Recuperación de suelos degradados y silvoagricultura en Colombia

Una de las experiencias impulsadas por el Centro de Investigación y Servicios Comunitarios (CISEC)es la de Silvoagricultura, que se desarrolla en el marco del programa "agricultura apropiada". Las actividades se llevan a cabo en laderas erosionadas, en zonas de minifundio, y su implementación de hace de la siguiente manera:

1. Limpiar a machete un cuarto de plaza (1.600 mts2)y efectuar los trazos en curva a nivel, cada 6 - 12 metros, según la pendiente.

Abrir zanjas a lo largo del trazo, con medidas de 60 cms. de ancho y 40 de profundidad. La pendiente o estructura del suelo puede indicar otras medidas. Se deposita el rastrojo que quedo de la limpieza en las zanjas y se agrega una capa con cal y abono orgánico (zona intensiva de producción, resevorio de agua, frena las corrientes de agua lluvia, compost en sitio).

2. Por el lado de encima de la zanja se siembra una barrera antierosiva en triangulo (pasto, morera, alimento animal); por el lado de abajo de la zanja, plátano con caña de azúcar en una hilera; en seguida de ésta, en triángulo, un cultivo de abono verde (arbustos leguminosos).

3. El espacio entre las zanjas se dedica a la producción de pancoger. Se hacen "guachos", o sea, montículos de aproximadamente 80 cms. de ancho, a los cuales se les incorpora abono orgánico, después de entrar en producción el abono verde y restos de cultivos cosechados. La preparación de los "guachos" se hace en tiempo de verano; se les puede sembrar abono verde (crotalaria); al entrar las lluvias se corta la maleza o abono verde y se procede a la siembra.

4. La parcela se "encierra" con una hilera de arbustos leguminosos, seguida por una hilera de árboles frutales y termina con una hilera de árboles maderables o de uso energético. Este "encierro" es productivo a mediano y largo plazo, influye en forma positiva en el microclima de la parcela y es habitat para la fauna. La parcela termina con una medida de aproximadamente 3.600 mts2 (media plaza).

Se requiere una inversión sustancial en su primera fase tanto en trabajo como en insumos. Por tal motivo, de acuerdo a la situación económica de la población, se hace necesario un subsidio de instalación en el primer año. Después del año la parcela se sostiene económicamente y produce alimento en abundancia para la familia y excedente para la venta. La recuperación de la productividad del suelo aumenta con cada siembra, hasta lograr un equilibrio dinámico.

El programa tiene muy buena acogida por parte de la población y muestra resultados evidentes de recuperación de suelos altamente erosionados.