El Centro de Información sobre Montañas del Asia Central trabaja en proyectos de desarrollo sustentable en Kirguizstan

La vida en medio de la montaña es, sin duda, difícil. El gobierno de Kyrgyzstan no es suficientemente eficiente como para ocuparse de las poblaciones de montaña que sobreviven a pesar de las duras condiciones. El poco acceso a tecnología, educación y servicios de salud, son problemas cotidianos para estas comunidades aisladas. La gente de la montaña habla sus propios dialectos, lo que contribuye a su aislamiento frente al desarrollo mundial, pero también es una muestra de la rica cultura que poseen, que consta también de técnicas de medicina y rituales autóctonos.

Afortunadamente existen organizaciones y gente preocupadas por sacar adelante a pueblos trabajadores aunque con escasos recurso. Vladimir Yakovlev es consejero del Presidente del Centro de Informacion sobre Montañas del Asia Central, (CAMIN, Central Asia Mountain Information Center) y su labor es ayudar al desarrollo de las poblaciones de montaña en Kyrgyzstan. El éxito en su trabajo, como él dice, se consigue mediante tres consignas ’movilizarse, organizarse y brindar apoyo’.

Esta organización no se dedica a dar caridad. Brinda oportunidad a gente trabajadora de tener educación y acceso a tecnologías de cultivo agrícola para elevar su calidad de vida. Vladimir Yakovlev, como miembro activo del CAMIN se preocupa de que se cumplan las actividades y objetivos de la Organización, entre los que se cuentan :

-Conseguir dinero para financiar la maquinaria y el trabajo de los técnicos necesarios para las labores de la organización.

-Analizar y buscar soluciones para los problemas de las comunidades de montaña. La organización no sólo se enfoca en los problemas locales sino que toma en cuenta aquellos de todas las comunidades de montaña asiáticas.

-Publicar libros que contengan análisis de los problemas y posibles soluciones para las poblaciones de montaña. Estos son enviados a las comunidades para que se eduquen y manejen la información necesaria para tener mayor claridad al momento de tomar decisiones.

-Proveer a las comunidades de la tecnología necesaria para la práctica de la agricultura. Se intenta producir durante el verano para generar recursos mediante la venta de estos cultivos, y mejorar la supervivencia de los habitantes. El desarrollo sustentable y la agricultura orgánica son los pilares para no erosionar y dañar las tierras altas.

-Aparte de desarrollar la agricultura como opción de sustento, se trabaja en artesanías, sistemas de riego y ganadería.

-Capacitar a los habitantes de la montaña en la construcción y utilización de invernaderos. Esto ayuda a aumentar la producción agrícola.

-Construcción de escuelas para proveer educación a los niños de las comunidades, que en el futuro estarán más preparados para producir mejor.

La labor del CAMIN es, según Yakovlev, como una función social y solidaria. La organización no funciona con dinero del Estado, sino que busca apoyos y financiamientos de varias instituciones. Básicamente, el CAMIN se encarga de analizar los problemas de las comunidades de montaña y capacitar a sus habitantes para que sean ellos quienes puedan manejarlos y resolverlos. La preocupación principal es brindar oportunidades de acceso a tecnología para un mejor cultivo de la tierra, a educación y a salud, a estos grupos marginados por su situación geográfica y por su lenguaje.

Trabajar la tierra como una comunidad unida enseña a la gente a confiar en su potencial y a ser solidarios, al mismo tiempo que les devuelve la confianza en sí mismos, su tierra, su trabajo y sus posibilidades de superación. El trabajo duro permite a estas comunidades sostenerse mediante la agricultura, ganadería y, en alguna medida, la artesanía. Así, ellas pueden acceder a una mejor calidad de vida.