activistas laborales y otros, no se debe tratar a las personas sin hogar como niños que necesitan protección, sino que hay que apoyarlos para que tejen relaciones sociales saludables dentro de sus propias comunidades y luchen contra el predominio de la exclusión social. Al mismo tiempo, aprenden a luchar de forma organizada por su derecho a una existencia decente y contra la negación de los derechos humanos. Ellos luchan por el derecho a una vivienda decente, pero también por el derecho a no ser desalojados.
La resistencia del Sr. Yoji Yamauchi
Yoji Yamauchi, un hombre japonés de 58 años, vive sin hogar desde 1998. Su vivienda es una carpa liviana desmontable de lona azul en un parque de la ciudad industrial de Osaka.
Contra las autoridades y en alianza con asociaciones de personas sin hogar, el ha iniciado una singular lucha contra la grave violación del Artículo 11 del Pacto sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, firmado por el Japón (“[…] el derecho de todas las personas a[…] la vivienda”). El objetivo es luchar contra el desalojo forzado y ser reconocido como persona sin hogar con derecho a la ciudad por medio de la obtención de una dirección oficial, en la calle.
En junio de 2001, auspiciado por “Asian Coalition for Housing Rights, ACHR” (Coalición Asiática por los Derechos a la Vivienda), participó de una delegación de sin techo y grupo de apoyo popular que visitó Hong Kong para evaluar localmente las condiciones de vida de las personas sin hogar e intercambiar experiencias.
En marzo de 2004, el Kita Ward (entidades locales del norte de Tokio controladas directamente por el gobierno municipal) se negó a registrar el parque como su dirección.
En abril de 2005, una campaña internacional de solidaridad realizada por “Koen-no-Kai” (El Colectivo del Parque) –para enviar postales a la dirección postal “ilegal” del Sr. Yamauchi en el Parque Ogimachi– recibió el apoyo de Habitat International Coalition (HIC), quien hizo campaña de presión para validar su dirección ante las autoridades.
Decidido a satisfacer su derecho humano a la vivienda, presentó una demanda legal ante el Tribunal del Distrito de Osaka y ganó el caso en enero de 2007, ya que dicho tribunal apoyó su reclamación al fallar que la residencia de una persona es el lugar donde vive, sin tomar en consideración su derecho a vivir en dicha ubicación.
La Oficina Municipal apeló contra el fallo original con el argumento de queuna carpa no es una estructura permanente y envió el caso al Tribunal Supremo de Osaka, que luego lo anuló en 2007. Este declaró que era ilegal usar un parque como dirección con el argumento de que la carpa, al ser desmontable, no reúne las condiciones de ‘sabiduría convencional’ de residencia y agregó que la aprobación del veredicto anterior incitaría a otras personas a mudarse al parque.
Luego, el Sr. Yamauchi y su abogado apelaron ante la Corte Suprema.
En octubre de 2008, después de un año y medio de silencio, la Corte Suprema desestimó el caso. Este caso terminó sin una verdadera resolución.
El Japón, tal como otras sociedades capitalistas “desarrolladas”, tiene asentamientos precarios donde se reúnen los grupos marginados en búsqueda de trabajo y de un lugar decente para vivir. En un país capitalista moderno, modelo de producción y organización, las personas sin hogar no están ni siquiera autorizadas a dormir en una carpa desmontable en la calle y sistemáticamente son víctimas de desalojos.
El derecho a la ciudad incluye el pleno gozo de todos los ciudadanos de poder disfrutar del usufructo de los espacios públicos y del acceso a un ingreso, a oportunidades, a la tierra y a la vivienda, al agua y a los servicios sanitarios, a la educación y a la atención de salud. Según los Principios y las Bases Estratégicas de la “Carta Mundial para el Derecho a la Ciudad” –el pleno ejercicio de la ciudadanía y la gestión democrática de la ciudad, las funciones sociales de la ciudad y de la propiedad urbana, la igualdad y la no discriminación, la protección especial de los grupos y de las personas en situaciones de vulnerabilidad, el compromiso social del sector privado, la promoción de una economía de la solidaridad y de políticas tributarias progresistas–, ninguno de estos aspectos del derecho a la ciudad ha sido reconocido ni respetado en al caso aquí presentado.
Desde 2005, Habitat International Coalition ha apoyado diversos llamados a acciones solidarias para ayudar a los japoneses sin hogar y ayudar en la prevención de desalojos forzados. De las distintas iniciativas respaldadas que defienden el derecho a la ciudad, el participante más persistente es el Sr. Yoji Yamauchi, quien ha demostrado un compromiso constante a largo plazo en su lucha, además de habilidades para establecer lazos y fomentar gestos solidarios desde todo el mundo.
La “Campaña de las Postales” lanzada en 2005 fue pragmática, simple y tuvo un impacto positivo. Su éxito se basó en la participación de la gente, lo cual permitió aumentar la conciencia internacional sobre las pésimas condiciones de los sin hogar de Japón en 2005 y 2006. Finalmente puede haber contribuido en el triunfo del caso del Sr. Yamauchi ante el Tribunal del Distrito de Osaka a principios de 2007, pero especialmente le entregó la esperanza y la energía para perseverar en su lucha para romper este círculo vicioso.
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, Japão
Texto original
Referencias
Asian Economic News. “Japanese, Korean homeless show solidarity with H.K”. Kyodo News International, Inc. June 11, 2001. findarticles.com/p/articles/mi_m0WDP/is_2001_June_11/ai_75504623
Frei, Matt. “Japan homeless living in internet cafes”. [Video]. BBC News. March 21, 2009. news.bbc.co.uk/1/hi/business/7953609.stm
Habitat International Coalition. “World Charter for the Right to the City”. 1995. www.hic-net.org/document.php?pid=2422
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Nanba, Kazunari. “Petition to stop the forced eviction of the homeless”. Asian Coalition for Housing Rights. February 8, 2001. www.achr.net/new_page_6.htm#OSAKA.
San’ya Day Laborers’ Welfare Center. “Program: CO Theory and Practice – Organizing Japan’s Urban-Industrial Underclass”. Leaders and Organizers of Community Organization in Asia. December 8, 2005. www.locoa.net/home/?doc=bbs/gnuboard.php&bo_table=p_co_theory&page=1&wr_id=17.
The Japan Times. “Reversal: Park not address of homeless”. January 24, 2007. search.japantimes.co.jp/cgi-bin/nn20070124a2.html.
HIC (Habitat International Coalition) - General Secretariat / Ana Sugranyes Santiago Bueras 142, Of.22, Santiago, CHILI - Tel/fax: + 56-2-664 1393, + 56-2-664 9390 - Chile - www.hic-net.org/ - gs (@) hic-net.org