Georgia planifica su futuro hasta el año 2009

Noe Khozrevanize es el director del Fondo Internacional del Desarrollo de la Agricultura, IFAD, en Georgia, un país situado en las montañas Caucásicas. Ha creado un programa llamado ’Programa de Desarrollo Rural para las areas Montañosas’. Comenzó con este proyecto hace algunos meses y lo terminará en el año 2009.

Al describir a su país, Noé comenta que por la cordillera, se lo puede dividir en dos : Este y Oeste. El Este se caracteriza por ser seco y erosionado. El Oeste, es lluvioso y verde. Nos cuenta que a raíz de la independencia de Georgia de la Unión Soviética, la economía no ha logrado recuperarse, y que el nivel de vida de la gente es bajo, mucho más que cuando eran una parte de la URSS.

Noé, y sus otros 10 compañeros de trabajo, tienen varias cosas en mente para ayudar a diversas aldeas de todo el país. El programa en ejecución tiene cinco componentes para desarrollar la infraestructura de estas comunidades : la agricultura y la ganadería, la ecología, lo social, la salud y la infraestructura.

El primer componente es el apoyo a los pequeños productores de Georgia. En las tierras bajas de este país, cada granjero tiene aproximadamente media hectárea; y en los altos de la montaña, tienen una o dos hectáreas. Esta gente necesita ayuda para cultivar diversos productos, así que este programa proveerá de semillas de varios tipos vegetales para que pueda existir una ’multiplicación de semillas’, como dice Khozrevanidze. El programa comprende la transformación de estos cultivos, una vez cosechados, para poder venderlos en el mercado, con un mejor precio. El dinero que consiguen de las ventas, es su propio ingreso.

En Georgia, en algunas aldeas, hay muchos problemas relacionados con el medio ambiente. Uno de los más graves es la erosión. Así pues, este programa de desarrollo rural va a intentar resolverlo, con la participación de los campesinos, plantando árboles para tener bosques en el futuro. También van a plantar árboles frutales, que los beneficiarían de dos maneras : podrán comer la fruta o venderla, y habrá áreas verdes, especialmente en las zonas secas. Otro propósito del programa es mejorar el riego de estas áreas, usando los abundantes recursos hídricos que poseen.

Las poblaciones a las que el programa está asistiendo, carecen casi de todo. No existen centros de salud u hospitales; el transporte es deficiente, las carreteras están casi destruidas, hace falta electricidad en las comunidades.

A mediano y largo plazo, el programa construirá hospitales, con todo lo que los aldeanos necesitan : doctores, enfermeras, medicinas, ambulancias, etc. Mejorará sus calles, y construirá caminos que conecten con otras comunidades y ciudades, con el fin de transportar sus productos más rápidamente; y en general, hacer sus vidas más cómodas. Además se pretende mejorar el transporte público y facilitar a los pobladores su acceso a vehículos particulares. En el campo de la electricidad, se piensa construir plantas hidroeléctricas para proveer energía eléctrica a las poblaciones, e iluminar calles y carreteras.

También se crearán cooperativas de ahorro y crédito para apoyar a los campesinos con créditos blandos y a largo plazo.

Todo este trabajo será hecho no solamente por Noé y el resto de los miembros del programa. Eligen entre ocho a diez personas de cada comunidad como contactos claves que invitan a la gente a participar de los programas y de esta forma ser ellos quienes se responsabilicen de los diversos componentes. Así, no solo se contribuye a solucionar las diferentes carencias de la población, sino también, se apoya la organización de las comunidades para que forjen su desarrollo.

Inicialmente, el grupo de Noé ayudará a algunas poblaciones, que irán aprendiendo en el camino cómo elaborar los proyectos y como ejecutar los diversos componentes. Después, serán estos beneficiarios quienes deberán entrar en contacto con otras comunidades y ayudarles en la puesta en práctica de los proyectos. Después de que todo el trabajo haya concluido en una zona, el Programa de Desarrollo Rural hará una evaluación participativa, a fin de que la gente pueda aprender de sus experiencias, sus aciertos y errores.

Este programa, que tiene 7 años de duración, permitirá hacer un manejo a mediano plazo de las zonas en las que intervenga. Aunque parece bastante, de hecho, realmente es poco tiempo para hacer todo lo planeado, porque tienen que tomar en consideración los largos meses de invierno en el Cáucaso. El dinero que será utilizado en la implementación de este programa, será proporcionado por el gobierno georgiano, en calidad de préstamo que las comunidades deberán pagar en algunos años.

Noé Khozrevanidze espera que, en los años próximos, el turismo crezca en todas las comunidades que el programa está interviniendo, pues sería un ingreso extra para los campesinos y a la vez, se reforzaría las diversas acciones en ejecución.

Este proyecto es uno de los mayores en su tipo que se ha implementado en los países del Cáucaso. El IFAD le apuesta a su éxito, para poder replicarlo en otras zonas pobres de la región. Las experiencias que resulten de él pueden definir el curso de la cooperación internacional en el futuro.