Conferencia DDHH, Viena 1993

Al grito de "CARTER NO !", miles de representantes de los grupos NO GUBERNAMENTALES de Derechos Humanos, rechazaron el intento el COMITE CONJUNTO (Joint Committee), de imponer la presencia de Jimmy Carter en la jornada de Clausura del Foro No Gubernamental de Derechos Humanos de la Conferencia Internacional de DDHH celebrada en Viena (Austria)en 1993

Durante los dos días previos, representantes de las tres regiones del Sur, Asia, Africa y Latinoamérica hicieron intensas negociaciones para evitar que ocurriera ese descenlace. Trataron de explicarle al Comité, que estaba encargado de organizar el Foro de ONG, que invitar a la clausura a Carter resultaba irritativo por varias razones: a)porque Carter no había participado del Foro; b)porque en Latinoamérica, el Caribe y otras regiones del mundo, Carter había tenido un doble discurso. Mientras que por un lado aparecía como Mister Derechos Humanos, por el otro financiaba gobiernos dictatoriales, responsables de matanzas y desapariciones (el doloroso alegato a una representante de Haití fue determinante para tomar la decisión); c)porque en Derechos humanos, los símbolos son muy importantes, y desde ese punto de vista no se podía permitir que un ex-presidente de Estados Unidos clausurara el foro de organizaciones que nacieron (muchas de ellas)para enfrentar políticas opresoras y hambreadoras dirigidas por ese mismo país

El comité hizo caso omiso de esas peticiones. Como un favor, y para calmar el enojo de los grupos del Sur, invitó a Perez Ezquivel (argentino, Premio Nobel de la Paz)a compartir la claúsura

El foro latinoamericano, apoyado por el asiático y el africano deciden pedir unos minutos, antes del discurso de Carter, para explicar fundadamente la oposición a su intervención, y después de eso se retirarían en silencio. Pero la mesa que presidía la clausura, le negó al delegado colombiano el derecho a esos minutos y alguien, del seno de la conferencia gritó: CARTER NO!

Fue suficiente. La decisión de salir en silencio quedó olvidada. Miles de personas de todas las razas, lenguas y colores se levantaron y agitando sus manos de izquierda a derecha, gritaron hasta enroquecer. La solemnidad del inmenso salón de conferencias se quebró estrepitósamente, con las mujeres y hombres trepados a los sillones, avanzando por los pasillos y exigiendo a Carter que se retirara

Imbuido de soberbia, Carter pretendió, a pesar de la oposición, hilvanar un discurso. También pretendió seguir sonriendo. Minutos mas tarde tuvo que retirarse. Recién allí, se hizo silencio. Las delegaciones del Sur abandonaron masivamente la sala

Las horas del Comite Conjunto estaban contadas. Ese mismo día renuncia y un Comite de Enlace más representativo y democrático lo reemplazó en sus funciones. Carter, mientras tanto, se consolaba ante la prensa diciendo que un minúsculo grupo de cubanos había obstaculizado su discurso...