Una fundación de Cali que trabaja con educación y proyectos de unidad para construir la paz
10 / 2003
La ciudad de Cali está ubicada en el departamento del Valle del Cauca, al suroccidente de Colombia. Es allí donde la Fundación Paz, Pan y Vida trabaja por ayudar a las personas víctimas del conflicto armado (desplazados, presos, torturados, etcétera). La fundación nace "tras la aceptación de vencer el miedo:el miedo me hace fuerte, yo soy la solución, como lo es usted y lo son todos". Son las palabras de Oscar Enríquez, creador de la entidad.
Oscar nació en Pasto, también situada en el suroccidente del país y capital del departamento de Nariño. Muy joven viajó a Cali en donde se desempeñó como decorador de ambientes, pero la crisis social y económica de la ciudad lo obligó a viajar en 1999 al departamento de Putumayo, en uno de los límites de Nariño. "Cali quedó sin esperanzas, sin sueños y apareció allí la tristeza".
Una vez en Putumayo, trabajó en la decoración de una finca para un "narco" (narcotraficante). Estando allí fue inevitable encontrarse con grupos guerrilleros, con los que habló y a los que escucho sus razones. "Aunque nunca compartí su forma de lucha, la respeté". Luego, el 16 de junio del mismo año tuvo la experiencia más difícil de su vida y la que convirtió el miedo en valor:se encontró de cerca con la muerte, ya que un grupo de paramilitares asesinó al dueño de la finca, al mayordomo y a la cocinera.
Decide entonces volver a Cali "porque ella es la ciudad de mis sueños, la quiero y la cuido". Pero ahora vuelve conciente de que ya no podía ser indolente con la realidad del país "No más mentiras, una sola moral. Empecé a ser yo, convirtiéndome en alguien libre". Tomó la decisión de crear la fundación y explica su nombre:Paz, porque la construyen a diario; Pan, por la justicia social; Vida, porque el mundo no tiene sentido sin una vida con dignidad. Esta organización no tiene personería jurídica "ni la tendrá", asegura Oscar.
El trabajo de la organización es estrictamente educativo. Esta se dedica a concientizar a quienes asisten a ella sobre el conflicto armado y social del país y a ahondar sobre la necesidad de buscar la paz. Su labor la atraviesan proyectos de trabajo que agrupan a la población desplazada y con ella se dedica a limpiar los caños de la ciudad, a embellecer los parques, a pintar iglesias, etcétera. Lo hace porque esta convencido de la unidad que debe existir entre el contexto físico, sus ideales sobre el ser humano y el apasionado amor por su ciudad. Involucra en este proceso a las JAL (Juntas de Acción Local) y a la comunidad en general. La organización Visión Mundial (organización humanitaria cristiana de la sociedad civil) es la que apoya con los alimentos.
Otro de los proyectos conjuntos con dicha organización es la llamada Niños Forjadores de Paz, que tiene como referente lo cultural. Desde hace dos años, el 31 de octubre se invita a la gente de la ciudad a pintarse la cara con los colores de Colombia, a disfrazarse de Cali y se reparten dulces. Se busca de esta manera edificar conciencia sobre las bases de una fiesta que no es propia de la idiosincrasia del pueblo colombiano y se pretende con ello "construir y crear arraigos de patria, no de país, porque es la patria la que está triste. Al país y a la nación no les pasa nada". El año pasado asistieron diez mil niños del Distrito de Aguablanca, sector popular de Cali.
La fundación también acompaña a las organizaciones nuevas, para construir un tejido social fuerte y trabaja bajo el parámetro de redes. Además, hace presencia en aquellas zonas en donde no existen organizaciones sociales.
Son tres los ejes de trabajo de esta fundación:derechos humanos, vistos desde las necesidades básicas; mecanismos de participación, desobediencia civil y resistencia, y el tercer eje es el de mecanismos de defensa, construcción de procesos y defensa de estos procesos incluso con la vida.
La participación de Oscar en la Asamblea Permanente por la Paz se orienta a dar a conocer su mensaje del respeto a la diferencia:"solo ella nos hace sentir felices y tristes". Quiere también compartir su idea de la defensa de la vida y de la búsqueda por una vivienda digna. Al decir que la palabra es acción pretende que en estos encuentros se realicen trabajos prácticos, es decir, poner en marcha el quehacer y no ahondar tanto en el deber ser:"no pensemos tanto y actuemos".
Sabe que el trabajo realizado es mínimo pero "¿y si a nuestro 1% le sumamos tu 1% y el de los demás? Son las pequeñas cosas las que se tienen que hacer, no soy de grandes ideales, pero sé qué es lo que toca mi pie y lo que cogen mis manos". Esta frase resume en gran parte la labor que realiza Oscar y su urgente necesidad por construir lazos que nos unan en la búsqueda de una patria mejor.
En una sociedad afanada por buscar la globalización, la integridad del ser humano se dispersa y parecemos colchas de retazos. Concatenar las diversas funciones que cumplimos buscando integrar ciudad, trabajo y conciencia de la existencia del otro aparecen como alternativas reales y concretas en la búsqueda de soluciones para conseguir la paz. Es la resistencia por mantener nuestra individualidad la que nos puede hacer ver con mayor claridad al otro, sin embargo, parece ser que incluso quienes buscan una solución más "humana" al conflicto han convertido también al hombre en cifras pertenecientes a una de las tantas estadísticas. Se olvidan entonces, pasando a ser parte de las estadísticas, todos los esfuerzos personales de la gente que desde su comunidad o de su barrio realizan actos concretos por la construcción de la paz. Quizás no necesitemos de tantos diálogos o de tantas teorías para entrar a comunicarnos con el otro, tal vez sea tan sencillo como extender la mano y dejar que los demás se destrocen en su guerra por el poder, y no entrar a ser parte de su juego y de sus estadísticas.
Ficha realizada en el evento "IV plenaria ’Asamblea Permanente De La Sociedad Civil Por La Paz" Bogotá, Colombia, 9, 10, 11 octubre de 2003. Por más información se puede comunicar al coreo electrónico:fundapazpanyvida@yahoo.com.
Entrevista con ENRIQUEZ, Oscar
Entrevista
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