Concertación de proyectos entre las ONGs y los organismos públicos

1). Las ONGs participan, convocadas por los organismos públicos en la formulación de ciertos programas y proyectos. Estas convocatorias a veces comprenden a todas las ONGs de un área de trabajo de interes para el organismo público. Sin embargo, en la mayoría de los casos son individuales, y determinadas por los vínculos que parte del personal de una ONG tiene con determinados cuadros dirigentes de una institución de estado, los cuales muchas veces provienen de una ONG. Estas asesorías suelen ser informales. No existe entre los dos entes más que la confianza recíproca y la disposición a trabajar en conjunto. Algunas municipalidades, pocas en la práctica, demandan a ciertas ONGs el diseño y ejecución de proyectos puntuales. Este tipo de asesorías son solicitadas a las ONGs apelando a un carácter que estas no necesariamente se reconocen: la de empresas de servicios.

2). Las municipalidades constituyen una de las áreas de trabajo más constantes de las ONGs. Las vinculaciones con ellas abarcan un amplio espectro de temas y objetivos de acción. Sin embargo, los resultados de este trabajo mancomunado varía mucho. En realidad las municipalidades contribuyen con muy limitados recursos en los proyectos con ONGs. Estas últimas, las mayoría de las veces, aportan la totalidad de los recursos humanos calificados, además del diseño de los proyectos. No obstante, aunque aparentemente poco viable, la labor con las municipalidades resulta ineludible para las ONGs, pues ellas constituyen -con todas sus limitaciones- reales gobiernos locales, que al menos formalmente abarcan, o pueden abarcar, todas las áreas de la localidad que encierran un interés para el trabajo de las ONGs. De esta manera, no es posible distanciarse, o renunciar a trabajar en comunión con las municipalidades. Realmente, para ambas instituciones constituye un desafío encontrar las formas más idoneas y equilibradas de concertación. En este sentido, contribuiría el que las entidades edilicias viesen a las ONGs como agentes colaboradores de su desarrollo, que tienen algo que decir y compartir, y no como meras empresas de servicios.

3). Existen ONGs que logran concertarse directamente con los organismos del estado. Esta vinculación se gesta en ONGs que por la singularidad, innovación, alta demanda y necesidad de sus propuestas -además del debido nivel tecnico-, logran incertarlas como programas de escala nacional dentro de ciertos organismos del estado. Tambien este nivel de concertación ha sido alcanzado por ONGs con una antigua y constante identificación política con las fuerzas reunidas en el gobierno. Ello les permite compartir de manera amplia y equilibrada con la institucionalidad el diseño y ejecución de proyectos de escala nacional que son de su interes y especialidad. Sin embargo, estas articulaciones no siempre se alcansan de manera lineal y equilibrada. Algunas ONGs, para lograr ciertos niveles de concertación con organismos de estado, despliegan esfuerzos que no son recíprocos en sus partenaires. En esos casos la ONG se transforma en centro y sosten de la articulación, con el consecuente desgaste para ella. Esto es especialmente cierto, cuando el trabajo conjunto va más allá de la firma de un convenio. La ONG que debe sostener una relación sistemática con un organismo de estado, muchas veces se ve en la necesidad de desplegar una política de paciencia -sobre todo con los niveles que no están acostumbrados a trabajar de manera mancomunada- , así como de claridad y respeto consigo misma, para poder imponer sus criterios con firmeza y de manera convincente.