Problemas de la aplicación conjunta en Chile, desde el punto de vista de una ONG

Desde 1995 el gobierno de los EE.UU. ha establecido convenios de intención con varios países del mundo, para facilitar el desarrollo de proyectos de aplicación conjunta (AC). En lo referente a Latinoamérica, durante ese año, se firmaron acuerdos con Bolivia, Costa Rica, seis otros países centroamericanos y Chile.

El 7 de marzo de 1995 el Departamento de Energía de los EE.UU. (US DOE)firmó una Carta de Intención con la Comisión Nacional de Energía de Chile, en ocasión del taller sudamericano organizado por USIJI (Iniciativa de los EE.UU. para la AC). El convenio incluye el estímulo al involucramiento del sector privado chileno en el desarrollo sustentable y los proyectos de AC, así como el desarrollo de criterios nacionales chilenos para regular la aceptación de proyectos de AC en concordancia con las prioridades de desarrollo nacional. Pero a pesar de la masiva representación del US DOE durante ese evento, y a pesar del interés de las compañías chilenas (o sea aquellas que están participando en la construcción de un gasoducto desde Argentina, y que quieren introducir aspectos de AC en sus proyectos), a fines de 1995 no se veían aún avances.

Según Bert de Wel, una de las razones de esta falta de avance es la escasez de información sobre las emisiones de gases de invernadero en Chile, y la incapacidad de Chile para llevar a cabo el inventario de emisiones que requiere la implementación de proyectos de AC creíbles y mensurables. Sólo hay una persona en la Comisión Nacional de Medio Ambiente de Chile (CONAMA)encargada de coordinar la definición del Inventario de gases de invernadero. En estas condiciones es casi imposible definir el punto de referencia (baseline)contra el cual se medirían los efectos de un eventual proyecto de AC, lo que constituye un serio obstáculo para cualquier iniciativa de AC.

Se necesitará de un apoyo para mejorar la capacidad de generar la información sobre las emisiones de gases de invernadero. Sin este apoyo será difícil que exista un adecuado seguimiento de la Carta de Intención entre Chile y los EE.UU.