Privatización de las telecomunicaciones

Después de casi tres años de la privatización de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel), la acción de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (órgano oficial creado para controlar y regular la actividad de las empresas privadas), brilla por su ausencia. Desde entonces, los usuarios de este servicio público se encuentran desprotegidos frente a las 2 empresas que monopolizan la red local. Ante esta situación, usuarios afectados por distintos problemas (falta de respuesta de las empresas a sus pedidos, cortes y robos de líneas, sobrefacturación, etc.), comenzaron a organizar asambleas en las oficinas comerciales donde realizaban sus reclamos. Ante la proliferación de estas reuniones espontáneas e informales, un grupo de usuarios decidió organizarse en una "Comisión de Reclamos" que, desde 1991, funciona bajo el nombre de Movimiento de Usuarios Telefónicos (MUT).

Hacia junio de 1993, el MUT ya recibió más de 15.000 denuncias que fueron canalizadas a través de la Prensa. La simpatía que despertó este grupo en los medios de comunicación (éstos sufren particularmente el mal funcionamiento del servicio telefónico), les ha permitido contar con canales relativamente fluídos para la publicación de sus denuncias. Además, un grupo de diputados apoyó la iniciativa de este grupo de ciudadanos facilitándoles un lugar de reunión en el propio Congreso.

Lo interesante de esta experiencia es que, ante el descontento organizado de la población por la falta de controles hacia las empresas públicas privatizadas, el Gobierno admitiría, a través de un decreto que está en estudio, la participación de los usuarios en los entes de regulación y de fiscalización de los servicios públicos.