Comité de Derechos Humanos resalta las causas de los desequilibrios regionales
11 / 2003
El departamento de Arauca se encuentra en el nororiente colombiano delineando parte de la frontera entre Colombia y Venezuela. Tiene una gran diversidad y riqueza ambiental y una alta concentración de hidrocarburos. Es fácil imaginar entonces que Arauca es una región moderna gracias a las regalías obtenidas por la explotación de sus riquezas. No obstante, las condiciones de vida de sus habitantes y el crecimiento y desarrollo económico de su territorio son poco alentadoras.
Allí se asienta el grupo guerrillero FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), con los frentes segundo y 45. La guerrilla del ELN (Ejercito de Liberación Nacional) tiene también el Frente Domingo Laín, la columna Che Guevara y el Batallón ABC. Los grupos paramilitares también se movilizan cerca y en su interior; por una parte están las Autodefensas del Casanare, concentradas en la región del Tame, y en la región de Arauca se concentran las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). La presencia de estos grupos insurgentes genera un constante clima de zozobra entre la población, que siempre está en medio de los combates entre guerrilleros, paramilitares y fuerzas del Estado.
La corrupción de los dirigentes políticos de la región ha contribuido por otra parte al despilfarro y subdesarrollo de Arauca. Los recursos asignados a planes de desarrollo económico y social se desvían en los laberintos burocráticos y queda de lado la atención a las necesidades de la población. A su vez, el Estado no se preocupa por ofrecer una solución real al problema de inseguridad y la única alternativa que señala es una constante militarización de la zona, de manera que el conflicto se intensifica y el miedo crece entre los araucanos.
En medio de esta situación opera el Comité Permanente de Derechos Humanos de Arauca. Su labor consiste en recolectar datos sobre la situación de los habitantes de Arauca y en llevar a cabo las denuncias de los atropellos contra los derechos humanos, sea de parte de la guerrilla, de los paramilitares o del Ejército nacional. La idea de crear este Comité surgió en 2001 debido a las constantes violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario que se presentaban en la región.
Su acción no ha sido fácil pues la población teme colaborar. De la misma forma, los integrantes del Comité reciben amenazas de quienes violan esos derechos, interesados en mantener su actuar en la impunidad. Las denuncias más frecuentes corresponden a amenazas personales, asesinatos selectivos, masacres y desplazamiento forzado. Aunque el Estado se resiste para intervenir en estos asuntos, con insistencia y presión se han logrado buenos resultados encaminados a disminuir las agresiones a los pobladores de esta área.
Junto a las denuncias por agresiones violentas, el Comité señala que hay otro tipo agresiones contra la población que sin necesidad de realizarse por medio de las armas tienen efectos tanto o más graves que los de las balas. Por ejemplo, que la presencia del Estado sólo es de carácter militar, con lo que sólo se intensifica el conflicto, mientras abandona la inversión social, lo que a los ojos de los habitantes es la verdadera causa de la guerra.
De la misma forma, el Comité denuncia la preocupante situación de desempleo y subempleo en la región, que se debe por una parte al masivo desplazamiento de campesinos a los cascos urbanos de Arauca y por otra, a que las compañías petroleras que explotan la zona no están generando empleos para la comunidad.
El propósito de los representantes del Comité Permanente de Derechos Humanos de Arauca en esta Asamblea de la sociedad civil por la paz es buscar una mayor divulgación de sus problemas y sus denuncias para que haya una mayor presión, apoyo y disminuya la intensidad de la guerra.
En medio de un ambiente de intenso conflicto en el que tomar partido o hacer denuncias siempre causa escozor en los promotores de la guerra es de gran valor que haya personas dispuestas a sacar a la luz las verdaderas situaciones que se viven, a pesar de los riesgos que se corran. Sin embargo, la denuncia no es suficiente cuando los directamente responsables de corregir las situaciones desoyen los planteamientos de la población. Por eso, espacios como la IV Plenaria de la Asamblea Permanente de la sociedad civil por la paz deben ser receptáculo de estas inconformidades y punto de apoyo para ejercer presión en el sentido de que los responsables por acción u omisión ofrezcan salidas pacíficas al conflicto.
Ficha realizada en el evento "IV Plenaria la Asamblea Permanente de la sociedad civil por la paz", Bogotá, Colombia, 9, 10, 11 octubre de 2003.
Entrevista con GOMEZ, Jaime.
Entretien
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