A diferencia de los demás barrios, éste aún cuenta con mucha vegetación. Una de sus áreas verdes es el Bosque de la Tijuca, el mayor bosque urbano del Planeta. Además de las favelas, prácticamente sólo hay casa antiguas o pequeños edificios. Para preservar este escenario, sus habitantes lucharon con éxito para que el barrio fuera declarado Patrimonio Histórico y área de preservación ambiental. Este conjunto de características sociales, ambientales y culturales favoreció el surgimiento de Tambores por la paz, movimiento vinculado a la Alianza por un Mundo Responsable, Plural y Solidario.
Decir lo que hay que decir
La idea surgió entre un grupo de amigos y de nuestros hijos, por el deseo y la necesidad de llamar la atención de las personas hacia el absurdo de la guerra que se aproximaba. Cuando comenzamos a planear la manifestación, aún no sabíamos que el día 15 de febrero de 2003 había sido decretado por el Foro Social Mundial de Porto Alegre como día mundial de movilización contra la guerra. El acto tuvo lugar en la tarde del 14 de febrero. Todo se hizo a partir de la energía de algunos habitantes, del entusiasmo de los músicos, del apoyo de la Asociación de Pobladores de Santa Teresa, de la disposición de la escuela pública, que brindó a los niños el tiempo para que hablaran de la guerra y pintaran los carteles que se colocaron en las calles.
A las 17:30, en el Largo do Guimarães, el tranvía que llevará a los manifestantes por el barrio está parado para recibir los primeros carteles, hechos ahí mismo, a mitad de la calle. Son restos de cajas de cartón escritas y coloreadas por tres niños de las escuelas del barrio y colocadas sobre los costados del tranvía: " No a Sadam Hussein, sí al pueblo iraquí! No al imperialismo estadunidense en Iraq! Nuestra guerra es contra el hambre!".
El micrófono está libre para quien desee manifestarse. Pronto, venciendo la timidez, algunas personas se acercan, se animan: jóvenes de 15, 16 años; señores, señoras, un turista, los miembros de la asociación de pobladores, músicos, todos quieren expresar, a través de poesías o de la lectura de textos pacifistas, su repudio a la guerra. El acto vale por ser un momento de hacer presencia, simplemente por ser una oportunidad, abierta a todos, de decir públicamente lo que necesita decirse. El acto vale para probar que las personas pueden juntarse, organizarse para protestar, comunicar ideas, difundir utopías, decir su palabra; las energías que estos movimientos generan: esto es lo más importante!
Durante casi dos horas se suceden las intervenciones y al caer la noche los tambores empiezan a retumbar. Tambores del Maranhão, de Pernambuco y de Río de Janeiro acompañan a los presentes, que cantan una melodía inventada ahí mismo por uno de los músicos. Después, silencio absoluto para la lectura de un Manifiesto de Santa Teresa por la Paz. Y al final los presentes siguen alegremente en el tranvía, para llevar al resto del barrio, en forma de canto, su mensaje de paz.
Todo sucedió gracias a la buena voluntad de muchas personas: el diseñador que hizo el cartel, los jóvenes que hicieron la divulgación por Internet, los habitantes que asumieron diversas tareas, los amigos de otros barrios que avisaron a la prensa. Nuestro ritual de Tambores fue importante por su singularidad, por su valor simbólico, por las energías que movilizó, las conexiones que posibilitó, las esperanzas que hizo renacer.
No somos capaces de detener la guerra, pero, aquí en nuestro barrio, ya avanzamos, con este pequeño acto, en dirección de la paz!
Fecha: Febrero Este es el relato de una movilización que culminó en la realización de un ritual de Tambores por la paz en el barrio de Santa Teresa, en Río de Janeiro, Brasil.
Santa Teresa es un barrio localizado sobre las montañas que separan las zonas norte y sur del municipio de Río de Janeiro. Tal vez por su localización, mantiene características de una ciudad del interior, en la que las personas se conocen, se comunican y están orgullosas de pertenecer a una comunidad que desea conservar sus condiciones y estilo de vida.
A causa de la lucha histórica de sus moradores, el barrio es el único de Brasil donde el tranvía, además de seguir circulando, es el principal medio de transporte, y ciertamente el punto más importante de convergencia de la identidad de sus pobladores.
Aunque en otros tiempos Santa Teresa fue un barrio de la nobleza, su actual población refleja en pequeño la distribución del ingreso en Brasil. Una gran parte de sus habitantes vive en trece favelas en los flancos de las montañas, que actualmente son puntos peleados por los narcotraficantes. Por su localización estratégica, el fortalecimiento del tejido social -a través del mejoramiento de las condiciones materiales (trabajo, educación y cultura, salud) y el establecimiento de lazos solidarios entre todos sus habitantes- resulta fundamental para el futuro de la ciudad.
Léa Tiriba es una animadora de la « rede humanidade criança », asociada à DPH y miembro de la Alianza por un Mundo Plural, Responsable y Solidario. Esta ficha fue producida para el sitio web de Tambores da Paz, Río de Janeiro / Brasil.
Texte original
Alianza por un Mundo Plural, Responsable y Solidario - www.alliance21.org/2003 - leatiriba (@) domain.com.br.