Resistencia e inclusión social para democratizar el hábitat del centro histórico del Cuzco
2006
Contexto
La vivienda social o la vivienda para las familias de muy bajos ingresos en el Perú, no es “Política de Estado ni de Gobierno” especialmente para las Áreas Centrales de las ciudades con valor histórico y patrimonial, como en el caso de Cuzco o Lima.
A esta debilidad de la política nacional de vivienda, se suma la falta de una política de protección de los Centros Históricos, en función de que sean Centros Vivos con habitantes. En la multiculturalidad de lo urbano e histórico, los Centros Históricos “son patrimonio” y no debieran ser vulnerables a las desregulaciones del mercado inmobiliario, al poder económico – neoliberal, que maneja el espacio urbano como un bien de cambio, de consumo y no de uso, sin la preocupación de asegurar calidad de vida para todos: habitantes, turistas y comerciantes, en una relación en la que todos ganan.
La institucionalidad pública (municipalidades, ministerio de vivienda e Instituto Nacional de Cultura) es débil para enfrentar los efectos negativos de la “liberalización” o “privatización especulativa” de los Centros Históricos como el del Cuzco, así como para aplicar normativas y mecanismos de regulación para el uso y manejo de la ciudad. No hay capacidad para transparentar la relación entre recaudación del impuesto predial y otorgamiento de licencias de funcionamiento (permisos de obra). Tampoco hay capacidad para valorizar la vivienda –siendo ésta un derecho económico, social y cultural– y para mitigar los efectos de la rentabilidad inmobiliaria que tiende a expulsar a los pobres hacia las áreas urbanas de menor plusvalía.
La justificación de falta de recursos económicos, por parte de las Municipalidades y Gobierno Central, es recurrente para no derivar fondos hacia la vivienda, acceso a los servicios de agua, desagüe, formalización del acceso al suelo, etc.
Los ingresos económicos en los Centros Históricos, como es el caso del Cuzco, no son de uso y goce de sus habitantes, no por ser exiguos, sino porque el sistema de administración y distribución pública, burocrática y centralista, tiene una ambigua política de equidad con otras ciudades de valor monumental.
Se puede concluir que la actuación del Estado y Gobierno frente al Hábitat en los Centros Históricos del Perú afecta a los habitantes de menores ingresos, conduciéndolos a nuevas formas de precariedad en el hábitat. Por otra parte, implica una auto-disminución de sus funciones y capacidades de poder y gobernabilidad en tanto instituciones públicas para influir en los mercados. El resultado es una menor disponibilidad de viviendas de bajo costo para la venta o para el alquiler.
Frente a esta situación, en el caso del Centro Histórico del Cuzco, existen organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos, que constituyen las JUNTAS VECINALES (un total de 4, una por barrio), que están resistiendo dichas tendencias “privatizadoras” del suelo urbano, con acciones de reivindicación de sus derechos a un hábitat digno, preservación cultural, gestión de recursos, comunicación y movilización, con el fin de lograr un Centro Vivo, con la permanencia de sus habitantes en sus viviendas, sin precariedad habitacional.
Desarrollo del Caso
La Coordinadora de Juntas Vecinales –que aglutina principalmente a las cuatro Juntas Vecinales del Centro Histórico del Cuzco y que corresponden a los Barrios de Santa Ana, San Blas, San Pedro y San Cristóbal– ha venido promoviendo acciones bajo el lema “patrimonio somos nosotros”, como una manera de enfrentar las consecuencias urbanas y sociales de la privatización de la vivienda, del suelo y las alteraciones culturales que depredan el patrimonio milenario.
Su llamado y movilización, cuyo objetivo ha sido el de coordinar estrategias para denunciar y rechazar estas tendencias, ha sido apoyado en alguna medida por ONGs como el Centro Guaman Poma de Ayala - Cuzco, quien les brinda asesoría técnica, facilidades para mantener un programa radial diario (de alcance local), en el que cada Junta Vecinal informa y denuncia a la comunidad los hechos que ocurren en sus Barrios.
El CIDAP les brinda asesoría técnica y apoyo para participar en eventos locales, y mantener el enlace con organizaciones de vecinos o juntas vecinales del Centro de Lima y de otras ciudades con Centros Históricos como Trujillo y Arequipa. Se trata de ir construyendo una unidad nacional o frente de organizaciones de áreas centrales. El CIDAP también ha promovido pasantías de líderes del Centro de Lima para Cuzco, la visita de líderes y especialistas extranjeros de redes como SELVIP (visita de líder del MOI–Argentina), y de la Red CYTED XIV.F “Tecnologías Sociales y PSH”, con el objetivo de fortalecer las capacidades de los dirigentes de las juntas vecinales y su unidad nacional de organizaciones.
Las capacidades de reacción de las juntas vecinales del Cuzco, y en especial las del Barrio de San Blas, los han llevado a tomar medidas e iniciativas como la de ocupar un local propio para tener un espacio de reunión y planificación de sus acciones, así como para prestar servicios que les aseguren ingresos económicos para su autosostenimiento.
Además, estos ingresos permiten la publicación de una revista auto-editada que sirve como instrumento de comunicación, y que contribuye a visibilizar la problemática y a formular propuestas para enfrentar la “privatización especulativa de su hábitat”, de su barrio y la de otras Juntas Vecinales.
Las Juntas Vecinales hacen uso de su reconocimiento, normado por la municipalidad, para garantizar una mejor interlocución con ésta. De esta manera pueden frenar acciones violatorias a su derecho de acceso a un hábitat digno y patrimonio preservado. Actualmente vienen participando de manera activa en la formulación del Presupuesto Participativo Municipal de la Ciudad del Cuzco, donde reivindican partidas del Fondo de Compensación Municipal (para obras y otros) para tener un Centro Histórico que sea para sus habitantes y poder vivir dignamente.
Asimismo, estas acciones se suman a las reivindicaciones por frenar la contaminación de la industria del turismo con viviendas – alojamiento, usos mixto y protección al propietario cuzqueño. A menudo éste se ve en la amenaza de perder su terreno a cambio de una cifra irrisoria en relación al valor real de su predio, sumas que el turista o empresario extranjero frecuentemente ofrecen. En muchos casos las malas transacciones ocurren por falta de conocimiento o asesoría, un ejemplo es la compra de un terreno más grande en la periferia de la ciudad, pero sin agua y desagüe, donde la reivindicación por servicios básicos vuelve a empezar.
Efectos de la privatización especulativa del Centro Histórico del Cuzco (1) :
El despoblamiento, la pérdida del patrimonio histórico, cultural, artístico y la terciarización del Centro Histórico del Cuzco son los principales efectos de los problemas que se citan a continuación:
Cambio del uso del suelo urbano: Proceso que se da tanto de manera formal como informal. Se trata de la vivienda reemplazada por actividades de servicios (hostales, restaurantes, tiendas, bares, etc.), lo que perfila un área urbana terciarizada que pierde “sus viviendas” debido a la privatización especulativa de su uso. Esto promueve la expulsión del habitante hacia la periferia, lugar donde vuelve a ser parte de un proceso no planificado de hacer ciudad, sufriendo las consecuencias y el costo social del proceso de consolidación.
Las viviendas se encuentran en su mayoría localizadas en la periferia del núcleo o área central del Cuzco, mientras las otras actividades de servicios “toman el área central del centro histórico”. Pese a ello la cifra del uso de vivienda sigue siendo de 56.2% (4,885 viviendas) (1) y las actividades de turismo, comercio y servicios representan el 43.9% (3,805 unidades catastradas) (1).
El “hospedaje o alojamiento es el servicio de uso de mayor proliferación en los barrios del Centro Histórico del Cuzco. Se trata del reciclaje de casonas y quintas para hospedaje de la significativa masa de turistas de ingresos medios. Una oferta de ingreso atractiva para el habitante pobre, sin empleo, y que sólo tiene su casa como bien económico.
Se pueden citar casos de calles de menos de 100 metros de longitud del Centro Histórico que tienen más de 10 hospedajes, expresión de la saturación de este servicio. La oferta de hospedaje brinda un ingreso considerable al propietario, pero no justifica o cubre la pérdida cultural y social del hábitat.
Tugurización de las viviendas: Malas condiciones de habitabilidad, resultado de la obsolescencia de los servicios de agua, desagüe, luz; falta de condiciones ambientales; colapso de sus estructuras por falta de mantenimiento (que el propietario o inquilino no realizan por falta de condiciones económicas); deterioro social de las viviendas; insuficiencia de las políticas y acciones municipales para revertir esta situación de manera concertada y participativa.
Estudios realizados por diferentes investigadores, así como por el Centro Guaman Poma de Ayala, establecen que la tugurización del Centro Histórico del Cuzco se inició durante el siglo XVIII. La subdivisión de casonas, así como la partición de propiedades, se generalizó y agudizó durante el siglo XX, acelerando el proceso de hacinamiento del tejido urbano.
Inseguridad en la tenencia del suelo y edificación de la vivienda: Situación que se produce por la falta de regulación de las formas de tenencia del suelo o edificación, la venta o alquiler de subdivisiones informales a sucesiones intestadas, no registradas, propietarios privados o institucionales no registrados, etc.
Falta de un banco municipal de tierras y de edificaciones: Entidad que debiera garantizar un acceso igualitario al suelo urbano y proteger a los propietarios pobres de la oferta especulativa, la que excluye toda responsabilidad social.
Débil institucionalidad municipal y de los sectores del Gobierno Central: para formular y aplicar políticas adecuadas de hábitat y preservación del patrimonio edificado, así como una aplicación insuficiente de los instrumentos urbanísticos existentes para el control urbano y uso del suelo.
Periodo | Población (hab/ha) |
S. XIX (1834) | 198 |
S. XIX | 90.9 |
1912 | 98.1 |
1940 | 130 |
1950 | 216 |
1956 | 175 |
1970 | 136 |
1987 | 167.36 |
27.106 | |
1993 | 146.35 |
24.846 | |
1997 | 16.355 |
Fuente: Centro Guaman Poma de Ayala – Cuzco. Según estos datos, el Centro Histórico en las últimas décadas pasa por un proceso de despoblamiento o “pérdida de población”.
Actores involucrados
Los habitantes y habitantes organizados como las Juntas de Vecinos de San Blas, San Pedro, San Cristóbal y Santa Ana.
La Municipalidad del Cuzco.
Los empresarios y comerciantes.
El Instituto de Cultura – INC.
ONGs.
Lecciones aprendidas
La falta de políticas de estado y de los gobiernos locales respecto del tema de la vivienda se agudiza en zonas de alto valor patrimonial como el Cuzco, donde se observa un acelerado proceso de terciarización y tugurización del hábitat. Por otra parte, la falta de una política nacional de protección a los Centros Históricos, como Centros Vivos con habitantes, favorece la especulación inmobiliaria del suelo urbano.
Se puede afirmar que la institucionalidad pública carece de fortalezas para enfrentar los efectos negativos de la “liberalización” o “privatización especulativa” de los Centros Históricos. Y en este cuadro, son los ciudadanos de menores ingresos los más afectados por esta situación, ya que son ellos lo que a menudo vuelven a caer en situaciones de precariedad del hábitat.
Frente a esta situación, en el caso del Centro Histórico del Cuzco, existen organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos que constituyen las Juntas Vecinales, las que resisten las tendencias “privatizadoras especulativas” del suelo urbano y de su hábitat. En este sentido, la unidad organizativa y el manejo de medios de comunicación e información a nivel nacional e internacional, son importantes para revertir estas tendencias y trasmitir las lecciones a otras comunidades de modo a fortalecer sus capacidades en vistas de un cambio.
exclusion urbaine, accès au logement
, Pérou
Exclusion et fragmentation urbaine
La vivienda para las familias de muy bajos ingresos en el Perú no constituye “Política de Estado ni de Gobierno”, especialmente para las Áreas Centrales de las ciudades con valor histórico y patrimonial, como es el caso del Cuzco y Lima, entre otras. En ellas, la situación de tugurización es aguda y creciente, debido a una política nacional de vivienda débil, donde el tema de la “vivienda social” simplemente no aparece.
Frente a esta situación, en el caso del Centro Histórico del Cuzco, existen organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos, que constituyen las JUNTAS VECINALES, las cuales están resistiendo dichas tendencias “privatizadoras” del suelo urbano, con acciones de reivindicación de sus derechos a un hábitat digno, y preservación cultural con el objetivo de lograr un Centro Vivo, con la permanencia de sus habitantes en sus viviendas, sin precariedad habitacional.
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