La coca, elemento fundamental de la cultura andina

Uso ancestral de la coca

Según la tradición oral Manco Kapac, « el escogido hijo del dios Sol”, había traído la coca a los hombres del Altiplano. Sus hojas servían como ofrendas a los dioses de la naturaleza. Representa la fuerza, la vida, es un alimento espiritual que les permite entrar en contacto con sus divinidades « Apus, Achachilas, Tata Inti, Mama Quilla y Pachamama”.

Los españoles no creían en las virtudes prodigiosas de la planta, un Consejo reunido en Lima prohibió su consumo terminantemente, puesto que era considerado una costumbre pagana y pecaminosa. Pero tuvieron que cambiar rápidamente de idea al constatar que los indígenas disminuían la productividad en los trabajos pesados que se les imponían en las minas, mientras estaban privados de la hoja de coca.

La coca es una planta con propiedades medicinales comprobadas científicamente, también es muy nutritiva en sales minerales y las vitaminas, pero su transformación química de la coca en cocaína la han estigmatizado, además es rica el en nicotina, lo que representa una amenaza para la industria tabacalera que realiza un intenso lobby en contra de esta producción.

La dura tarea de ser productor de coca

Dora Troyano es asistente del movimiento indígena cocalero, trabaja con comunidades rurales del macizo colombiano con el respaldo del CIMA (Comité de Integración del macizo Colombiano); del CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca) y en el norte trabaja con grupos de negritudes sin un esquema orgánico formal.

Su trabajo se divide básicamente en dos partes: generar capacidades para que la gente se comunique, para que cruce información y cuente qué esta pasando en otras partes. Por otra parte ha encontrado un espacio políticamente interesante en la campaña Coca y Soberanía, que propone usos alternativos a la hoja de coca, más allá del uso ilegal, haciendo activismo en contra de las fumigaciones, difusión de las alternativas a la hoja de coca.

En el mundo de la producción de coca existen presiones inmensas, tanto el Estado, como el narcotráfico y la guerrilla, son grupos que utilizan la fuerza y amedrentan a una población indefensa pero necesitada de ejercer la actividad productiva que por generaciones han realizado. Se trata de realizar acciones a fin de defender la vida de los pobladores de la zona, toda vez que la agresión física aumenta día a día por parte de las fuerzas paramilitares y la guerrilla. Para ello se han organizado estrategias de movilizaciones a nivel público.

En Colombia y concretamente en las zonas cocaleras, existe gran participación de la población civil en los movimientos sociales, pero también existen poblaciones flotantes que han hecho perder el arraigo a la tierra y las tradiciones, las cuales son presa fácil del narcotráfico.

La campaña Coca y Soberanía, trata de rescatar el arraigo de la hoja de coca sobre el territorio, sobre la población. Los bolivianos ya han comenzado con esta campaña, ellos han luchado por mantener este elemento culturalmente tan arraigado. En un encuentro en Popayán (Colombia) en septiembre de 2005 se sembró la semilla de la campaña, se ha establecido contactos entre Bolivia, Perú y Colombia.

Uso alternativo de la coca

En el Cauca (suroccidente del país) se realizan talleres para enseñar a hacer harina de coca, pasteles y galletas. Se apoyan las iniciativas industriales, por ejemplo, hay iniciativas para hacer yogurt de coca y vino de coca.

Coca y Soberanía participa en una mesa de fumigaciones del Cauca, una propuesta de las organizaciones sociales del departamento que consiste en hacer generar alternativas a las fumigaciones que el gobierno realiza, especialmente con glifosatos, que afectan no sólo los cultivos de coca sino a otros cultivos y a la salud de las personas.

Esta campaña, además ha permitido a los productores de coca conocerse y, en consecuencia reforzar el espíritu de cuerpo de un grupo cuyos derechos están siendo violados. Esto imprime más fuerza en los ejes de la campaña: la despenalización y el fomento a la pequeña y mediana industria a partir de la hoja de coca en los pueblos andinos y amazónicos.

Existen mercados internos para la coca, toda vez que posee variadas propiedades nutritivas, pero sobre todo, la lucha por la utilización de la coca es una opción política de resistencia por las costumbres y saberes andinos.

Si pudiéramos establecer cadenas de producción en torno a la coca (dentríficos, medicamentos, alimentos y cosmética, entre otros usos) tendríamos una opción económica de subsistencia, sostiene Troyano. En el norte de Colombia, están produciendo papel de coca, tintura de coca, en fin, tratando de generar alternativas.

¡Basta de estigmatizaciones!

La penalización del cultivo de coca es el soporte de la guerra en Colombia. Las alternativas planteadas por esta y otras campañas similares pretenden acabar con la guerra, con los muertos y todo el drama social que genera. Sin embargo, es una realidad que la lucha por acabar con el cultivo de la hoja de coca tiene ramificaciones y protagonistas que van mucho más allá de las fronteras de los países que las producen.

Para la reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas en Viena (planeada para el 2008) se tocará el tema de la despenalización, a fin e conseguirla en el caso de la coca o al menos poner el tema en la agenda.

La Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, conocido también como Convención de Viena, que data de 1961 exige a los países firmantes adoptar las medidas necesarias para tipificar como delito, la producción, fabricación, transporte, posesión y toda relación con el cultivo de de la adormidera (amapola), el arbusto de coca o la planta de cannabis (marihuana) con objeto de producir estupefacientes.

Una de las mayores dificultades que ha enfrentado esta campaña se refiere a la dispersión espacial y el aislamiento de los pueblos de montaña, por lo que uno de los objetivos es generar mayor cohesión entre los productores de coca, transparentando la información y estimulando la comunicación.

En el futuro a corto plazo esta campaña busca que la coca esté despenalizada y que en los pueblos donde uno ha trabajado o ha conocido sus habitantes puedan morir de muerte natural.

Troyano agrega que en el largo plazo, la meta es que siga habiendo una tierra, que resista a tanto maltrato. Porque la montaña es la vida, es el soporte, es lo que da vida, es lo que tú eres. Sólo la gente de montaña podrá subsistir porque es aguerrida, trabajadora y respetuosa con la tierra.