Elementos para construir un estrategia educativa en regiones de desplazamiento forzado en Colombia
09 / 2003
En la última década, el número de personas desplazadas en Colombia oscila entre 1,5 y tres millones, de acuerdo con diversas fuentes, debido a la violencia que ejercen contra ellas los actores armados en conflicto (guerrilla, paramilitares y fuerzas militares del Estado). La magnitud de esta problemática sigue sin conocerse a cabalidad a la hora de formular una política social que le haga frente. Cada vez aumentan más el empobrecimiento, la desesperanza y el miedo.
No obstante, existen administraciones locales, organizaciones privadas y organizaciones campesinas que decidieron unir sus esfuerzos en un proyecto educativo que enseñe a vivir el conflicto como un proceso y no como un problema sin salida. Así comenzó en Buga (ciudad del Valle del Cauca, departamento del Suroccidente de Colombia) en 1999 el proyecto Núcleo 079 El Placero, consistente en la construcción de un currículo innovador para zonas en conflicto, fundamentado en una educación personalizada que hace énfasis en valores sociales, derechos humanos y la protección al medio ambiente.
En el proyecto educativo, la formación en derechos humanos es fundamental para concientizar a la niñez y a la comunidad en situación de desplazamiento sobre sus derechos y las vías para hacerlos cumplir. Además, permite la formación de valores para la convivencia social, basados en el respeto por la dignidad y la libertad humana. El componente ambiental sintoniza el mundo del niño, del maestro y de la comunidad con el entorno natural, propio del área rural. Enseña a cultivar la tierra sin destruir los recursos naturales, con una visión de bienestar integral en la que la alimentación juega un papel primordial en el ejercicio de la paz.
En el proceso participaron de manera decidida la Alcaldía municipal de Buga, la Pastoral Social de la Iglesia católica y el Instituto Mayor Campesino de Buga (IMCA), entidades dedicadas a fortalecer las organizaciones campesinas que subrayan la productividad con conciencia agroecológica. Hasta el momento, este trabajo mancomunado ha permitido el retorno de la población desplazada a las zonas rurales del municipio, brindando apoyo psicológico a víctimas y seguimiento a las dinámicas de agricultura limpia de una manera integral.
También se ha fortalecido el gobierno escolar y la escuela de padres y se han realizado talleres sobre las evaluaciones amorosas, que consisten en hacer entender a los profesores que ellos deben evaluar el aprendizaje más que a las personas y que esas evaluaciones deben encaminarse a que los niños se observen a sí mismos y sean críticos de su crecimiento y aprendizaje.
Cabe agregar que el proyecto se ha convertido en un objetivo principal de toda la comunidad que habita los alrededores de los 13 establecimientos educativos en los que se desarrolla. Esto se entiende al hablar de la escuela como un ente dinamizador de procesos comunitarios en distintas veredas del país (Colombia se divide, en términos de administración local, en departamentos, ciudades capitales, municipios y veredas. En los municipios y las veredas se desarrolla la vida campesina). Ahora se cuenta con el apoyo directo del Concejo municipal de desarrollo rural de Buga.
Se ha permitido un empoderamiento de las comunidades en situación de desplazamiento (eso significa que las comunidades se organizan para mantener su autonomía, tradición y condiciones reales de bienestar social e individual). Ellas consiguen superar sus miedos por medio del amor en la educación y siguen afrontando el conflicto desde el aprendizaje cotidiano, orientado hacía el presente como opción de futuro.
El desplazamiento como fenómeno se ha abordado desde el análisis de sus causas estructurales, las políticas públicas en respuesta a esta situación o la planeación municipal. Sin embargo, la pregunta es qué tanto se sabe de esas miles de personas, de sus miedos, sus rencores, sus alegrías y sueños. Además, se requiere indagar sobre los niños, su educación, sus juegos, su inocencia marcada por la maldad de otros. En medio de esto, la experiencia rescata el amor, el respeto a los derechos humanos y el valor de cultivar la tierra cuidando la naturaleza, intentando que las familias desplazadas que viven en Buga sigan sus vidas en un ambiente de transformación social.
En este sentido, la educación impartida en este proyecto ha logrado fortalecer el respeto por los derechos humanos, ha facilitado la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todos los niños y las niñas, con sus familias y comunidad. Es necesario generar en Colombia una educación integral e igual para todos, basada en el amor y el respeto y que tenga en cuenta las diferencias regionales y situacionales, como las del desplazamiento forzado.
Ficha realizada en el evento "Colombia insiste en los Derechos Humanos", Bogotá, Colombia, 9, 10, 11 septiembre de 2003. El nombre del entrevistado no aparece por razones de seguridad. Para mayor información puede escribir al correo electrónico redjovecol@hotmail.com
CINEP (Centro de Investigacion y Educacion Popular) - Carrera 5a n° 33A-08 AA 25916, Santafé de Bogota - COLOMBIA - Tel. (57–1) 245 61 81 - Colombia - www.cinep.org.co - comunicacion (@) cinep.org.co