(Cochabamba 1993 : séparer pour capitaliser)
07 / 1993
Los primeros esfuerzos para que los equipos de terreno del PRIV capitalizaran su experiencia en asistencia técnica y extensión agropecuaria remontan a mediados del 91: numerosos testimonios colectivos e individuales fueron entonces registrados, transcritos y devueltos a sus autores. Pero la situación parecía bloqueada: incluso dichas entrevistas no lograban sobrepasar la autocensura de los equipos.
Fue hacia mediados del 92 que el PRIV les lanzó oficialmente el desafío de esta capitalización, voluntaria pero incluida en el trabajo de proyecto. Los candidatos eran unos quince, aún cuando hubiese a veces que ir a interpelarlos personalmente para hablarles del interés en sus aportes potenciales.
La idea era de estimular un máximo de esfuerzos individuales o grupales (según quisieran) para luego ubicar los ejes para una difusión y encargar de ello a un equipo más restringido de responsables escogidos entre los autores.
A finales de setiembre del 92, cuando pasé por segunda vez por Cochabamba para ayudar, no tenía casi nada listo con qué trabajar. Conocíamos las riquezas de una experiencia pletórica de esperanzas, de sinsabores, de rigores y de enseñanzas. Pero la dinámica interna, sobre todo al final de un proyecto, cuando cada quien ya estaba buscando nuevos horizontes, no era favorable: las desconfianzas aplastaban las ganas de un esfuerzo tan esperado.
Tuvimos entonces que revisar completamente nuestra óptica: dado que las dificultades interpersonales bloqueaban el despegue, se trataba de cambiar de e strategia: de separar para capitalizar mejor. Se conformó un equipo, pero ya no con los autores mismos sino con tres especialistas encargados de apoyar los procesos individuales y de dar forma a la obra de conjunto.
Ciertamente, cada uno de los autores de la capitalización recibía la información esencial sobre el giro de la obra común. Era además en nombre de ésta que se negociaban las reorientaciones temáticas, los énfasis o las exclusiones, los plazos y las cantidades.
Pero cada proceso era muy individual, lo que permitía profundizar la experiencia y la visión personales, pero impedía enriquecerlo con las de otros. El trabajo de los autores devenía, además, más exigente porque ya no era posible esconderse en una firma colectiva o compartir (¡expropiar!) el material del otro.
Fue un mal menor con relación a nuestro ideal de trabajo en equipo. Pero igual valía la pena. Los autores aprendieron menos y se formaron menos que en una experiencia conjunta. El equipo exterior de apoyos-responsables fue probablemente el que más aprovechó todas esas dinámicas. Pero el producto así obtenido en marzo del 93 es rico en aportes de los 8 autores para la reflexión de todos quienes trabajan en desarrollo rural en general.
Los solistas no dieron un concierto sino una velada musical temática, llena de emociones, de contradicciones y de lecciones. Más aún: habíamos pensado que sería quizás necesario reescribir al final una partitura demasiado difusa: fue suficiente con subrayar algunas líneas melódicas dominantes y complementarias: juntándose y cruzándose, las piezas individuales tenían ya mucho que ofrecer.
méthodologie
, Bolivie, Cochabamba
La diversidad de sensibilidades, de opiniones y de vivencias era demasiado grande para que una capitalización en equipo fuese posible dentro de los plazos y condiciones existentes. Pero esta diversidad podía a su vez ser considerada como una de las mayores riquezas que el PRIV pudiera compartir. Pues se trata de capitalizar la experiencia y no de extraer la receta.
Sin embargo, esta dinámica nos enseñó la necesidad, en ese caso, de aprender a jugar, en tanto apoyos-responsables, con varios registros: la motivación, el acompañamiento, la presión (jerárquica o editorial). Una buena dinámica de equipo permite a veces enfrentar, por negociación y por consenso, las diversas limitaciones que surgen. Cuando separar se torna necesario, vuelve a aparecer cierta autoridad para establecer la disciplina.
Pero, « dividir para reinar », ¡qué grande es entonces la tentación de empujar a que cada uno diga lo que nosotros quisiéramos! Nuestro propio equipo de apoyo, con Loyda Sánchez y David Tuchschneider, nos sirvió de freno. ¿Qué hubiera ocurrido si yo estaba solo? Hoy tiemblo cuando vuelvo a pensar en ello.
El PRIV=Proyecto de Riego Inter-Valleses realizado en Cochabamba, Bolivia, por el Estado Boliviano y la Cooperación Alemana, desde 1977. La capitalización ha sido hecha a base de un apoyo presupuestal de la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica, la GTZ. La capitalización de 1993 dio lugar a un libro de 204 páginas editado en La Paz en 1994 por Hisbol-PRIV: « Del paquete al acompañamiento - experiencias del PRIV en extensión agropecuaria ».
Traducción de la ficha « Cochabamba 1993 : séparer pour capitaliser »