El consumidor, sus costumbres y sus leyes.

Xabier Arana B. es licenciado en derecho y tiene un Master en Sociología Jurídica y Criminología. Su trabajo y su dedicación a las problemáticas de las drogas nacieron hace más de 25 años en el movimiento social. Desde 2002, se dedica en prioridad al trabajo llevado a cabo en el País Vasco dentro del Instituto Vasco de Criminología de la Universidad del País Vasco.

El Instituto Vasco de Criminología de la Universidad del País Vasco

El trabajo del Instituto Vasco de Criminología de la Universidad del País Vasco en el ámbito de las drogas se desarrolla a través estudios sobre el fenómeno social de las drogas, de la realización de informes jurídicos así como de seminarios alrededor de esa temática.

Las herramientas del instituto son la investigación, principalmente, y también la docencia en los ámbitos de las drogas, y la problemática de género.

Los últimos años la investigación se ha centrado en la legislación del tabaco, su interpretación, sus limitaciones y dificultades en la realidad; así como la cuestión de la seguridad vial y el consumo del alcohol y otras drogas con la perspectiva de proponer acciones y alternativas.

El alcohol, “una droga con mucha tradición” en España

El alcohol en España forma parte del patrimonio de varias regiones. Es un sector que mueve mucho dinero y que está promovido no sólo por las empresas productoras sino también por las mismas administraciones.

Dentro de la cultura europea, se olvida que el alcohol también es una droga para el hombre. El alcohol crea muchos problemas de accidentes laborales, de accidentes de carretera así como de violencia doméstica, y sin embargo está aceptado dentro de lo lícito dentro de nuestras sociedades. A pesar de las evidencias no se trata al alcohol como a las otras drogas llamadas ilícitas.

Las políticas, el “alcohol y las otras drogas” en la sociedad de consumidores

Según el tipo droga legalizada o ilícita, el panorama político, como el fenómeno social, han evolucionado de forma distinta con ritmos distintos.

En cuanto al alcohol, hoy día se habla del fenómeno del “botellón” (1), que está prohibido. El alcohol es cada vez más un producto reservado al fin de semana, y no tanto al consumo del día a día.

El tabaco, es un insumo estudiado dentro del Instituto al mismo título que una droga. En los finales de los años 70 y principios de años 80, España y el País Vasco en particular conocieron un fenómeno importante de consumo de heroína. El país está marcado por esa época, desde entonces todas las cuestiones vinculadas a las drogas están relacionadas con la heroína y los efectos de los años 80.

El cannabis (cañamo) está “normalizado” en el País Vasco. Existen clubs de consumo de cannabis que lo revindican. También se cuentan con espacios donde el consumo está tolerado. Sin embargo cabe precisar que no siempre o por todas partes está aceptado. Todavía hay gente que está encarcelada y reprimida en España.

El consumo de cocaína, a la diferencia de la heroína, se caracteriza por el perfil de los consumidores. Mucha gente que tiene problemas de adicción a la cocaína no es marginalizada como se puede pensar, sino que son trabajadores.

Dentro de la sociedad vasca, se han podido ver cambios sociales relevantes frente el consumo de las drogas. Los cambios de políticas suelen ser procesos más lentos, después de los años 80, cuando hubo traslado de competencias hacia las comunidades autónomas, se iniciaron varios planes de “droga-dependencia”, hoy estamos en el quinto. Los ejes principales de acción desarrollada han sido la prevención, la asistencia y la inserción en el ámbito del consumo de alcohol, tabaco, y otras drogas ilegalizadas. En efecto, se ha invertido mucho tiempo y medios a través de esos planes.

Los resultados de esas políticas son difíciles de analizar. Por ejemplo, el consumo de alcohol y tabaco ha bajado por persona. Le gente consume menos que antes. Sin embargo eso no resuelve la evolución del número de consumidores.

El espacio dado por el Foro Mundial de Productores de cultivos declarados ilícitos.

El Foro desarrollado en Barcelona ha dado la oportunidad de escuchar la voz de los productores de esas plantas que no se suelen escuchar en el panorama mundial.

Además ha permitido fomentar un intercambio y un diálogo entre la gente que no existía. Se ha logrado tener en un espacio común, problemáticas comunes entre gente del mundo teniendo una posibilidad de organizarse, y seguir adelante.

Ha dado la posibilidad de ver claramente que existen diferencias de tratamiento entre unos y otros en el mundo, las políticas de prohibición han creado mucha desigualdad entre los países (alcohol, tabaco y otras drogas ilícitas)