La guerrilla zapatista y el gobierno mexicano, negociando en carnaval

En el calendario maya el carnaval significa cinco días de fiesta en el paréntesis entre un ciclo agrícola que termina y otro que comienza. Es, a grandes rasgos, ya que nunca cae en la misma fecha del calendario gregoriano, el fin del invierno y el principio de la primavera. Muerte y regeneración, muerte que genera vida. Al final de los cinco días la semilla de la vida: calabaza, frijol, maíz, como primera siembra del año.

Carnaval es la fiesta de la siembra y la guerra, de la vida y la muerte.

Siembra de vida, guerra entre vida y muerte. Muerte del ciclo anterior, nacimiento del siguiente, tanto en la vida externa como en la interna. Lapso de tiempo cortado, que no pertenece ni al tiempo viejo ni al nuevo, y que los separa a uno del otro, pero también los une. Puente entre la muerte y la vida, tiempo de correr sobre el fuego y recordar al sol, o acaso la muerte que genera vida para la siembra en el campo. Tiempo de correr delante de un toro joven. Recuerdo de la vida cotidiana en la naturaleza por la supervivencia.

Durante este tiempo ocurren todas las transgresiones. Habitan en un mismo espacio temporal y luchan, la vida y la muerte. Un poco como en el carnaval medieval, sólo puede mediar la risa y el humor. Es el tiempo para reír de todo, las estructuras, la vida, la muerte. Sentido del humor con sentido del amor.

Carnaval, en tzotzil es k’in tajimoltik, que quiere decir "festival de los juegos". Durante cinco días el mundo está al revés, y los hombres que se visten de mujeres bailan al son de la música y de las maracas que ellos tocan, cantan con voz muy aguda, voz de Maruchas: Marías. Junto a ellos baila Frankenstein negro, un bizco Llanero Solitario, dos narigones y otros personajes.

Así llega, curiosamente sugerido por la historia, el tiempo de las negociaciones entre el gobierno y los zapatistas. Momento de tregua entre el ciclo viejo y el nuevo. La guerra por la supervivencia. Sentido del amor. Será necesario romper los trastes de las viejas estructuras y hacer unos nuevos que tengan mayor capacidad. Llama la atención que el acuerdo para hablar está también suspendido en días que no pertenecen a nada: la espera en el limbo... Y todo parece indicar que el tiempo traerá un nuevo ciclo.