Clínica de Defensa Legal.

Los conflictos armados son el pan de cada día en el mundo entero y la violencia se expresa de manera cada vez más atroz. Eso ha conducido a algunos sectores sociales, a organizaciones y a personas a tener un marcado interés por defender los derechos humanos.

En Colombia, donde desde hace más de cincuenta años se vive una guerra civil disfrazada de conflicto armado, es constante la violación de los derechos humanos por parte de todos los actores de la conflagración. Guerrilleros, paramilitares o ejército nacional, todos, con la justificación de que están en un escenario de guerra, cometen brutales y denigrantes actos en contra, por igual, de sus opositores en el combate y de la población civil. Como si no bastara esto, en las áreas donde el conflicto armado no se manifiesta directamente, existen otros agentes encargados de que los derechos también se violen.

Por ello, Colombia es un lugar perfecto para emprender actividades e iniciativas de defensa de los derechos humanos. Entre los principales interesados en este tipo de iniciativas están las universidades y otros entes académicos, seguidos e impulsados por los estudiantes, que son un motor decisivo en estas instituciones.

Una de esas iniciativas es la Clínica de Defensa Legal, programa adelantado por la Universidad Santiago de Cali, cuya orientación en el área del derecho y las ciencias políticas ha sido siempre de un corte principalmente penalista. La universidad participa constantemente con ponencias de los estudiantes en los concursos realizados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y sus resultados son con frecuencia exitosos. De la misma manera, ha obtenido reconocimientos por parte de la Cruz Roja Internacional, debido a su labor de investigación en el tema de los derechos humanos.

La propuesta de una Clínica de Defensa Legal pretende hacer una labor investigativa sobre los conflictos y violaciones de los derechos humanos que ocurren en áreas donde no hay enfrentamientos armados. Esas áreas son en su mayor parte urbanas, pues en Colombia esos enfrentamientos se desarrollan con mayor intensidad en las zonas rurales.

En particular, se adelanta una investigación sobre casos en el tribunal de Buga (municipio del departamento del Valle del Cauca), donde existen personas detenidas desde hace más de dos años sin que se les haya hecho juicio o dictado sentencia alguna. Además, se indaga por las precarias condiciones de vida de las penitenciarias del departamento. La Clínica de Defensa Legal presenta sus denuncias sobre estas irregularidades ante las entidades gubernamentales y las organizaciones de derechos humanos correspondientes, como una manera de ejercer presión para solucionar con prontitud esos problemas.

La Clínica también investiga la contaminación desbordada que vive Buenaventura, el principal puerto marítimo colombiano sobre las costas del Océano Pacifico, situado también en el departamento del Valle del Cauca. Allí, la insalubridad afecta peligrosamente la vida de los habitantes. Es decir, a pesar de ser Buenaventura un eje de gran importancia económica para Colombia, tiene a su población sumida en condiciones de vida absurdas.

Aunque la Clínica se conformó hace solo seis meses, los resultados de su trabajo son satisfactorios y las expectativas, muy prometedoras. En el momento, su campo de acción se circunscribe al departamento del Valle del Cauca, pero se espera que con el transcurso del tiempo su labor se extienda a otras zonas del país, para beneficiar a otras comunidades que necesiten de sus servicios.