Concebimos a la producción campesina no sólo como célula económica, sino como proyecto vital que incluye producción y tecnología, pero también cultura, relaciones sociales, interacción con la naturaleza, etc.
La virtud de la economía campesina e s precisamente que constituye una unidad de producción y de consumo; una célula de convivencia; un proyecto social que, a través de la comunidad y las empresas asociativas, encarna en un tejido mucho más amplio que ella misma. Esto, que en rigor es la reproducción ampliada de la unidad doméstica, configura un paradigma alternativo no sólo para el campo mexicano sino para todo el país; no únicamente para la vida rural sino también para la vida urbana.
La economía campesina es portadora de un paradigma, en tanto que modelo de un posible desarrollo integral; de un desarrollo socialmente justo; de un desarrollo sustentable. la economía empresarial tiene virtudes indiscutibles, pero son distintas a las de la economía doméstica y en el mejor de los casos podrían ser complementarias. Entonces las empresas sociales del campo constituirían unidades de producción, pero también de distribución y convivencia. Empresas rentables pero justicieras; portadoras de eficiencia técnica y económica, pero también con la sensibilidad social y el rostro humano de las que carece la empresa privada. El pesimismo acerca de la viabilidad de la agricultura sustentable.
Para que pueda haber una agricultura campesina sustentable tiene que haber una agricultura campesina, y las políticas neoliberales en curso se orientan hacia su desaparición. Lo de "sustentable" está últimamente muy en boga y es muy importante. Pero en el corto plazo se trata de un atributo adicional: si los campesinos no pueden producir maíz, ni siquiera con fertilizante químico, difícilmente se plantearán la conversión hacia el uso de otro tipo de abonos.
Se nos ha dicho aquí que Programas como el de Ecología Productiva tienen poca demanda. Hay recursos, pero la gente no toca esa puerta quizá porque no sabe que esa puerta existe, pero también porque los requisitos para que esta puerta se abra es que los proyectos sean viables en términos de rentabilidad, y para ello se requiere que reúnan requisitos que es muy difícil conjuntar. El problema no es de falta de técnicos, economistas o contadores adecuados. No hay proyectos económicamente viables que al mismo tiempo sean ecológicamente sanos, no los hay siquiera en la magnitud de los escasos recursos a ellos destinados.
valorización de conocimientos tradicionales, agricultura campesina
, México
Tomado de la exposición de Armando Bartra en el Taller sobre Políticas hacia una Agricultura Campesina Sustentable. México D.F. 2-3 de julio 1993. Taller organizado por RIAD-México: CECCAM, CNOC, UNORCA y GEA/Progama PASOS.
Actas de coloquio, encuentro, seminario,…
BARTRA, Armando, 1993 (MEXICO)