El Centro de Educación y Tecnología

La agricultura chilena tiene dos ámbitos separados: el de exportación y el campesino. Durante la dictadura pinochetista, el apoyo iba hacia la exportación, a costa del bienestar local. Con el nuevo gobierno las cosas han cambiado, pero los pequeños agricultores aún carecen de apoyo crediticio, tecnológico, etc.

Existen experiencias interesantes, como la del Centro de Educación y Tecnología, fundado en 1981 por agrónomos, veterinarios, economistas y sociólogos para probar la importancia de la agricultura ecológica como medio para porducir alimento de manera eficiente y con costos reducidos. El CET inició con una pequeña granja al norte de Santiago, donde se hicieron experimentos para probar la adaptabilidad de las técnicas de agricultura orgánica a las condiciones locales, con el objetivo principal de combatir la pobreza. Durante los 80s se establecieron tres otras granjas, en las regiones VIII (Concepción), IX (Temuco)y X (Chonchi), cuyos resultados lograron estimular el interés tanto del personal del CET como de los campesinos con quienes trabajaban; a la vez, las granjas sirvieron como sitios de capacitación.

Con el tiempo, el ámbito de trabajo fue ampliándose, y se incluyeron invernaderos construidos domésticamente, apiarios, secadoras solares de fruta, bombas de agua manuales, preparación de alimentos, cría de animales a pequña escala, agroforestería y viveros, y la construcción de mobiliario para las casas.

Hubo una gradual incorporación de los campesinos en la toma de decisiones respecto al uso de la tierra. Sus opiniones se tradujeron en nuevos métodos educativos y programas de capacitación donde se fundía el trabajo práctico, la discusión técnica, la reflexión social y la programación del trabajo comunitario. Diversas instituciones (incluyendo algunas de los sectores privado y gubernamental)solicitan regularmente capacitación.

Uno de los lugares donde ha trabajado el CET es Tom. Ahí se ha desarrollado un trabajo en torno a la producción de alimentos en huertos familiares (solares domésticos). Se ha capacitado a monitores locales (promotores)que a su vez capacitan a sus amigos y vecinos. En 1993 existían 12 grupos autónomos de una docena de personas, de las que un 70% son mujeres. El manejo de la fertilidad se basa en el composteo, para el que se usa estiércol de conejo y aves de corral, desperdicios de cocina y aserrín. Para el control de plagas se utilizan plaguicidas naturales, como el tabaco. El alimento producido no sólo va al autoconsumo. Hay también quien vende una parte de la producción; de hecho, uno de los objetivos es crear fuentes de ingreso.

Los logros en los huertos familiares han generado una mayor confianza entre los lugareños, y una mayor participación en las elecciones de autoridades locales; se percibe que ésta es una manera de abrir más oportunidades.

Otra experiencia importante es la que tiene lugar con los Mapuches, buscando mejorar los suelos. En Zanja, se está promoviendo la formación de terrazas (usando el aparato "A" para el trazo de curvas a nivel), la plantación de barreras rompe-viento y de árboles en los linderos de las parcelas, la fertilización con abonos orgánicos, rotaciones diversas, como trigo/trébol, imbricaciones como maíz/frijol para consumo humano y avena/leguminosa forrajera para alimento animal.

Patricio Rodrigo, uno de los fundadores del CET, trabaja actualmente para el Ministerio de Recursos Naturales, y considera que hay que ir más allá del "enfoque de museo" en la agricultura ecológica, y lograr su masificación. Para poder captar apoyos gubernamentales se requeriría, según él, enfatizar más el lado "económico" de la propuesta.