Software libre:una opción de comunicación sin privatización, ni competencia

El mundo de las comunicaciones es fascinante. Cada día vemos avances en los programas utilizados para movernos en la Internet, realizar gran variedad de trabajos desde la computadora, así como hablar con otras personas desde un teléfono celular sin importar que se encuentren en cualquier lugar del mundo. Pero el acceso a estos servicios se complica por sus altos precios en el mercado. Las grandes empresas creadoras de software, como Microsoft, buscan siempre una gran rentabilidad en ventas y legalización de sus programas. Así, la gente de escasos recursos no es tan fácilmente beneficiaria del conocimiento que diariamente se genera con estos sistemas.

Existe una propuesta internacional para desarrollar un software libre, es decir, uno que todas las personas puedan copiar, estudiar y manejar. Se trata de crear una plataforma alternativa a Windows, gratuita, de libre adaptación (consúltese la página http://www.gsyc.inf.uc3m.es/), que sea una respuesta a la privatización de programas de sistemas de cómputo. Comienza con una campaña por la solidaridad y la cooperación que esté por encima de la competencia dañina y que la impulsen todas las personas que trabajan alrededor del mundo difundiendo el uso del software libre, mostrando su accesibilidad y haciendo tomar conciencia de lo que significa.

La propuesta se presentó en el Foro Social Mundial de Porto Alegre (Brasil, 2002) y contó con su respaldo, pues tiene el significado de ser una resistencia social a la globalización desde una forma de globalización alternativa y porque así como en el Foro se piensa en que otro mundo es posible, también lo es obtener otro software. En este caso, no se da paso a la mundialización homogeneizante, sino a la mundialización en la heterogeneidad. Por esta razón, el software libre es un proyecto a la medida de las necesidades locales, en manos de la gente y no en manos de transnacionales de la comunicación, como Microsoft, empresa que desconoce las particularidades de las comunidades locales.

El software libre no corresponde al sistema operativo denominado UNIX (sistema operativo apropiado por las empresas mercantilizadas). Su principal exponente es GNU/Linux (GNU recoge la historia de lo que han sido los sistemas operativos en Estados Unidos) y no responde al afán de competencia y ganancia. Al contrario, su mayor logro es promover que la comunidad misma se adueñe del software.

Richard Stallman fue uno de los pioneros del software libre al crear en 1984 el GNU y luego en 1985 al crear la FSF en compañía de otras personas vinculadas al proyecto GNU (para entender mejor estos términos, visite la página http://www.gnu.org/thegnuproject.html).

Richard Stallman, conocedor del mundo computarizado y del poder de la información, cumple la misión de difundir la utilización del software libre. Él trabaja en el descubrimiento de nuevos programas y, por ejemplo, el software puede abrirse en varios idiomas, inclusive los de las etnias.

El software libre cuenta con una licencia pública general GLP en la que se « prohíbe prohibir », lo que significa un blindaje contra la corrupción del movimiento y se evita que la propiedad del programa caiga en manos de pocos. El trabajo desarrolla por medio de un tipo de minga, o trabajo voluntario y comunitario, que promueve un producto de calidad, como lo haría una transnacional, ya que existe un compromiso de cambio, sin estructura jerárquica, para el beneficio de todos.

En Colombia, este proceso se denomina Colibrí y se adelantan acciones legales ante el Congreso dela República con el fin de que aprueben una ley de software libre para oficinas gubernamentales, que no tendría ningún costo, se beneficiaria de un código propio y abierto para los colombianos. De esta manera se favorecería la autonomía del Estado, porque al manejar la información estatal en un software extranjero, cabe la posibilidad de espionaje virtual.