Cambios en las prácticas, en los liderazgos, en los recursos para la comunicación de las organizaciones y redes ciudadanas en México
Gerardo ALATORRE, Rosa Delia CAUDILLO FELIX
08 / 2006
La vida da muchas vueltas; y siempre es útil revisar nuestras certezas, es decir evaluar y retroalimentar lo que damos por sentado, lo que constituye nuestra misión/profesión como mediadores-facilitadores-actores. Durante los seis años transcurridos entre finales de 1999 y finales del 2005, la vida dio muchas vueltas y el mundo seguía dando tumbos. El trabajo y las formas de conexión del GES (como los de otros organismos afines) se fueron reformulando, replanteando, valorizando y buscando espacios para generar colaboraciones y sinergias.
Recapitulando, vimos que son muchos los cambios que se han vivido en los organismos y redes ciudadanas y en sus formas de cohesión interna y externa: algunos aspectos se han venido fortaleciendo, y en otros subsisten fragilidades y desarticulaciones que no forzosamente son concebidas como “aspectos a atender” por parte de las organizaciones, los movimientos sociales o las redes ciudadanas. Quedó bastante claro que, para lograr el fortalecimiento de la acción ciudadana, se requiere una activa intención y gestión, adecuada a las particularidades de cada iniciativa. Así que vale la pena reflexionar y compartir nuestras vivencias y formular nuevas preguntas.
Una rápida revisión de estos últimos años nos permite identificar algunos avances y procesos relevantes:
En estos años, las tecnologías de la información y la comunicación han ido transformando nuestras prácticas y apoyando nuestras capacidades y habilidades de dar a conocer a un creciente número de personas nuestras preocupaciones, demandas, ofertas, denuncias, iniciativas, proyectos.
Aunado a eso, los avances que desde las propias organizaciones se han ido dando en las legislaciones en pro del derecho de acceso a la información y la transparencia facilitan que las organizaciones se sensibilicen y actúen para poner en evidencia las incongruencias del ejercicio de quienes detentan poderes para supuestamente dar respuesta a necesidades comunitarias, pero hacen uso personal o de grupo de sus atribuciones y recursos.
En los sectores académico, gubernamental y privado se ha ido produciendo un cambio cultural que lleva a una mayor valoración de los conocimientos relacionados con la cotidianidad, la calidad de vida, las tradiciones y normas de convivencia y una mayor valoración de los saberes generados en la acción de la ciudadanía que exige respeto a sus derechos sociales, políticos, económicos y ambientales.
Diversos espacios para la participación ciudadana se han ido abriendo gracias a lineamientos y normas establecidos a nivel internacional, que a su vez son resultado, en gran medida, de la exigencia de las propias organizaciones y los movimientos sociales. En estos espacios, la ciudadanía afectada por situaciones de inequidad (de género, etnia, clase social), injusticia, violencia, epidemias, inseguridad, desastres, pobreza, etc., ha podido hacer valer su derecho a incidir en las políticas públicas.
El acceso y uso de recursos, capacidades, financiamientos y herramientas legales a favor de los sectores sociales desfavorecidos ha visibilizado y diversificado las relaciones entre comunidades y sectores de los países del norte con los del sur, y al interior de los países entre los estados y regiones.
Esas nuevas articulaciones sectoriales y geográficas han potenciado la aparición de nuevos liderazgos, han dado un gran impulso hacia la arena política a las organizaciones no gubernamentales de corte internacional así como a algunas ambientales y de la conservación y han facilitado sinergias entre los movimientos populares o de base local de distintos países del sur, sinergias donde participan corrientes de intelectuales y artistas, grupos indígenas, mujeres y comunicadores alternativos que buscan fortalecer corrientes de opinión (en cuestiones clave como Derechos Humanos, Violencia hacia las mujeres, trabajo infantil, entre otros).
Este nuevo panorama transforma el contexto político y las opciones metodológicas para el accionar en redes. Abre nuevas posibilidades, plantea nuevos retos y hace más claramente visibles algunas inercias que siguen dificultando la articulación. En particular, el Proyecto GES constató que en el estado de Veracruz y específicamente en el contacto con organizaciones que actúan frente a problemas y dinámicas locales y regionales, sigue planteándose el dilema entre priorizar la acción en redes frente al interés personal, grupal o de la organización, lo que a menudo dificulta la comunicación y la articulación de saberes y haceres en torno a las luchas o metas de cambio que compartimos con colegas y contrapartes.
Ello no obsta para que podamos constatar también cómo el concepto de gestión de saberes ha venido adquiriendo un cierto status, ofreciendo pistas conceptuales, metodológicas y políticas hacia un fortalecimiento estratégico de las dinámicas de red.
rede de cidadãos, mobilização de moradores, intercâmbio do saber, difusão do saber
, México
Pistas hacia la gestión de los saberes en redes sociales
GES (Gestion de saberes - Gestion des savoirs) - Xalapa, Veracruz, MEXIQUE - México - rosicaudillo@gmail.com; geralatorre@gmail.com