El peligro de los plaguicidas para productores y consumidores

Los componentes de una agricultura sustentable no son sólo técnicos, sino también ecológicos y sociales. Podemos definirlos como aquellos que permiten tener una producción de alimentos y de fibras vegetales, sin poner en riesgo la conservación de recursos naturales ni la diversidad biológica y cultural para las futuras generaciones. Una agricultura sustentable fortalece un modelo de vida y de civilización distinto al que se ha impuesto actualmente en el mundo.

En el modelo actual, el campesinado tiende a reducirse y la población se concentra, con costos ambientales que no solamente afectan la vida de millones de personas, sino que tienen también repercusiones a nivel global, tales como el cambio climático. Este modelo de civilización está en unacrisis profunda, por lo que se debe pensar en nuevas formas de convivencia y de organización de los espacios rural y urbano, que permitan reconstruir los espacios regionales y las comunidades rurales.

También hay un cuestionamiento al sistema alimentario, al control transnacional en la producción del conjunto de insumos de la agricultura industrial y del esquema en el que la gente se ve obligada a consumir alimentos contaminados con sustancias tóxicas.

Para Greenpeace, los problemas más preocupantes al respecto son el uso de plaguicidas y la excesiva utilización de fertilizantes. Se nos enseñó que el uso de estos productos era la agricultura moderna; todavía se supone que son la agricultura moderna. Pero de hecho forman parte de una compleja problemática que comprende la contaminación de los mantos acuíferos, la contaminación y erosión del suelo, la destrucción de los bosques y la dependencia de las semillas mejoradas.

Esta situación crea condiciones de crisis ecológica permanente en las regiones afectadas, con efectos crónicos en la salud de la población. Por ejemplo, se sabe que en Ciudad Delicias, Chihuahua, existe la mayor incidencia de casos de cáncer y leucemia del país. En estudios recientes en el Valle del Yaqui, Sonora, se encontraron 14 distintos plaguicidas en sangre de niños, de mosco y en leche materna. Surge entre algunos consumidores y sectores urbanos expuestos a estos riesgos el interés por promover una agricultura sustentable o ecológica.

La filosofía de libre mercado en el uso de plaguicidas es desastrosa. Cada agricultor puede aplicar lo que quiera, siempre y cuando el producto esté registrado en el catálogo oficial. Sin embargo, esto provoca la resistencia de las plagas a los plaguicidas. Una medida de control sería un plan regional para el uso del plaguicida que se aplica. Pero existen peligros en todo el ciclo del producto, en los lugares de producción, de transporte, mezcla y aplicación, de manejo de desechos, de residuos en alimentos. En una fábrica mezcladora de insecticidas en Córdoba, Veracruz, (ANAVERSA)se produjo un incendio en 1991. Los efectos en la gente van a durar por lo menos de 15 a 20 años, con manifestaciones de cáncer. El problema no ha sido resuelto, ni por las autoridades de salud, ni por las autoridades ecológicas.